martes, 21 de julio de 2020

Lo Valvo, Campeón Argentino en Carretera

Lo Valvo y Spampinato

En 1939, Ángel Lo Valvo se consagró como el primer campeón argentino "en carretera", el arrecifeño participó en tres Grandes Premios y en las 1000 Millas Argentina, recorrió 14.630,4 kilómetros, ganó el Gran Premio Internacional del Sud, finalizó 7° en el Gran Premio Argentino, 25° en el Gran Premio Extraordinario y 5° en las Mil Millas. 

Gran Premio Internacional del Sud

Se desarrolló entre el 23 de marzo y el 2 de abril, con un recorrido de 7.212 Km, divididos en 11 etapas. Crónicas de la época destacaron que la 3a etapa, entre Mendoza y Santiago de Chile (568,3 Km): "ofreció como dificultad principal el cruce de la cordillera de los Andes".
Julio Pérez (Chevrolet) fue el escolta de Lo Valvo: 1-2 arrecifeño

Gran Premio Argentino

El A.CA. programó el Gran Premio Argentino: 11 etapas y 7.193 km, por catorce provincias y dos gobernaciones. Sin embargo, sólo se corrieron dos etapas: "Un epílogo inesperado tuvo el Gran Premio Argentino 1939 cuya disputa iniciaron en Nuñez un total de 130 corredores. Las persistente lluvias caídas en el transcurso del mes pasado obligaron, primeramente a la postergación del comienzo de la prueba, prorrogada del 12 al 18 de octubre y luego, darla por terminada en Concordia, punto terminal de la 2a etapa, resolución adoptada por la dirección de la prueba ante la imposibilidad absoluta de su prosecución, dado el pésimo estado de los caminos entre las ciudades de Paraná, Concordia, Corrientes, Resistencia y las zonas limítrofes..."

Oscar Gálvez ganó y Ángel Lo Valvo arribó 7°. De las dificultades que afrontaron los participantes en la 2a etapa, en la que Lo Valvo arribó 3°, lo certifica el promedio del vencedor del tramo (Oscar Gálvez): 33,814 Km/h.

Gran Premio Extraordinario

A las 5 de la mañana del domingo 29 de octubre, se ponía en marcha desde Jesús María, Córdoba un nuevo Gran Premio: 4429,8 kilómetros, en 7 etapas. Oscar Gálvez volvió a ganar y Ángel Lo Valvo finalizó 25°.
No fue una carrera fácil para Lo Valvo, que sufrió un retraso en el comienzo. Y así lo destacó Ricardo Lorenzo en El Gráfico:  Al fin estoy entre la "gente"! — me decía Ángel Lo Valvo al entrar tercero en San Luis. Quería referirse a que había podido escalar unos puestos y entrar tercero en la etapa. "La gente", en este caso eran los punteros... Luego agregó: — Es terrible. No hay sosiego, no hay tregua. En la primera etapa me di una torta. Mirá... (y me muestra la boca lastimada)...; mirá... (y me muestra la mano de Spampinato, en la cual se ve una herida cerrada con puntos). Y ya no hubo nada que hacer. No es posible ganar puestos. Se corre con lo que se tiene. Unos dan paso, otros no lo dan, todos andan fuerte y así vamos apelotonados, como en una carrera de bicicletas. Hoy estamos entre "la gente". Si mañana ganáramos la etapa a Bahía, vendría bien por los puntos del campeonato...

                            II Edición de Las Mil Millas Argentinas

Lo Valvo, Oscar Gálvez y Julio Pérez llegaron con posibilidades de coronarse campeones a la última prueba del año: "Y volvían a correrse las Mil Millas Argentina. Desde Florencio Varela a Bahía Blanca y regreso, con un recorrido total de 1609,3 km. y con itinerario y  reglamentación que evocan los tradicionales Grandes Premios nacionales de hace unos años... El certamen congregó 65 participantes, entre los cuales se contaban nuestros mejores volantes y las figuras habituales en las últimas competencias de largo aliento, correspondiendo un simpático y merecido triunfo al conductor Américo C Orsi, que en el cómputo total de tiempo superó por escasa diferencia horaria (2m19s.2/5) a José A. Castaño, compitiendo con coches Ford el ganador y con Chevrolet el segundo clasificado... y quinto Ángel Lo Valvo, que con esta actuación conquistó el título de campeón argentino de 1939, en carretera". (1) 

Posiciones finales del campeonato

 Ángel Lo Valvo (Ford) campeón, Oscar Gálvez (Ford), subcampeón, y tercero Julio Pérez (Chevrolet), 1-3 arrecifeño. 

