El Ñato Aguirre fue un personaje singular del automovilismo arrecifeño, que alternó sus participaciones automovilísticas como piloto en Ford T Semipreparado y acompañante de notables figuras en el Turismo Carretera de los ’60. Según el documento de identidad, se llamaba Roberto Domingo Aguirre, pero para el automovilismo arrecifeño fue el Ñato Aguirre.
Sus primeros “palotes” en el mundo de la velocidad los realizó con un Ford T de Carretera. Posteriormente, con el mismo auto se anotó en varias carreras “cuadreras” en la zona de Arrecifes, hasta que decidió armar un monoposto para correr entre los Semipreparados. Con tal fin compraron una carrocería con historia, partes de ella habían pertenecido al primer auto de José Froilán González. “Prácticamente adaptamos el chasis a la carrocería que teníamos”, recordaba Aguirre.
Actividad oficialSu participación oficial se produjo en Villa Constitución, en 1956. Finalizó 10º en la serie, pero no pudo largar la final. Las primeras satisfacciones llegarían en el ’57, con buenos trabajos parciales y un segundo puesto en Teodelina (Santa Fe). En el ´58, su actividad como piloto fue casi nula, pero como contrapartida debutó como acompañante de Néstor Marincovich (Chevrolet) en la Vuelta de Hughes de Turismo Carretera. “Sólo hicimos 1000 metros, se cortó una biela…”, destacaba el Ñato. Sin embargo, la alianza con Marincovich seguiría hasta la última carrera de Sandokán, en 1961.
En el ’59, cuando el TC se lo permitía, volvía a sus participaciones con el Ford T. En Posta San Martín ganó una serie sobre Orlando Sotro, pero en la final abandonó por rotura de motor. En el ’60, terminó cuarto en Luján en una competencia de Limitada del 27 que ganó Juan Carlos Márquez, escoltado por Orlando Sotro y José Morán.
Con PairettiTras la muerte de Néstor Marincovich, en un accidente de tránsito, Carlos Pairetti y un grupo de amigos adquirieron el veloz Chevrolet que tenía preparación de Bernardo Pérez. Por supuesto, el Ñato desde la butaca derecha aportaría toda su experiencia en las primeras carreras de Il Matto. Después, Aguirre se retira y vuelve a trabajar sobre el Ford T, pero sus participaciones se hacen cada vez más intermitentes. Su actividad con su camión de transporte lo alejan del automovilismo. Pero, no sería por mucho tiempo. Pocos días antes de iniciarse el Gran Premio de Turismo Carretera de 1963, apareció en la vida del Ñato el joven Luis Di Palma (19 años). Le habían facilitado la cupé Ford que había pertenecido al mendocino Julio César Castellani y quería correr. Debut con excelente trabajo en la primera etapa y un espectacular vuelco en la segunda. Aguirre sufrió las peores consecuencias: varias costillas rotas y un tobillo quebrado lo mantuvieron quieto por unos meses. “Estamos en presencia de un futuro campeón”, fue el certero pronóstico de Aguirre con respecto al joven Di Palma.
TriunfosDespués, Di Palma y su gente compraron la cupé Chevrolet de los hermanos Marques de Carlos Casares. Desde entonces, Aguirre no sólo ocupaba su butaca derecha, sino que también se hizo cargo de su preparación. Muy pronto llegaron las satisfacciones para el conjunto, un triunfo en la Vuelta de Arrecifes y otro en la de Salto. Todo en el ’64. Después, una serie de frustraciones mecánicas y falta de presupuesto fueron desgastando la relación. Se buscó un nuevo preparador y el Ñato volvió a su camión.
Poco tiempo después, nacía una nueva categoría zonal: TC del 40. Al taller del Ñato llegó una carrocería Chevrolet y… vuelta a la actividad. No ya como corredor, pero sí como preparador. Otra vez en la brecha y con un título de campeón.
En Arrecifes, el taller del Ñato, a pesar del controvertido carácter de su dueño, se convertía en visita obligada de quienes vivían el automovilismo con pasión. Allí, siempre había un auto de carrera y miles de anécdotas. También solía aparecerse Luis Di Palma a tomar unos mates y recordar con el dueño de casa sus primeras aventuras en el TC. El tiempo fue pasando y su salud se fue quebrantando aceleradamente. El 22 de febrero de 1994, el Ñato se marchó en silencio. Sin embargo, su figura y su recuerdo permanecen vigentes.
Poco tiempo después, nacía una nueva categoría zonal: TC del 40. Al taller del Ñato llegó una carrocería Chevrolet y… vuelta a la actividad. No ya como corredor, pero sí como preparador. Otra vez en la brecha y con un título de campeón.
En Arrecifes, el taller del Ñato, a pesar del controvertido carácter de su dueño, se convertía en visita obligada de quienes vivían el automovilismo con pasión. Allí, siempre había un auto de carrera y miles de anécdotas. También solía aparecerse Luis Di Palma a tomar unos mates y recordar con el dueño de casa sus primeras aventuras en el TC. El tiempo fue pasando y su salud se fue quebrantando aceleradamente. El 22 de febrero de 1994, el Ñato se marchó en silencio. Sin embargo, su figura y su recuerdo permanecen vigentes.
El Ford T
Chasis (se adaptó el mismo que utilizaban en el Ford T de carretera). Diferencial Ford 1940, elástico transversal. Eje de Ford. Frenos de Ford 1946. Tanque de nafta de 25 litros, colocado en la cola. Motor Ford T, cigüeñal de Ford T, luego de Ford A y por último de Ford B. Carburador de Ford 1937, pistones de avión Piper, magnetto horizontal Scintilla, lubricación forzada.
Triunfos en el TC 10.07.1960 con Néstor Marincovich (Sandokán) en 9 de Julio
31.05.1964 con Rubén Luis Di Palma en Arrecifes
30.08.1964 con Rubén Luis Di Palma en Salto
Principales actuaciones como piloto
2º - Teodelina 1957
3º - Venado Tuerto 1959
4º - Luján 1960
5º - Posta de San Martín y Álvarez
Ganó una prueba de clasificación en Arrecifes y una serie.
Otro apodo Por su particular condición de haber acompañado a Carlos Pairetti y Luis Di Palma en sus inicios, el Ñato se ganó el apodo de “el domador de leones”.
“Coche a la Vista” de 1957 en “5 Volantes en Historias Breves por Sevalo”.
“En la categoría Ford T viene cumpliendo actuaciones muy meritorias Roberto Aguirre, que nació en Arrecifes, el 28 de octubre de 1922. Se inició en la actividad oficial el 1º de setiembre de 1956 en la prueba de V. Constitución, donde se clasificó décimo en la serie sin poder largar la final. Posteriormente en Mariano Benítez fue séptimo en la serie y final. Con lo que cerró su actuación de ese año. En 1957 en Teodelina finalizó tercero en la serie y sexto en la final; en Posta de San Martín 6º en la serie y 5º en la final. En Arrecifes, 2º en la serie y 6º en la final; en Pergamino fue 5º en la serie, pero no pudo largar la final; en Álvarez, 5º en la serie y final; en Teodelina segundo en la serie e igual colocación alcanzó en la final y en Santa Isabel se clasificó 5º en la serie y 12º en la final”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario