El 25 de agosto de 1968, Carlos Pairetti ganaba las 500 Millas de Rafaela con un Destéfano Chevrolet a 217,226 km/h de promedio luego de completar 174 vueltas al óvalo de 4624,46 metros (804,656 kilómetros). El ’68 sería un año especial para Il Matto, ya que pocos meses más tarde también lograría el campeonato de Turismo Carretera.
El auto para RafaelaEl auto que corrió Pairetti en su segunda incursión en las “500” de Rafaela era el Destéfano Chevrolet, que pertenecía al Midget Club Sunchales y conducía Vicente Cipollati:
“(…) El proceso ‘Midget Club Sunchales - Vicente Cipollatti - Carlos Pairetti’ es por todos conocido y ocupó las páginas de AUTOMUNDO en su oportunidad. Nuestra historia comienza mucho después. Apenas una decena de días más tarde de aquel cuando el monoplaza construido por Carlos Destéfano llegó, huérfano de planta motriz, a las instalaciones de General Motors.
“Por entonces ya estaba todo decidido. Carlos Pairetti se ocuparía de conducirlo, y un motor Chevrolet 250, de impulsarlo”, escribía Miguel Ángel Barrau en Automundo.
“Confirmado: Pairetti probó la semana pasada, en Rafaela, el auto de Cipollati y se quedó con él para correr las 500 Millas el 25 de este mes. Desde Mendoza el auto viajó a Buenos Aires para recibir un motor 250 preparado por ingenieros de General Motors (…)”. El Gráfico, 6 de agosto de 1968.
Antecedentes de Pairetti en las “500”“(…) El proceso ‘Midget Club Sunchales - Vicente Cipollatti - Carlos Pairetti’ es por todos conocido y ocupó las páginas de AUTOMUNDO en su oportunidad. Nuestra historia comienza mucho después. Apenas una decena de días más tarde de aquel cuando el monoplaza construido por Carlos Destéfano llegó, huérfano de planta motriz, a las instalaciones de General Motors.
“Por entonces ya estaba todo decidido. Carlos Pairetti se ocuparía de conducirlo, y un motor Chevrolet 250, de impulsarlo”, escribía Miguel Ángel Barrau en Automundo.
“Confirmado: Pairetti probó la semana pasada, en Rafaela, el auto de Cipollati y se quedó con él para correr las 500 Millas el 25 de este mes. Desde Mendoza el auto viajó a Buenos Aires para recibir un motor 250 preparado por ingenieros de General Motors (…)”. El Gráfico, 6 de agosto de 1968.
En 1964, cuando el circuito todavía era de tierra, Pairetti debutó en las “500” con el auto de Héctor Niemitz, con motor delantero y preparado por Rubén Aeid. Abandonó cuando estaba en punta y restaban 42 vueltas para terminar.
“(…) cumplidas 100 vueltas: Pairetti punteaba a solamente 159,3 km/h de promedio; Di Santo y Sanmartino le seguían a dos vueltas (…). Solamente un hecho imprevisto podía devolverle emoción a la carrera, y todavía quedaban más 100 millas… Ese hecho se produjo sólo en parte. Por fallas mecánicas Pairetti se detuvo en la vuelta 130ª y no regresó a la pista (…)”. El Gráfico 1964.
“(…) cumplidas 100 vueltas: Pairetti punteaba a solamente 159,3 km/h de promedio; Di Santo y Sanmartino le seguían a dos vueltas (…). Solamente un hecho imprevisto podía devolverle emoción a la carrera, y todavía quedaban más 100 millas… Ese hecho se produjo sólo en parte. Por fallas mecánicas Pairetti se detuvo en la vuelta 130ª y no regresó a la pista (…)”. El Gráfico 1964.
Las “500” del 68
La carrera fue veloz y -tal como se preveía- la lucha se planteó entre Pairetti y Copello, éste con el Cooper-Tornado preparado por Oreste Berta. El sanjuanino había roto el motor y el Mago de Alta Gracia junto con su equipo trabajó toda la noche para cambiarlo y asentarlo. Inclusive, Copello sabiendo que su motor no estaba lo suficientemente ablandado comentó. “Si Pairetti sale a hacer la punta lo voy a tener que dejar escapar.”
Por otra parte, la gente de General Motors también sabía que Il Matto daría un handicap de 40 segundos a su oponente por la recarga de combustible. “Vamos a tener que parar dos veces. La carga de los tanques no alcanza. El motor consume más de lo que creíamos.”
Al filo de las 90 vueltas (416,2 km), la carrera dio un vuelco fundamental al detenerse Pairetti en boxes. Perdió toda la ventaja acumulada sobre Copello y cuando volvió a pista se encontraba a 56 segundos del cuyano.
“Nuestros cronómetros le tomaron 4 vueltas (a Pairetti) por debajo del minuto y 14 segundos; otras 4 por debajo del minuto y 13 segundos y la vuelta número 100, la de la detención de Copello, en exactamente 1 minuto 11 segundos y 8/10… ¡Con carga completa de combustible, con 167 litros de nafta rodeándolo!”, detallaba Roberto Carozzo en El Gráfico.