Actuaciones de Pérez

Julio Pérez fue 2° (G.P. Int. del Sud); 28° (G.P. Arg); 11° (G.P.Extraordinario) y 12° (Mil Millas). Ganó 2 etapas (8a y 10a del G.P.Int.del Sud).

Apostillas

En el Gran Premio Internacional del Sud  4 volantes arrecifeños finalizaron en las 10 primeras posiciones. 1° Ángel Lo Valvo (Ford), 2° Julio Pérez (Chevrolet), 9° Manuel Arrouge (Chevrolet), 10° Cástulo Hortal (Plymouth).

Vuelco de Arrouge en la 4a etapa del Gran Premio Extraordinario

 
Arrouge y Pistoletti, hospitalizados en Maipú, después del accidente que sufrieron en Rodeo del Medio. Los acompañan Atilio Patrignan y su acompañante que también abandonaron.

"Crines al viento...."

¡Crines al viento y meta lonja y lonja...! - comentaba el lungo Julio Pérez.
 — En la etapa a Bahía entré segundo. Si corto el gas dos veces más, me mandan al tercer puesto. Se lo gané a Fernandino por 9 segundos" -Precisiones del piloto arrecifeño a Ricardo Lorenzo  (El Gráfico) al finalizar la 6a etapa del Gran Premio Extraordinario-.
   

Los Hortal

Cástulo y Edison Hortal, décimos en el Gran Premio del Sud, a la izquierda, Franklin, el cuarto de la dinastía
"Mi pequeño Edison quiere conocer su patria y... por qué no complacerlo. Qué mejor ocasión que ésta para apreciar en pocos días la grandiosidad de esta patria suya  a la que yo tanto quiero", explicaba orgulloso el asturiano radicado en Arrecifes

Fuentes consultadas: historiatc.com.ar, "Medio Siglo de Automovilismo Argentino" (Ricardo Lorenzo "Borocotó"), (1)  "Historia de una Pasión"(Alfredo Parga).
Fotos: historiatc.com.ar y del autor.

miércoles, 8 de julio de 2020

Desafío que hizo historia


1. Vicente Calí, 2. Celián Otero, 3. Santiago Schmidt y el "furgoncito" de Américo Loeda, en línea de partida. En primer plano, Tito Hanley.

Unas fotografías que llegaron a "deautosmotivo.blogspot.com" sirven para recrear una singular historia que sucedió en los comienzos de la década del '50-

Santiago Schmidt, Vicente Calí y Celián Otero propietarios de tres "chatitas" Ford T fueron los gestores de un "Desafío que hizo Historia" (1). 
Estos amigos integraban un grupo que se reunía en el Club de Bochas y en verano organizaban las "tenidas" en el "Rancho los 10", sobre la margen derecha del río Arrecifes
Un día la charla de sobremesa dio paso a la discusión sobre la performance de sus utilitarios vehículos. Como no podía ser de otra manera, los otros comensales arrimaron algunas brasitas a cada uno de los protagonistas de la disputa. Fue entonces cuando alguien propuso que para dirimir diferencias, lo mejor era hacer una carrera improvisando un circuito en el triángulo de la "Vuelta del Perro"
Celián Otero fue el vencedor de aquella competencia con un final inesperado: los "intrépidos" participantes terminaron en la comisaría: "la carrera no estaba autorizada", les comunicó la autoridad
Cambia el ganador
La segunda contienda deportiva arrojó un nuevo ganador (Vicente Calí) pero con un final repetido: "Los tres Mosqueteros" y sus respectivos acompañantes: Mario Mingola, "Cochó" Cornelis y Floro Cardoso terminaron otra vez de visita -sin convite previo- en la dependencia policial. Simpatizantes y espectadores fueron hasta la Comisaría en apoyo de los -hasta momentos antes- esforzados corredores.

