lunes, 24 de febrero de 2020

Marincovich y Pairetti en el equipo AUTOMUNDO

Entre el 22 de enero y el 12 de febrero de 1967, se desarrolló la Temporada Internacional de F3 en la Argentina. Carlos Pairetti y Carlos Marincovich, junto con Juan Manuel Bordeu, integraron el equipo que auspiciaba la revista AUTOMUNDO

Los arrecifeños y el balcarceño condujeron tres Brabham BT18-Cosworth, el N° 56 para Il Matto, el 58 para Bordeu y el 60 a cargo de Marincovich. Pairetti y Bordeu tenían experiencia sobre los monopostos, Marincovich no. Los dos Carlos hasta allí habían forjado su actuación en el Turismo Carretera de las rutas y de los caminos de tierra. Tenían estilos muy diferentes: Pairetti todo ímpetu, Marincovich con un estilo más aplomado. Los dos coincidían en llevar lo más rápido posible cuanto auto de carrera pusieran en sus manos.


Por diferentes motivos, sobre todo mecánicos, los resultados finales no alcanzaron la expectación que había despertado la participación de los arrecifeños en la Temporada. Sin embargo, ambos consiguieron destacarse con buenos trabajos parciales. "Entre los argentinos se destacó netamente Pairetti. Su trabajo en los mixtos resultó por demás atrayente. Conduciendo con firmeza, pisando fuerte en todas partes, gustó al público y a los entendidos. Parece dispuesto a buscar mejor ubicación que en la carrera anterior. Tanto su máquina como los restantes del equipo AUTOMUNDO, se encuentran en perfecto estado. Bordeu realizó una labor más apaciguada, buscando ablandamiento y estudiando  cada tramo. Marincovich, evidenciando notables progresos, muchos más de los esperados (Automundo N° 91 -31 Enero 1967 –)


" La primera serie...

...encontró a Marincovich, Kissling, Martín y Andrea Vianini defendiendo el localismo. El pique fue de Servoz-Gavin, seguido por Regazzoni, Jaussaud y Offenstad. Marincovich estaba quinto. Sin complejos, decidió atacar las posiciones del francés. En eso estaba, muy pegado a su cola, cuando en la curva de bajada a la Base Naval, se desplazó violentamente sobre los fardos de paso. Con el auto arriba de ellos insistió en regresar a la pista y logró su intento. Fue casi una ovación la que premió, no la maniobra, pero si el coraje. Mientras tanto, Servoz-Gavin hacien entrenamiento ágil (...) El reingreso a la pista de Marincovich llamó la atención, no por el hecho en sí, sino porque volvió a ubicarse a la cola de Offenstadt y, pegado a él, vio cómo los esfuerzos del pequeño francés por despegarlo eran infructuosos."

"El brazo en alto y el casco en la mano simbolizan dos momentos de la actuación de Carlos Pairetti en Mar del Plata. El brazo levantado dice a las claras de la popularidad del arrecifeño que en las buenas o en las malas es siempre aclamado, viéndose  obligado al saludo. El casco en la mano documenta el 'no va más' experimentado por el piloto de la Escudería AUTOMUNDO durante la segunda serie de la prueba. Abandono que se repetiría en la final. 

"Pairetti y Marincovich fueron los argentinos que más llamaron la atención en carrera. El primero por la gran decisión para introducir la trompa de su Brabham en cuanto espacio libre quedaba en los virajes; el segundo, por su definitiva adaptación a las máquinas de Fórmula 3" (Alfredo Basualdo -Desde los mixtos).



Resumen de la Temporada Internacional de F3 Argentina de 1967
22.01: G.P. de la Ciudad de Buenos Aires 
15° Carlos Marincovich; 18° Carlos Pairetti
29.01: G.P. de la Ciudad de Mar del Plata 
18° Carlos Pairetti, corrió con el auto de Marincovich.
En esta competencia perdió la vida el piloto bahiense Carlos Martín (Lotus)
02.02: G.P. de la Ciudad de Córdoba 
10° Carlos Pairetti; Carlos Marincovich abandonó (temperatura de agua)
12.02: G.P. del Automóvil Club Argentino 
11° Carlos Marincovich y 14° Carlos Pairetti.
Ganador de las cuatro carreras: 
Jean-Pierre Beltoise (Francia) (Matra MS5-Ford) 
Circuitos utilizados
Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires, del Golf Club de Mar del Plata y de la Escuela de Aviación de Córdoba.

