Cástulo Hortal y Paris Giannini
Una tarde de verano del 70 y algo... don Cástulo me recibió en el living de su casa de la avenida Dardo Rocha donde vivía refugiado entre sus recuerdos enmarcados en viejos recortes de diarios y revistas. Su lucidez y constantes recorridos sobre aquellas amarillentas páginas lo transportaban hacia los años ’20, entre polvorientos o embarrados caminos.
Olores a aceites y combustibles. Caras al viento con antiparras, gorras o casquetes de tela que enfundaban a aquellos aventureros de la velocidad
formaban parte de su presente.
El hombre
que nació en Vega de Sariego, Asturias, y que adoptó Arrecifes como su destino
definitivo, recordaba con profundo dolor, a pesar de los años transcurridos, el
accidente de Paris Giannini y Dino Papini, inmolados en cercanía de Arrecifes, en
la primera etapa del Gran Premio de 1929.
Su conmoción no le impidió reconocer que su amigo Paris Giannini “en muchas oportunidades manejando se distraía y se desconcentraba. Era arquitecto y tal vez estaba pensando en alguna obra. En varias ocasiones pasamos grandes sofocones y nos fuimos fuera del camino. Por eso pienso que en esa curva fatal pasó algo parecido, se distrajo y así volcó. Si lo hubiera acompañado estoy seguro no le hubiera pasado….” Al terminar el relato, don Cástulo movió la cabeza de un lado al otro, como negando la cruel realidad…..
don Cástulo y doña Rosa
Fotos del libro de Roberto Hugo Bustos "Cástulo Hortal El Pionero"
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