(1) título del libro que escribió Roberto Hugo Bustos sobre este singular acontecimiento.

Se incrementa la lista de participantes
El "bichito" picó muy rápido entre varios arrecifeños y pobladores de la zona que sacaron lustre a sus Ford modelo T e incrementaron las grillas de largada: Julio Paolucci, Jesús González, Domingo Romanini, Juaco Olivera, Héctor "Coqui" Petri, Luis Berceró, Raúl Habegger, Américo Loeda, Osvaldo D´Ángelo, "Chopo" Montardit, Carlos Pairetti (con Romasanta y Jorge Aguirre alternándose como acompañantes), Roberto Bergami y Ramón Baltar (ganadores de una carrera con largada tipo Le Mans), Valentín Agulla, Pablo Ferretti, Novillo, Vicente Petrich, "Pique" Litardo, Roberto Vellón, entre otros. 

Nace el Ford T Club Arrecifes
Este grupo de entusiastas dio un nuevo envión al automoviismo arrecifeño y generó el nacimiento del Ford T Club Arrecifes (1956, actual Arrecifes Automóvil Club).

Apostillas
Los amigos del "Rancho Los 10" corrían con la inscripción "U.T.T" (Unión Tomadores de Tintillo) como se autoproclamaban. 

Una soga
En la primera carrera, la "chatita" de Otero arrastraba una soga. "Para indicarles a los otros dos participantes que los traía a la rastra...", aclararon piloto y acompañante mientras eran llevados en andas por sus amigos.

Batería 
"Veníamos a fondo y nos comimos un lomo de burro, volamos con el Ford T y unos metros después se paró. Se nos había caído la batería. Nos alcanzaron una y seguimos en carrera"explicaba Pairetti.
                                                         
                                                    Carlos Pairetti, Jorge Aguirre y el afecto de la gente

Vuelco
Calí protagonizó un vuelco en el circuito del Monasterio. Él y Cornelis, su acompañante, salieron con algunos magullones, la "chatita" abollada y el orgullo herido...

Cascos
Santiago Schmidt y Mario Mingola con sus simpatizantes, repárese en los cascos protectores del binomio.


"Armando Lío"
Seudónimo de Ramón Baltar.

Humor
En la segunda carrera (la que ganó Calí) algunos de los participantes corrieron disfrazados con caretas de goma y pelucas, para darle un toque de humor a la brava porfía.

El susto de "Espartaco"
A pesar de los años transcurridos,  Mario Litardo recuerda con lujos de detalle el susto que se pegó: "Veníamos en la tierra alcanzando a otros dos coches. Encaro por la izquierda para pasarlos, era un camino abovedado, paso a uno y me corró para el centro del camino... En ese momento, me doy cuenta de que habíamos pasado rozando las barandas de un puente. Por la tierra no lo había visto"



El Ford T 1925 de "Pique" Litardo "Espartaco" en el taller "Litardan", de la calle Cochabamba 2238, Buenos Aires. De izquierda a derecha D´Ángelo y su hijo, Litardo, Ubaldo Sayal el acompañante (con el casco en la mano izquierda) y un par de amigos y colaboradores.

el agradecimiento por las fotos a Ana Lía Schmidt, Carlos Pairetti y Pique Litardo.

martes, 30 de junio de 2020

Acelerando con los "T"


 Arrecifes: un lugar en el que sus habitantes respiran automovilismo.  En 2000, en una visita a nuestra ciudad, don Alfredo Parga, notable periodista del diario La Nación, dijo: "En las calles de Arrecifes es probable que usted choque con un automóvil de carrera, antes que con otro vehículo".
Como para refrendar lo expresado por Parga, vamos con pruebas al canto. Seguramente, Henry Ford no imaginó que su modesto Ford T se iba a transformar con el paso de los años en un auto y/o motor de carrera que, mediante el ingenio de nuestros mecánicos, alcanzarían velocidades insospechadas.
En los '50, en Arrecifes, un desafío de tres amigos: Calí, Otero y Schmidt con sus "chatitas" Ford T fue el detonante para transformar esos utilitarios vehículos en autos de carrera. Roberto Hugo Bustos lo describió muy bien en su libro "Un desafío que hizo historia".  A estos tres amigos se le sumaron varios más. Entre otros, Carlos Pairetti, que mientras soñaba con el TC, despuntaba el vicio con la "chatita" de "Tuno" Acosta.
En la foto que encabeza la nota, Domingo Romanini al volante de su "chatita" rodeado por un grupo de amigos y colaboradores. 