Fuente consultada: revistas Automundo

miércoles, 19 de febrero de 2020

TC en Viedma: intimidades del Box N° 25

Llegó el día tan esperado: viernes 14 de febrero. Comienza un nuevo torneo de Turismo Carretera. Norberto Fontana inicia su 18ª  temporada  en la categoría. El circuito “Ciudad de Viedma”, marcará la carrera número 261 del arrecifeño en la especialidad. A pesar de su extensa trayectoria en el automovilismo, no es una carrera más para el exF1. Afronta este nuevo desafío con auto y equipo propio. Todo forjado en pocos días y en su propio terruño. El desafío es mayor… El primer entrenamiento deja conforme al conjunto: piloto-equipo: 10°, a 6/10 del más rápido. Sin embargo, en el segundo algo no sale como estaba previsto. Se nota en el diálogo entre el piloto y Guillermo Cruzzetti, responsable del equipo Multibandas: “Este auto no es el mismo de Olavarría. Hace algo raro, cambia  bruscamente de comportamiento. Cuando frenás en la uno, amaga que se va la trompa y de pronto se agarra y va de cola. Es raro”
El equipo revisa la puesta a punto y comienza a modificar registros. Le dan un grado de avance al tren delantero, modifican levemente la carga del trasero y a esperar la primera clasificación del fin de semana. Puesto 31, a poco más de un segundo. Norberto insiste con que el auto no se nota tan firme como en la prueba de Olavarría. El equipo se enfoca en una revisión general, y a última hora del viernes, encuentran roto el seguro de una rótula de la suspensión delantera. Se repara y se espera un gran sábado.
Sobre el mediodía del sábado, la Chevy N° 25 sale nuevamente a pista: 
parcial 1, muy bueno, parcial 2 y 3, malos. Para en boxes y Norberto comenta: “Sigue el problema. Algo tiene mal y no es de puesta a punto”
Tocan algunas cosas, modifican barra y algún otro parámetro... Otra vez a pista. Esta secuencia se repite dos veces más, hasta que termina el entrenamiento.
Mientras viene en la vuelta de cierre, en el equipo comentan: “Auto nuevo, aun no le tenemos la mano del todo y Norberto está muy ansioso. Quizás eso lo lleva a cometer pequeños errores y no cerrar una vuelta bien.”
Norberto entra a boxes, se baja del auto y dice:
“Sigue el problema. Algo tiene el auto y no es de puesta a punto. Yo escucho un ruido raro atrás. No sé, es raro. Este auto es muy diferente al de Olavarría.”
Se sientan frente a las cámaras y ahí comienza a explicar lo que hace el auto y a justificar cada movimiento de sus manos en el volante.
Esa explicación es acompañada de gestos con la palma de la mano hacia abajo (simulando ser el auto) y sonidos como: “vengo en sexta, freno, bajo cambios pam, pam, llamo con el volante clava la trompa y hace pich , pich y saca la cola.”
Lo raro y curioso para el que está de afuera es que Guillermo (Cruzzetti) muy serio le dice: “Y cuando te hace pich, pich, vuelve a sacar la trompa o sigue de cola?”
“Sigue de cola” responde Norberto muy seriamente.
Parece humor de niños y, sin embargo, es trabajo serio de dos exponentes de primer nivel del automovilismo nacional. Termina la tarea de revisión de cámaras y, antes de clasificar, un mecánico encuentra que un tensor de la suspensión trasera estaba flojo. Lo ajustan, pero no hay tiempo para alinear. “Ahí recuerdo que el piloto había escuchado un ruido atrás y me pregunto en silencio ¿Cómo puede distinguir un ruido de suspensión en el tremendo barullo que hace un auto de carrera? Evidentemente, el piloto es poseedor de una sensibilidad especial. No es cualquiera”, comenta uno de los integrantes del equipo.
Llega su turno: sale a pista, clasifica en el puesto 35. Ni cerca de cubrir las expectativas con las que llegaron a Viedma. Reunión entre piloto e ingeniero: acuerdan que, para la serie del domingo, volverán a la puesta a punto inicial del viernes. En realidad, el mismo domingo comenzaba el trabajo sobre el auto. Todo lo anterior, había estado viciado por los problemas de origen mecánico.
Domingo, 9 horasNorberto explica: “Vas a ver, en la serie no. Porque es muy corta, pero en la final, con el auto como está ahora, nos venimos para adelante”
Larga la serie en posición 12, termina en el puesto 11. Avanzó un solo lugar. Llega al box y dice: “Ahora sí, ahora es el auto que probé en Olavarría. Voy a hablar con Guille para hacer dos pequeños cambios y en la final nos venimos con todo para adelante” Se lo nota entusiasmado y seguro!!! Se reúnen, hablan y deciden medio grado menos de avance adelante y una leve modificación en el alerón trasero, levantando el labio superior algo así como un milímetro.
Larga la carrera en el puesto 31. Primera vuelta pasa 28, segunda 26. Tumultos más adelante, frena, esquiva, lo tocan de atrás en uno de esos entreveros, y sigue. P24, P22, Spataro adelante, lo lleva a la rastra 2 vueltas, Guillermo dice: “Spataro lo está tapando”, sin embargo, logra superarlo, P21, P19. Norberto sigue avanzando. En el box N° 25, miran el monitor con los tiempos, se comen las uñas y aumenta la tensión: Que no se caiga nada!!! Que no lo toquen!!!
Final de la carrera: puesto 12 (después, por exclusión del primero quedará 11°).
La Chevy N° 25 se detiene en boxes y se baja un Norberto Fontana exultante, el Campeón de mil batallas está sonriente, feliz. Sabe que encontró el equipo, sabe que va a tener herramienta para pelear. Eso es lo que necesita un competidor nato.
Guillermo sonríe, Alejandro, de Multibandas, aprieta el puño y se lo ve feliz, ahora comprueba que apostó bien, los mecánicos: Diego, Isidro, Benja, Fabi y Tuki están extenuados de tanto trabajo pero felices por ser parte importante de la historia que empieza escribirse, los amigos están emocionados al borde de las lágrimas.
El  talento está intacto. El Campeón está volviendo!!!
Ahora hay que seguir trabajando abajo del auto, andar bien cuesta esfuerzo, tiempo, talento y… plata. Hay que seguir convenciendo empresas para que se sumen al proyecto.
“Vamos que venimos”, como dice el piloto.



Fotos: jgc y actc




domingo, 9 de febrero de 2020

En Arrecifes, se respira automovilismo...

Tarde de un sábado de febrero.  El termómetro nos hizo un guiño, con un par de grados menos, para reponernos de una semana de agobiante calor. 
En el Kartódromo del “Costanero”, del Arrecifes Automóvil Club, hay actividad constante: Norberto Fontana y Nicolás Trosset ponen a punto sus físicos con miras al inicio, la próxima semana, del Turismo Carretera. 
 Sobrino y tío en pista. En boxes, Mateo, el hijo de Norberto, con su bicicleta atrae la atención de quienes presenciamos sus idas y vueltas a fondo...De repente, se detiene; desciende de su vehículo a pedales, y  simula un par de reparaciones y calibrado de gomas… Hay futuro.
Un poco más allá, los Porta. Hijos y nietos del Inglés, toda una vida entre los fierros con su hermano mellizo (el Flaco), disfrutan en familia, entre mate y mate, un sábado de pruebas. Abuelas, abuelos, tíos, acompañan a Martín (14) y Agustín (7), la nueva generación que asoma- por ahora- en el Kartíng. Uno es protagonista en el Karting Pako, el más chico debutó hace una semana en la categoría Escuela.
Una niña también se mide con los más chicos en la pista. Mientras, en boxes, Niki y Norberto consultan sus tiempos en la computadora que equipa sus kartings y un par de amigos, que los acompañan, ayudan en algunos ajustes.
“Las gomas no dan más, con gomas nuevas tenemos que girar en 42 y moneditas…”, explica el exF1. “Hice una vuelta de 44.8”, comenta Niki. Mateo aprovecha que su papá no está en pista y se calza el casco para realizar otras pasadas rasantes con su bicicleta…
Los Porta  giran en pista  y Norberto sube nuevamente a su Karting. Alcanza a Agustín, lo adelanta, y a baja velocidad, para su máquina, le indica los radios ideales de giro… Hay futuro.


Me imagino las sensaciones del pequeño. Nada menos que el hombre que participó en 4 Grandes Premios de F1 gira delante de  él y le trasmite sus experiencias… 





















       


                                                               Luego de una práctica en la ruta a Salto, la Berlina descansaba en los boxes del “Costanero”. Con Gustavo ensayamos una travesura para nuestros amigos de la categoría G.P.A.: Norberto en el Fiat, la excusa para el chiste. Claro que antes, Mateo también había demostrado su potencial al volante del 1500. Se entiende ahora, porque en Arrecifes se respira automovilismo… 


Fotos: facebook de Nicolás Trosset, Sergio Porta, Gustavo Casco y Noticias.

domingo, 12 de enero de 2020

Di Palma, Marincovich y el Berta LR

Se cumplen  50 años de la presentación del Berta LR, el auto emblemático de Oreste Berta. Dos arrecifeños fueron los encargados de conducirlo: Luis Di Palma y Carlos Marincovich.
Luis tenía 25 años, iniciaba su séptima temporada en el automovilismo: sumaba 8 triunfos (6 en TC y 2 en Sport-Prototipo) y su participación en las 84 Horas de Nürburgring de 1969, con los Torinos.
A los 26 años, Carlos que había debutado en agosto de 1964, encaraba su sexta temporada completa en el automovilismo, seis victorias (3 en TC, 3 en Sport-Prototipo), el subcampeonato de SP en 1969 y las participaciones en las temporadas internacionales  argentinas de F3 (1967, con el Brabham BT18 del equipo Automundo) y F2 (1968, con el Tecno TF68 del equipo de Ron  Harris).
1000 Kilómetros de Buenos Aires
El sábado 10 de enero de 1970, el binomio arrecifeño clasificaba 3°, a 2s3 de Brian Redman-David Piper (Porsche 917) y a 5 décimas del Alfa Romeo 33, de Piers Courage-Andrea de Adamich, y superaba por 1 décima a Alex Roig-Jochen Rindt (Porsche 908).
“Hicimos mejor tiempo que Beltoise, que Rindt… todavía no lo creo”, comentaba Marincovich. Mientras que Brian Redman manifestaba: “los pilotos del Berta son muy buenos… muy buenos…”
El domingo 11, Di Palma cumplía la primera vuelta como escolta del Porsche 917, ante el delirio de las tribunas del autódromo de Buenos Aires.  Luego, el auto perdía rendimiento y se retiraba de la carrera en la vuelta 28.


200 Millas
Una semana más tarde, nuevamente el circuito número 15 del autódromo porteño (6.121,70 metros) era escenario de la segunda presentación de la categoría Sport-Prototipo. El sábado, en clasificación, Carlos Marincovich ubicó 2° al Berta LR, a 1s3 del Alfa Romeo 33 de Courage-de Adamich, superando a Masten Gregory (Porsche 908) por 7 centésimos (hubo que recurrir a las centésimas para definir la posición), cuarto quedó otro Alfa Romeo 33 (Galli-Stommelen), a 4 décimas del Berta y quinto el Matra 650 (Beltoise-Pescarolo), a 5/10.
El domingo, la carrera se dividía en dos series (26 vueltas cada una) y clasificación por sumas de tiempos. Luis Di Palma fue el encargado de largar y nuevamente mostró su talento para llevar rápido cualquier vehículo de carrera.
"Piqué en punta, después, en la recta que va desde la ese del Ciervo al curvón  me pasó el Porsche y los dos Alfa en la recta de atrás. Cuando llegamos a la horquilla de entrada a los mixtos, veníamos a 315 km/h por hora (no estaba la chicana previa a la curva de Ascari), e inmediatamente. Cuando terminaba la curva, se empezaba a frenar, porque había escasos 200 metros hasta la entrada de los mixtos. Yo venía chupado así que había agarrado un poquito más de velocidad y me venía aproximando a ellos; cuando cortan, se me viene la curva muy rápido encima, lo primero que hago es esquivarlos, por las dudas, y frenar. Con tanta suerte que el auto frenó y doblé; entré primero a los mixtos..." Luis con los brazos extendidos, los puños cerrados, los pulgares hacia arriba giraba el imaginario volante y evocaba  aquel  grato momento.    Finalizaría 3°, detrás de Piers Courage (Alfa Romeo) y de Masten Gregory (Porsche 908).  Delante de Nanni Galli (Alfa Romeo) y Jean P. Beltoise (Matra 650), que completaron las cinco primeras posiciones de la serie.

