miércoles, 10 de enero de 2024

Apuntes de allá lejos y hace tiempo...



Con el Dakar en pleno desarrollo, el impasse en los circuitos de nuestro automovilismo y plena actividad en los talleres, 
para compartir ciertas "perlitas" nos permitimos bucear en las entrañas del libro “Medio Siglo de Automovilismo Argentino”, de Ricardo Lorenzo -Borocotó- Editorial Atlántida 1953, 

Era Studebaker!!!

“Me acuerdo que en un entrenamiento que hicimos juntos con Fernando Nery, Paris Giannini y Cástulo Hortal en 1925, de Villa María a James Craik, apenas unos 35 kilómetros necesitamos  un día. El barrial era tremendo y las zanjas estaban llenas de agua. Íbamos encontrando coches hundidos en ellas y Hortal, admirador de los Studebaker, cuando veía a uno desde lejos, decía: ‘No es Studebaker’, y acertaba. Pero de pronto vimos a uno sumamente hundido y Hortal largó su estribillo. Era Studebaker”

Bucci, un adelantado

Domingo Bucci, que había sido segundo con su Hudson ‘Bestium’ detrás de Malcon, concurrió a esta de 1928 (Nota: 500 Millas de Rafaela) con su máquina más aligerada y provista de una carrocería con fuselaje. Estudioso como siempre, Mingo estuvo buscando con paciencia las líneas de menor resistencia al aire y en algunos ensayos lo acompañó su propia esposa, arrojando ésta trozos de papel que hacía deslizar por la cola del coche a fin de comprobar si se producía el vacío tras ella. Si los papeles acompañaban la marcha es porque el vacio se originaba y eso indicaba que las líneas del fuselaje no eran perfectas;  en el caso de que los papeles fueran quedando el éxito se había logrado. Así realizó Bucci los experimentos a la búsqueda de la menor resistencia al aire”. Domingo Bucci y su acompañante Arturo Forasieppi perdieron la vida en los 500 Kilómetros de Arrecifes, de 1933

La generosidad de Julio Pérez

-¡Cómo caminan los ‘chivos’! - fue la expresión pintoresca de Domingo Marimón, confiada a mí en Tandil (Nota: I Gran Premio Internacional del Sur). Los Chevrolet habían comenzado a andar y la supremacía establecida por los Ford (aunque no hubieran vencido en las dos primeras ediciones del nuevo  Gran Premio) comenzaba a verse muy amenazada. Además de haber venido de fábrica los nuevos motores Chevrolet con mayor potencia, y de la facilidad que acuerda un motor de seis cilindros en línea para su preparación, otro detalle influyó sobremanera: los caños rectangulares de admisión que aumentaban el régimen. El hallazgo se había verificado en Arrecifes y en ello tuvo mucho que ver Julio Pérez, quien, generoso de suyo, desparramó el conocimiento. Así los Chevrolet fueron equipados con ese nuevo tipo de admisión”.



Fotos:

Cástulo Hortal, dibujo de Carlos Raúl Martínez

Domingo Bucci, El Gráfico

Julio y Bernardo Pérez y "Bravo Terceto", historiatc.com.ar.





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2 comentarios:

Anónimo dijo...

muy bueno Raul

Anónimo dijo...

Julio Perez: un caballero!!!!