Las "chatitas" T sembraron la semilla para buscar nuevos horizontes de la velocidad... 
Fernando Risso "Binchu", antes de acelerar en TC, manejó este prolijo monoposto de la categoría Ford T Semipreparados.



El turno de Osvaldo 
D´Ángelo, también en el "Costanero" del Arrecifes Automóvil Club, con otra "joyita" de la categoría Semipreparados. 
D' Ángelo también fue acompañante de Néstor Marincovich, Domingo Vita, Ofelio Oviedo y César Malnatti.
Ricardo "Cacho" Vellón  
con el auto con el que perdió la vida Juan Pedro Moisello, en Pilar (1961).
Vellón y Néstor Moisello -hermano del infortunado piloto- lo reconstruyeron, luego del accidente. Años más tarde, lo corrió Dario Di Palma en Limitada 27.



A través de estas fotografías nos reencontramos con un automovilismo diferente: el del taller, los amigos, la ronda del mate, el asado... Otro automovilismo (don Alfredo Parga, Radio El Mundo), ni mejor, ni peor, simplemente: "Otro automovilismo..." 

Fotos gentileza de Roberto  Hugo Bustos y la de Vellón, de Hugo Bianchini.

miércoles, 24 de junio de 2020

Aunque el lunes...

El centro vino desde la izquierda, casi a rastrón. Al Negro se le llenó el zapato con la número cinco. Calzó como un guante. La empalmó  como venía ...
”¡ El remate con pierna derecha salió recto hacia al arco venciendo la resistencia del guardameta...!” - diría Fioravanti
¡Negrooo, Negritooo...nos vamos...!  Gritó la madre...
El Negro miró la peladura de los zapatos y se preparó para el reproche: -¡siempre el mismo! Te ponés a jugar con la mejor ropa. La de los domingos ¡parece mentira...!
Un domingo perfecto para el Negro. Un golazo en el baldío; mañana lunes 26 de junio feriado  “al conmemorarse el centésimo cuadragésimo aniversario del natalicio del teniente general Bartolomé Mitre” -había escuchado en el informativo de Radio el Mundo. El distrito llevaba su nombre. Ma qué se yo, pensó el Negro, si mi ciudad se llama Arrecifes. Su cerebro recibió una descarga, como  de un rayo,  que almacenó rápidamente “mañana me salvo de las dos horas de matemática” y sobre el pucho otra, “para mí que el enemigo organizó los horarios en primer año: Matemática en las dos primeras horas de un día lunes. ¿A quién se le puede ocurrir?”. Se sorprendió por la velocidad de sus razonamientos y continuó: “además, hoy sólo tengo que pensar en el cuadrangular de mañana en el sitio; al lado del almacén del turco, y en la carrera de bicicleta. Agenda completa para el Negro -se dijo- alegrándose de  no sufrir  esa melancolía de los domingos a la tardecita, cuando uno ya se gastó más del ochenta por ciento del fin de semana. Y ni te cuento cuando el lunes suena el despertador a las seis, -llamame porque tengo que estudiar mamá-. Claro que después, a las y cuarto apaga la luz, ya erudito en la materia. El padre se encargará de arrancarlo de sus sueños de corredor de TC a las seis y cuarenta y cinco.
-¡Vamos Negrito... que no llegás!
Siete y cuarto estará sentado frente a la  humeante taza de café con leche, saboreando las tostadas con manteca y azúcar -lo mejor de esas mañanitas-. Más tarde se encaminará por la Ricardo Gutiérrez, encontrándose con los otros colegas del madrugón. Pisarán la escarcha, mientras el humo que escapa a través de las bufandas les dará el aspecto de fumadores viciosos sin cigarrillos. El Negro, abstraído en tales filosóficas reflexiones, de un domingo sin las angustias de esos lunes de clases en el viejo San Bartolomé, no reparó en que ya estaban llegando a su casa. Fue en ese momento, que hoy podría precisar con exactitud, cuando el vecino llamó al padre del Negro y le arrojó la noticia... “Sabe, se mató Toto viniendo de San Pedro con el Bergantín”. El Negro se olvidó del domingo con lunes feriado. Sintió un sacudón. Una nube de nostalgia y melancolía lo envolvió, con la agobiante pesadez de esas mañanas de junio, cuando la niebla cubre la ciudad. También le pareció recibir un mazazo seco sobre la cabeza -lo imaginó como el golpe que despenaba a las infortunadas vacas en el matadero municipal-. No podía ser cierto. ¿Por qué no un error en la noticia? Sin embargo, Toto, el Bergantín, ese maldito auto. No había posibilidad de error. Era él. Su ídolo del TC. Néstor Marincovich “Sandokán”. el mismo Toto que lo alegró cuando le ganó a Juan Gálvez en 9 de Julio. ¡Si parece que fue ayer! Todavía no hace un año. El mismo “Sandokán”  que lloró, como el Negro, de impotencia  cuando el Chevrolet le cantó el no va más en Arrecifes. Ganaba la carrera de su pueblo y el  Chivo no quiso más. Faltaban sólo 15 kilómetros.
El Negro notó que unas gotitas saladas resbalaban sobre su cara...Agachó la cabeza. Pateó fuerte el piso, olvidándose de los reproches por los “zapatos de salir” y quiso que ese domingo fuera otro...Otro domingo. No el domingo 25 de junio de 1961. Aunque el lunes tuviera que ir al colegio...