Menos afortunado fue el inicio para Carlos Marincovich en la segunda serie.  Se empastó una bujía y tuvo que entrar a boxes. Luego,  el  arrecifeño giraba muy rápido hasta que sufrió un despiste: “Cuando salgo para dar la vuelta previa se  empasta una bujía, el motor queda en siete cilindros y al largar quedo último.  Completo la vuelta y paro en boxes; cambian la bujía, salgo, y el auto andaba perfecto.  En boxes perdí una vuelta y media. En la carrera no tenía nada que hacer. Venía girando tranquilo y empiezan a ponerme un cartel con los tiempos de vuelta que hacía. Entonces veo que estaba cerca del tiempo que había hecho en clasificación. Entiendo que Berta me pedía que hiciera el record de vuelta para demostrar el potencial del auto. En la vuelta del accidente (11ª), doblo en el curvón y salgo a 200 vueltas más que en las anteriores. Entonces pienso: esta es mi vuelta. Cuando tomo la recta siguiente al curvón me pongo a mirar el cuentavueltas porque el motor giraba a 9700 rpm y cuando llega a 9800 rpm levanto la cabeza y ya iba con dos ruedas afuera, derecho, pero ya había salido del asfalto, entonces me sorprendo, desacelero -y el motor (Cosworth) que entregaba toda la potencia en un rango alto de rpm, desacelerabas y parecía que frenaras-  hace que el auto se ponga de costado. Pasé para el otro lado, hice un trompo, volví a cruzar, quise acelerar para salir de esa situación y estaba el motor parado, fue deslizándose hasta que paró a poca velocidad contra el guarda rail”, recuerda Carlos.

A pesar de no tener un final feliz, tanto Oreste Berta como su auto y sus pilotos demostraron -en esos dos fines de semanas- estar en buen nivel como para competir contra  la élite del automovilismo internacional.  

Fuentes consultadas:  www.porsche917.com.ar;  Automundo, libro “Por siempre Di Palma”
Fotos: la Nación, Oscar Jarillo.

domingo, 5 de enero de 2020

Arrecifes se escribe con "A" de automovilismo...

La relación de Arrecifes con el automovilismo comienza en la primera década del Siglo XX.  La Gazeta, del 18 de marzo de 1939,  comenta que Silvestre Ortensi  fue el mecánico que atendió el primer automóvil que llegó a Arrecifes. El diario apoya su informe citando artículos periodísticos de 1908. Según aquellos datos, un representante de la marca REO en Buenos Aires  en viaje a Pergamino  rompió una rueda en Todd y se dirigió al taller de Ortensi para su reparación.  El carpintero Graciano Laulhe le construyó una rueda nueva y, poco después,  el vecino Luis Marillet adquirió el automóvil.
El 5 de marzo de 1924, pasa por nuestra ciudad el Gran Premio que ganó Mariano de la Fuente. En noviembre de 1927, Cástulo Hortal, procedente de Salto, se radica definitivamente en Arrecifes. Años más tarde, doña Rosa Martínez, esposa de Cástulo, en una entrevista de la revista Automundo comentó: "Tengan por seguro que mi marido fue el primer revoltoso; más tarde lo siguieron Pedro Lanatta y Julio Pérez, entre otros."  
El 22 de setiembre de 1929, Eleuterio Donzino (Stutz) ganó los 500 Kilómetros de Arrecifes, carrera que organizó la Delegación Local del Automóvil Club Argentino.