En definitiva, Pairetti superó a Copello a 18 vueltas del final y se encaminó a su victoria en Rafaela, en tanto que Luis Di Palma, en su debut con los monopostos, arribaba tercero.
“(…) el espectáculo no estuvo solamente en ellos dos. Lo de Di Palma también es genial, y además era lo que le estaba haciendo falta a Luis para demostrar su ductilidad, su juventud y al mismo tiempo toda su experiencia. Con un auto viejo (Maserati-Tornado de la Peña Rueda), con mucha historia, planteó la carrera como si hubiera estado sentado en una maravilla mecánica del Siglo XX (…)”, destacó Roberto Carozzo.
Por otra parte, la gente de General Motors también sabía que Il Matto daría un handicap de 40 segundos a su oponente por la recarga de combustible. “Vamos a tener que parar dos veces. La carga de los tanques no alcanza. El motor consume más de lo que creíamos.”
Al filo de las 90 vueltas (416,2 km), la carrera dio un vuelco fundamental al detenerse Pairetti en boxes. Perdió toda la ventaja acumulada sobre Copello y cuando volvió a pista se encontraba a 56 segundos del cuyano.
“Nuestros cronómetros le tomaron 4 vueltas (a Pairetti) por debajo del minuto y 14 segundos; otras 4 por debajo del minuto y 13 segundos y la vuelta número 100, la de la detención de Copello, en exactamente 1 minuto 11 segundos y 8/10… ¡Con carga completa de combustible, con 167 litros de nafta rodeándolo!”, detallaba Roberto Carozzo en El Gráfico.
En definitiva, Pairetti superó a Copello a 18 vueltas del final y se encaminó a su victoria en Rafaela, en tanto que Luis Di Palma, en su debut con los monopostos, arribaba tercero.
“(…) el espectáculo no estuvo solamente en ellos dos. Lo de Di Palma también es genial, y además era lo que le estaba haciendo falta a Luis para demostrar su ductilidad, su juventud y al mismo tiempo toda su experiencia. Con un auto viejo (Maserati-Tornado de la Peña Rueda), con mucha historia, planteó la carrera como si hubiera estado sentado en una maravilla mecánica del Siglo XX (…)”, destacó Roberto Carozzo.
Clasificación Final
1. Carlos Pairetti (Destéfano-Chevrolet) 3:42:15.2/10 (174 vtas)
2. Eduardo Copello (Cooper-Tornado) 3:44:19.2/10 (174 vtas)
3. Luis Di Palma (Maserati-Tornado) 3:42:31.1/10 (167 vtas)
4. Omar Cuvertino (RS-Tornado) 3:42:08.4/10 (165 vtas)
5. Rolando Sotro (Maserati-F100) 3:42:40.3/10 (163 vtas)
6. Nasif Estéfano (Crespi-Tornado) 3:42:32.3/10 (161 vtas)
7. Omar Almeida (Bravi-Tornado) 3:42:35.8/10 (160 vtas)
8. Héctor Sanmartino (Requejo-Chevrolet) 3:42:55.4/10 (158 vtas)
9. Juan Carlos Salatino (Pascutti-Valiant SS) 3:42:45.4/10 (150 vtas)
10. Jorge Ternengo (Ferrari-Tornado) 3:42:56.6/10 (149 vtas)
Promedio del ganador: 217,226 km/h.
Récord de vuelta: Pairetti, en la 35ª, en 1:13.1/10 a 227,743 km/h.
Largaron: 24 pilotos - Clasificaron: 15 (62%)
Promedio de vuelta del vencedor: 1:16.6/10
Pruebas de clasificación
1. Carlos Pairetti (Destéfano-Chevrolet) 1.11.2/10 a 233,821 km/h.
Los titulares de las revistas especializadas
Corsa: “Una aplanadora llamada Pairetti”
Automundo: “Y otro mito quedó atrás…”
El Gráfico: “Pairetti sigue la serie: ¡..También las 500 Millas!
1 comentario:
Hola Sr. Gatelet. Yo recien hoy 26/8/09 me entere de este blog?. Yo soy Jaime Rostica, hijo de Juan Rostica, ya fallecido, quien siempre nos hablaba muy bien de Ustedes, cuando lo atendian como si fuera de la familia. He visto con gran satisfaccion su recuerdo del desempeño de Pairetti. Mi papa siempre nos daba las banderillas para estar en las curvas de Todd, que seguro Usted conoce, y no se si era 1968, cuando se venia corriendo la ultima etapa del Gran Premio y or Pergamino habia pasado primero Bordeau, y yo estaba de banderillero en la curva cerrada hacia Viña, cuando , dadas las subidas y bajadas, no se veia quien venia.(Estabamos tristes, por la informacion desde Pergamino) Pero, oiamos el rugir de un auto, y con gran tension y ansiedad, lo que oiamos era el ruido de un motor Chevroletcuando aparecio Pairetti, era una alegria tremenda.Ese Gran premio termino en el ACA de Arrecifes, y alli se corono como ganador del Gran Premio y campeon de ese año. Bueno. este es un recuerdo, que gracias a Usted lo puedo contar y transmitir. Un afectuoso saludo, y seguire en contacto. Jaime Rostica, jfrostica@hotmail.com
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