Raúl Gattelet




 Fotos 1: Ramón Trejo, 2: El Gráfico 3: del autor.

Juan Manuel Fangio y Cástulo Hortal ¡Feliz día del Piloto!

Cuando una imagen vale más que mil palabras,..

         Juan Manuel Fangio y Cástulo Hortal 

Balcarce y Arrecifes unidos
en este respetuoso saludo
El Quíntuple y el Pionero 
del automovilismo arrecifeño!!! 

El mejor homenaje en el día del Piloto.


Foto: gentileza de Fernando Maggi  

viernes, 19 de junio de 2020

Parque Cerrado del VII G.P.Internacional de Turismo


Sábado 2 de noviembre de 1963, Vicente Formisano arriba victorioso a Arrecifes, punto final del VII Gran Premio Internacional de Turismo Súper nafta YPF.                    

6a etapa: Villa Carlos Paz - Arrecifes, 662,4 km - total: 4.402 Km.


Parque cerrado final: quimera para todos los participantes de los grandes premios: culminación de esfuerzos, ansiedades, inquietudes, emociones. Rencuentro con familiares y amigos...

Formisano, ganador de la Categoría "C", rodeado por amigos arrecifeños: Agustín Camarasa, Jorge Aguirre, Américo Loeda, Horacio Bintureira
Carlos Marincovich y Luis Di Palma... 
no faltaba tanto para que estos dos jóvenes se hicieran conocer...

Carlos Pairetti recibe a su amigo Juan Manuel BordeuEl balcarceño terminó 4° con el Mercedes Benz 300 SE del equipo  alemán.
Pairetti, el domingo anterior, había llegado 4° en Tandil y se preparaba para su participación en el Gran Premio de TC.

Nuevamente "Las Suecas" en Arrecifes: Ewy Rosqvist y Ursula Wirth rodeadas por simpatizantes locales y el periodista Rubén Quinteros (con anteojos). El policía les abre paso. Ganadoras en 1962; terceras en el '63











Fotos: gentileza de Aldo Mira  

viernes, 12 de junio de 2020

Otros tiempos, la misma pasión


Francisco Maurino y Juan Carlos Pozzi

             
Unas fotos en blanco y negro y un programa del III Gran Premio Arrecifes, nos permiten repasar parte de la historia del automovilismo de nuestra ciudad.