Este prólogo es para acompañar una serie de fotografías que confirman aquella frase de que: Arrecifes se escribe con "A" de automovilismo...

“Todo bicho que camina va a parar al asador”, según el Martín Fierro. En Arrecifes, cualquier aparato de dos o cuatro ruedas sirve para correr…
Y si no pregúntenle a Carlos Pairetti y otros entusiastas como él que transformaron a las “chatitas” Ford T en vehículos carrera, para prenderse en improvisados circuitos como los de la Vuelta del Perro o del Retiro San Pablo. Aquí,  Pairetti acompañado por  Jorge Aguirre y rodeado por un grupo de amigos (mediados de los años 50) 
Froilán González y la Maserati que probaba sobre la avenida Dardo Rocha, actual Dr. Carlos Merlassino (1949)
El automovilismo es una actividad enriquecida por las anécdotas y José Pozzi también fue protagonista de una serie de ellas. Una de las más recordadas ocurrió en la Vuelta de San Antonio de Areco de 1964. “Atalaya”, seudónimo que utilizaba el piloto de Arrecifes a partir de ese año, corría en el 12º lugar cuando protagonizó una espectacular salida del camino, afortunadamente sin otra consecuencia que el abandono de la carrera con su auto maltrecho. Según recordaba el propio José, protagonizaron con su acompañante “Rulo” Ángel el siguiente diálogo previo al incidente:
-¡Curva José! -fue el apremiante anuncio de Ángel.
-¡Tarde Rulo! -respondió José, mientras intentaba evitar el inminente despiste y aterrizaje en un campo aledaño a la ruta.
Realidad o fantasía, lo cierto es que la anécdota corrió como reguero de pólvora entre los fanáticos de aquél TC de los ’60.

José Pozzi y  Rulo Ángel

Fotos: Omar Pozzi y Museo y Archivo Histórico de Arrecifes

domingo, 22 de diciembre de 2019

TC en estado puro

IV Vuelta de Arrecifes, 1962
El Chevrolet de Jorge Aguirre en la "Clida", típica curva lenta, casi un retome. El piloto observa el accionar de su acompañante, Ovidio Tintorelli, presto a recibir una lata de aceite de manos de Horacio Bintureira. Completan la escena: el policía, un auxilio de otro protagonista y –casi tapado por el auto- un fotógrafo que tal vez captó otra imagen, pero no desatendió el paso del N° 53. También acompaña la imagen parte del edificio de la fábrica (hoy la Gauchita) que le daba el nombre a la curva.


Otra foto de Arrecifes, 1962: Preciso instante en el que se pone en marcha "El Troyano", seudónimo bajo el que se escudaba Fernando Risso, con el Ford alquilado a Juan Carlos Garavaglia. El periodista Carlos del Valle, pergaminense como Tintorelli, fue el acompañante de Risso,  En la cuarta vuelta, la caja los dejó fuera de carrera.


 

1958: debajo de una frondosa arboleda, rodeado por un grupo de amigos, Néstor Marincovich aguarda el inicio de la Vuelta de Hughes (de izquierda a derecha) Carlos y Néstor Marincovich, Carlos Pairetti, Héctor Aurtenechea, Pablo de Zavaleta, Ernesto Gámbaro, Roberto Aguirre y Roma. Carrera que significaría el debut de Aguirre como acompañante. La experiencia duró poco: "Habíamos clasificado 8°, pero en carrera creo que no llegamos a hacer ni 1000 metros, se cortó una biela"recordaba el Ñato.


Como “Todo tiene que ver con todo”, frase que acuñara el periodista Pancho Ibañez en "El Deporte y el Hombre”, es interesante rescatar de estos documentos fotográficos la trayectoria que marcaron algunos de estos protagonistas a sus descendientes o amigos: Jorge Aguirre es el papá de Gastón y abuelo de Valentín. Ante la muerte de Néstor Marincovich, Carlos Pairetti fue su sucesor en el veloz Chevrolet que preparaba Bernardo Pérez. Carlos, sobrino de Néstor, también fue un destacado piloto del automovilismo argentino. El Ñato Aguirre años más tarde acompañó a Pairetti y luego a Luis Di Palma. “TC EN ESTADO PURO”

