Agosto de 1993, viajábamos con Julio Cuevas hacia San Jorge (Santa Fe) para presenciar una carrera de Supercart. Llegando a Rosario teníamos que doblar a la derecha y se me ocurre decir: “derecha de 2”. ¿Qué significa? –Preguntó Julio- el código que se utiliza en Rally, de acuerdo con la peligrosidad de la curva, comenté sin mucho convencimiento.
Lo cierto es que allí nació la idea de participar en un Rally. Se aceleraron los tiempos y el sábado 25 de setiembre en la rampa de largada del Rally de Casilda el binomio Julio Cuevas-Raúl Gattelet, con un Fiat 128 1100, descendía de la rampa camino a Pujato, escenario de las dos primeras pruebas especiales.
El domingo anterior recorrimos los caminos con una Fiat Fiorino, aunque nos había quedado un tramo sin reconocer. El día de la carrera nos surgieron las dudas: qué pasaría con nuestros apuntes cuando viniéramos en velocidad. Servirían o no. Para colmo de males, por la noche y parte de la mañana llovió bastante, cambiando las condiciones de los tramos propuestos. Los “melli” Bertini, Daniel Trosset y Nito Perbeils nos habían asesorado sobre los procedimientos de los horarios para marcar las tarjetas y preparación de la Hoja. Pero, ahora, como decía el recordado Ringo Bonavena: "(...) cuando suena la campana, te sacan el banquito y uno se queda solo.”
Y ¡largamos el PC 1!
“A 200 izquierda de 2; 700 chicana izquierda/derecha y 300 derecha sin escape” (recuerdo que en el frente del camino se veía una casa blanca). Más o menos así. Pasaron 25 años y vaya a saber dónde quedó el cuaderno que utilizamos como hoja de ruta. El especial era de poco más de 4 kilómetros. Una radio local trasmitía la carrera. Primera desilusión: estábamos bastante atrás y lejos en los tiempos.
El navegante tomó la postura de levantarle el ánimo al piloto: “Quedate tranquilo, ahora con más confianza vamos a mejorar. Tomé el parcial hasta la chicana” Confirmado, mejoramos bastante en la segunda pasada y ya no figurábamos tan atrás en la clasificación del parcial.
Un PC más y final del primer día: 6° en la categoría, sobre 11 autos no estaba tan mal. Otra vez asomó el navegante motivador: “Si mañana no tenemos problemas subimos al podio en la categoría”.
El domingo, terminando el primer PC rompimos la homocinética. Con la fortuna de que el equipo estaba allí. Aunque, lamentablemente por el abandono de Trosset-Perbeils. Repararon nuestro auto y llegamos a tiempo para la segunda especial. Pero, otra vez finalizamos con problemas: en un salto muy fuerte en el ingreso a un campo, se corría paralelo al camino real y se volvía a él, se rompió la torreta que sostiene el amortiguador de la rueda trasera derecha. Además, terminamos con la temperatura de agua por las nubes. El equipo trabajó a full y nos devolvió a los dos últimos PC con un auto entero.
“¡Hablame un poco menos!”
Previo a nuestra participación en Casilda, Oscar Cardigni me facilitó un cassette con la grabación del navegante de Raúl Amichetti, de Rojas. Lo escuché varias veces y me llamó la atención cómo motivaba a su piloto. Lo tomé al pie de la letra. Pero, tal vez me excedí… Julio pidió: “¡Hablame un poco menos!” Llegó el desquite para el navegante: recta larga y el tipo mudo. Con señas elocuentes el piloto quiere saber qué es lo que viene… Y el navegante espera hasta último momento para indicarle curva a la derecha… Después, ambos nos reímos bastante.
Completamos la carrera: 6° en la categoría y 29° en la clasificación general. Nada mal, por ser la primera vez del binomio. Hoy, a 25 años de aquella carrera. El recuerdo para todos quienes nos ayudaron en aquella ocasión y especialmente para aquellos amigos que integraban aquel equipo y se fueron de gira, como dicen los artistas: Carlitos Gerez, Ariel Ibañez, “el melli” Abel Bertini y el abrazo para los que siguen en la brecha.
Raúl Gattelet
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