Encabeza la nota el Willys Nigth de Francisco Maurino y su acompañante Juan Carlos Pozzi,  13° en el Gran Premio Nacional de 1931, que se desarrolló entre el 7 y 8 de febrero. El 6 de setiembre del mismo año se corría el III Gran Premio Arrecifes

Algunas particularidades de la carrera
:

Ni bien finalizó la prueba, Ernesto Blanco era el ganador, pero Eleuterio Donzino reclamó que no se le había computado una vuelta. Los integrantes de la Deportiva del Automóvil Club Argentino revisaron sus planillas (se hacían a mano y el paso de los corredores por observación directa de los controles) y repararon su error: el vencedor fue Eleuterio Donzino quien había ganado la primera edición de la carrera, en 1929. (del libro Cástulo Hortal "El Pionero", Roberto Hugo Bustos).

La representación arrecifeña estuvo a cargo de
Francisco Maurino-Juan Carlos Pozzi (Willys-Knight), abandonaron, y Cástulo Hortal-Ubaldo Hortal (Arrecifes Racing Car), quienes finalizaron 6°.
El auto de Maurino, propiedad de Vicente Lo Valvo, era el mismo que utilizó en el Gran Premio Nacional Los hermanos Hortal participaron con el viejo Studebaker, bautizado por don Cástulo como Arrecifes Racing Car al no recibir apoyo alguno de parte del importador de la marca, de la cual Hortal era concesionario.
Accidente
Durante el desarrollo de la carrera Cayetano D´Amico embistió un espectador que se cruzó en el camino del Fiat 519 del volante italiano. Las consecuencias fueron terribles: murieron D´Amico, su acompañante Santiago Colussi, y el espectador.



1939: Carlos Curtessi con su auto de Limitada.
Curtesi murió muy joven, tenía 22 años. En su corta existencia se destacó como un entusiasta de los deportes, practicó fútbol, ciclismo, pelota a paleta y fue protector del boxeo. Pero su pasión por el automovilismo pudo más. Comenzó con buen suceso en las carreras de Ford T Standard y Limitada. En 1940, compró una cupé Ford con la que corrió el Gran Premio Internacional del Norte y las 1000 Millas. 
El 12 de enero de 1941, perdió la vida en un choque múltiple durante el desarrollo de las 12 Horas de Rafaela.  

1941: otro joven, Edison Hortal cuando se midió con los grandes del motociclismo en la pista del Estadio Municipal.  
A los 16 años, "Encho" ya había corrido como acompañante de su padre Cástulo.

Fotos: Roberto Hugo Bustos y Raúl Lacaze

jueves, 21 de mayo de 2020

Fotos con historias

31.05.64: primer triunfo de Luis Di Palma y 1-2 para los locales en la VI Vuelta de Arrecifes (de izquierda a derecha): Guillermo Medina, Domingo Visciarelli, acompañante de Pairetti, Luis Di Palma y Carlos Pairetti, Atrás, Ioccolano y Penissi.


1946: Edison Hortal 2° en Zárate, con el auto de Froilán González.










Noviembre 1961: parque Cerrado en Arrecifes del V Gran Premio Internacional Standard: 
recibimiento a Orlando Raúl Lizzi (DKW) 9° en la categoría "B" (de izquierda a derecha) Ricardo Danloy, José "Cholo" Ruiz, acompañante de Lizzi, Guillermo Medina, Orlando Lizzi (detrás Jorge Aguirre-abuelo de Valentín) y Suárez, Carlos PairettiZuvilivia, y Néstor Algán.



1966: Domingo Visciarelli se ajusta el casco. "Mingo" acompañó a Carlos Pairetti, Carlos Marincovich y Miguel Bahillo
Con él, Guillermo Medina (corrió el Gran Premio de TC de 1964, con el Chevrolet de Juan Roberto Machado). Más atrás, 
"Ito" Saib Saad acompañante de Carlos Marincovich en las primeras carreras del arrecifeño.