Fotos gentileza de Carlos Marincovich y Museo y Archivo Histórico de Arrecifes 

domingo, 8 de diciembre de 2019

Estampas perennes

Las fotografías tienen la magia de transformar una imagen fugaz en perenne. Las instantáneas que acompañan esta nota así lo reflejan.
La tapa de El Gráfico muestra a Julio Pérez, sonriente, inmortal, junto a su auto en el Gran Premio Argentino de 1938. Hasta Santiago del Estero, final de la 3ª etapa, el arrecifeño encabezaba la clasificación general. Luego, diversos inconvenientes mecánicos lo retrasarían en el clasificador. Terminó 8°, precediendo a su coterráneo Cástulo Hortal. De las dificultades que tuvieron que superar los 123 protagonistas del Gran Premio habla la escasa  cantidad de arribos: 22


Otra fotografía de la misma carrera, perpetuó el  paternal gesto de Cástulo Hortal a su hijo Edison (18 años). "Mi pequeño Edison quiere conocer su patria y... por qué no complacerlo. Qué mejor ocasión que ésta para apreciar en pocos días la grandiosidad de esta patria suya  a la que yo tanto quiero", explicaba orgulloso el asturiano radicado en Arrecifes
Febrero de 1947, las deficiencias de esta fotografía no le quitan su valor histórico: simpatizantes de Edisón Hortal y Froilán González portan un cartel con la leyenda: “Arrecifes Cuna de Campeones”, que llevaron al circuito de Retiro. 
Es justo destacar que habría un antecedente sobre la misma o parecida frase a cargo de Horacio Bancalari en una nota que escribió en el periódico “Arrecifes”, a fines de los años 30. Cuando Lo Valvo, Pérez y Hortal cumplieron destacada labor en los grandes premios de aquellos años.

14 de diciembre, dos fotografías de Alberto Palazzo (El Gráfico) en la primera, el abrazo de Julio y Bernardo Pérez, en la segunda, el último saludo del malogrado piloto arrecifeño antes de largar la 1000 Millas de 1940. 

Fotos: historiatc.com.ar y Museo y Archivo Histórico de Arrecifes.


viernes, 1 de noviembre de 2019

Luis y la gente


 

El 31 de mayo de 1964, Luis Di Palma se consagraba ganador en Turismo Carretera. Varios fueron los matices de esa victoria. Un joven con cara de niño y flequillo rebelde irrumpía en la historia del automovilismo nacional. Con 19 años y siete meses se transformaba en el ganador más joven de la categoría. Y, como si fuera poco, su primer triunfo fue de local: VI Vuelta de Arrecifes.

El grupo de mecánicos que lo acompañaban eran amigos tan jóvenes como Luis. Condimentos que lo transformaron en ídolo. El Ñato (Domingo) Aguirre era la experiencia necesaria, como preparador y acompañante.  

Las fotos, encargadas de inmortalizar personas, lugares, escenas son fuentes irrefutables de lo apuntado. En la primera de ellas, en el taller de Villa Sanguinetti un grupo de amigos arrecifeños rodean a Di Palma delante del auto. Casi todos ellos han colaborado con el equipo y se sienten parte del éxito. Otros acompañaron con su presencia las vigilias previas a cada carrera.


En el mismo lugar: Luis y el Ñato hablan, el resto escucha o mira al fotógrafo.

Y ahora, en primer plano el número del triunfo: 34. No hubo pruebas de clasificación, el orden de largada lo determinó el ranking de la categoría. Amigos, taller, auto, piloto, acompañante: TC en estado puro.