                                                                      1971: "Espartaco" Mario Romeo Litardo-"Julián Bilbao" (Peugeot 504) 5° en la Clase "B" de las "12 Horas  Argentinas de APAT", en el autódromo de Buenos Aires. Primeros: Alfredo Jaegli-Carlos Pairetti (BMW 2002 TI).


6.07.86: Debut de Tomás Ranalli (Chevy, ex Vicente Pernía). Autódromo de Buenos Aires.








Fotos: Osvaldo Lúgaro, Raúl Lacaze, Gloria Medina, Mario Litardo y porlashuellasdeltc.

jueves, 14 de mayo de 2020

Fotos e historias

La fotografía inmortaliza momentos. Con el paso de los años se transforman en documentos que forman parte de nuestra historia y nos superan en el tiempo. 
1971: Limitada 27, en Arrecifes: Dario Di Palma corría un auto con historia.  
El auto con el que “Pocholo” Moisello ganó en Derqui, 1959, y perdió la vida en Pilar, 1961.


1966: Abandono de Luis Di Palma y Juan Lombardo en la 2ª etapa del Gran Premio  (General Pico y Zapala). Huellas de un golpe en la cupé Chevrolet,motor Chrysler Slant Six, de los arrecifeños.


1971: Laucha Ríos en la ocasión, acompañante de Jorge Cupeiro
1971: Pachanga Rutte acompañante de  Luis Di Palma. El último acompañante campeón con Torino en TC. 

1960: Todo el ímpetu de Domingo Vita con el Chevrolet V8 de Fuerza Libre. El día que ganó en el circuito de la Emilia, San Nicolás. 













1971: Eterovich con el Destéfano

“Arrecifes - Con un ex-Fórmula 1 el que perteneciera a Carlos Destéfano, el arrecifeño Francisco Eterovich armó un vistozo Fomento. Tan elegantes líneas se cotejarán de ahora en más con el variado parque de la categoría. Si llega a andar tan bien como pinta, dicen que a Coronel le van a temblar las barbas. ¿Será para tanto?”, de AUTOMUNDO n° 321, del 13 de julio de 1971.


Fotos: Automundo (issusu.com), Coche a la Vista, gentileza de Eldo Bertello, Piki Brogno, en historiatc.com.ar.

viernes, 8 de mayo de 2020

Los auxilios

Héroes anónimos de aquel Turismo Carretera en ruta.  
En los Grandes Premios eran los primeros en salir al camino y los últimos en llegar. 
Se movilizaban en  camiones o camionetas (generalmente, propios) transportando ruedas de auxilio, bidones, repuestos, agua y cuanto elemento pudiera ayudar a su piloto.
Recorrían varios kilómetros hasta llegar hasta al lugar indicado. Podía ser en plena montaña o casi en el desierto. Con temperaturas muy bajas o calores agobiantes. Nieve, lluvia o barro, no eran impedimentos para que los auxilios estuvieran apostados esperando... 
Cuando el auto llegaba a su puesto comenzaba la febril actividad: cargar nafta, aceite, agua, limpieza de parabrisas, reparar alguna falla o elemento roto. No importaba que los “fierros” hirvieran… las quemaduras en las manos eran trofeos de guerra. En la mente de los auxilios estaba la idea fija: poner lo más rápido posible otra vez el auto en carrera. Después, esperar el paso de todos los autos y nuevamente a la ruta en demanda del final de etapa, aún con muchos kilómetros por delante…
En el día de descanso, entre una y otra etapa, los auxilios colaboraban con el piloto y acompañante en la reparación y alistamiento del auto antes de devolverlo a parque cerrado. En algunos casos, finalizadas las tareas, había que volver a la ruta y emprender camino...
Los auxilios formaban una cofradía y no dudaban en ayudarse mutuamente, cuando fuera necesario.  
Anécdotas...
¡Las llaves!
"Nosotros estábamos en Justo Darac, antes de San Luis", cuenta Juan Carlos Stachiola, integrante del equipo de auxilios de Luis Di Palma en el Gran Premio de 1963. 
"Por allí pasaron bien, sin problemas. Continuamos viaje detrás de la carrera. Pelusa (Rubén Scarafoni) había hecho preparar una radio grande, a pilas, para recibir la información a través de las trasmisiones de la carrera. Sin embargo, no se escuchaba nada. Pasando Villa Mercedes, San Luis, por la radio de la camioneta escuchamos que Luis pedía auxilio. Llegamos a donde estaban ellos parados, pero no teníamos la tapa de cilindros que necesitaban. Estaba en la otra camioneta que se encontraba en San Luis. Salimos a su encuentro. Ellos también estaban informados y regresaban en busca del auto. Cambiamos la tapa y, al poner en marcha, se quemó la junta. Otra vez a desarmar y reparar. Reanudaron la carrera muy retrasados". A pesar de lo dramático del momento, siempre hay tiempo para la sonrisa. "Ya más tranquilos, nos disponemos a continuar camino -enfatiza Stachiola-. El viejo Di Palma (el papá de Luis) lo invitó a Pichuchi Faura para seguir con ellos. Aceptó el 'convite' y partieron (Rubén Di Palma, Pechengo Paz y Pichuchi). No tan grata fue nuestra sorpresa, al darnos cuenta que con Pichuchi se había ido las llaves de nuestra camioneta." A grandes males, grandes soluciones. A partir de entonces, una sevillana reemplazó a la ausente llave de contacto.
Colaboración
“Cacho” Trosset, integrante del equipo de auxilios de Carlos Pairetti, contaba que al finalizar una de las etapas del Gran Premio de 1966. En el día de descanso, don Pablo Macagno le pidió a Rubén Aeid, preparador y acompañante de Pairetti, si le "prestaba" a  alguno de los muchachos de su equipo para darle una mano en la reparación del auto del mendocino. Aeid designó a Trosset para las tareas. 
Así eran los auxilios, héroes anónimos, dispuestos siempre a dar una mano. Con su tiempo, su esfuerzo y la satisfacción del deber cumplido...

Fotos: historiadeltc.com.ar, Di Salvo y Daniel Trosset

martes, 5 de mayo de 2020

Edison Hortal en el circuito de Retiro

 Absoluta armonía en el conjunto: piloto-auto.
Fotos inéditas de Edison Hortal en el circuito de Retiro. Todo un documento gráfico, con una historia singular. Hace unos años, Raúl Lacaze y José Luis Zaccaría visitaron a Newton Hortal, el menor de los cinco hijos de Cástulo y de Rosa Martínez

El motivo de la visita era otro, pero en un momento la charla derivó a la carrera de Retiro y el anfitrión le mostró varias fotografías, que ellos se encargaron de capturar en estas imágenes que hoy exponemos.
Febrero de 1947: en dos fines de semana, las categorías Mecánica Argentina Fuerza Limitada y Libre, corrieron en el circuito “parque” de Retiro, como preámbulo de las pruebas de autos especiales, con participación de pilotos europeos. Edison Hortal (Plymouth) ganó las dos carreras de Fuerza Limitada y finalizó segundo en la final conjunta de ambas categorías, el 16 de febrero

El circuito
"El circuito de Retiro ya había sido utilizado en 1941 en una carrera que había ganado José Canziani con un Alfa Romeo 3.800 c.c. y había sido diseñado sobre algunas avenidas asfaltadas de poco uso y algunas calles adoquinadas muy cercanas al puerto de Buenos Aires. El trazado tenía 2.410 metros de recorrido y su ancho permitía que largaran hasta cinco autos por fila. Aquel circuito, para tener una referencia actual, pasaba por el frente y por la parte de atrás del edificio de la Casa de Moneda y por el frente de las instalaciones de Ferrocarriles del Estado. El control, el palco de las autoridades y el abastecimiento se había ubicado en la cuadra de la Casa de Moneda."



9 de febrero: largada de la final conjunta: Fuerza Limitada y Libre
en primera fila (de izquierda a derecha): 32, Edison Hortal, 48, Mario Chiozza (Mercury bimotor); 47, Clemar Bucci (Cadillac 16 cilindros). Segunda fila: 53, Mario Sessarego, 62, Mario Reibaldi (Hudson).
Fuentes consultadas: Jorge Augé Bacqué, Automóvil Sport y www.jmfangio.org.