Fotos gentileza de Marta La Greca de Marincovich

Foto 1 (de izquierda a derecha): Ramos, Oscar Marincovich, Fito Abalos, Pierini, Luis, "Baltita" Sánchez, Abalos (hijo), Valentín Agulla, Marti, Molinari.
Foto 2 (de izquierda a derecha): Gómez, atras: Oscar Marincovich, Pepe Marti, Fito Abalos, Pierini, Agulla (pañuello al cuello), Luis, el Ñato Aguirre, Ramos, Molinari.
Foto 3 (abajo, de izquierda a derecha): Agulla, Tronchoni, atras: Abalos hijo, Fito Abalos, Rodríguez, Pierini, Punti, Oscar Marincovich.

martes, 13 de agosto de 2019

"Sandokán" en Hughes


Néstor Marincovich "Sandokán",  en la Vuelta de Hughes de 1960
Era la quinta presentación del arrecifeño con la preparación de Bernardo Pérez.
Luego de casi cinco meses de inactividad, Marincovich estrenó en sus pagos la mecánica de su coterráneo. La rotura de dos neumáticos desmoronó un comienzo prometedor del nuevo conjunto. Abandonó en Rojas y ganó en 9 de Julio, confirmando que la performance inicial en Arrecifes, no había sido fruto de la casualidad.

Marincovich precede a Álzaga

Los números antes de Hughes
22.05.60: Arrecifes, 13°
26.06.60: Rojas, abandonó 
10.07.60: 9 de Julio, ganó
24.07.60: Sierras de Córdoba, abandonó

07.08.1960 - Vuelta de Hughes 604,5 Km.
Néstor Marincovich "Sandokán" - acompañante: Roberto Aguirre
Chevrolet - preparación: Bernardo Pérez.
Finalizó 4° (entre 71 participantes)
Ganó: Juan Gálvez (Ford) 3h.51m.50s a 156,444 Km/h.

Foto (historiatc.com.ar) 

lunes, 29 de julio de 2019

Marincovich, Estéfano y la nostalgia


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El domingo 28 de julio, en el Costanero de Arrecifes pareció que el tiempo se había detenido. O que había retrocedido a través del Tunel…. Una Chevy roja y  un Falcon azul y amarillo giraban en la pista. Remembranzas de un tiempo: ni mejor, ni peor. Otro tiempo. Otro automovilismo.
Un amigo subió dos fotos en facebook con el título: “Cuarenta y cinco años después se volvieron a encontrar”. Una en blanco y negro con Carlos Marincovich y Nasif Estéfano dando cátedra de manejo en el semipermanente de Pergamino. Y otra, en colores, con Marincovich como protagonista y la impronta de Nasif, a través de Rosendo Godoy Frier, en Arrecifes.
Los autos no son los originales, pero fueron construidos con la misma pasión y con el mismo cariño que aquellos. El Falcon de Nasif es un homenaje permanente para el Califa Chico que pasea por todo el país el pergaminense Godoy Frier. La Chevy es el reconocimiento de Carlos Martín Marincovich a la trayectoria deportiva de su padre. Son dos autos que representan a dos de las marcas tradicionales del TC, que despiertan emociones y fanatismos, entre sus simpatizantes. 
Carlos Marincovich, orgulloso con su nuevo chiche y con la emoción de manejar la obra de su hijo, miraba con nostalgia el Falcon de Rosendo
Tal vez, por un momento, creyó ver bajar a Nasif del Falcon y pensó que lo de la curva de Aimogasta había sido un mal sueño…


Fotos (en blanco y negro) de historiadeltc.com.ar y en colores, de Vitto Carri. 

miércoles, 1 de mayo de 2019

Pairetti aceleró de movida

Carlos Pairetti debutó en Turismo Carretera el 25 de marzo de 1962 en la I Vuelta de Pergamino. Carrera que consagró la primera victoria de los hermanos Saigós. La llovizna que mortificó el andar de los participantes en el comienzo, no fue impedimento para que Il matto se hiciera notar. Llegó a encabezar la clasificación por tiempo neto y luego se mantuvo en los puestos de vanguardia, hasta que un caño de aceite lo retrasó sobre el final. Arribó 10°. Posición nada despreciable para un debutante. Para obtener esa performance contó con un Chevrolet veloz. El auto que había pertenecido a  Néstor Marincovich y preparaba Bernardo Perez.
21 días más tarde, la segunda presentación de Pairetti fue en la XIII edición Mar y Sierras, también sobre caminos pavimentados. Igual que en Pergamino el promedio fue alto, superó los 190 km/h. Y  otra vez el nobel piloto se destacó. Arribó 7°, pese a que perdió tiempo en la detención para cargar nafta. El motor se paró y los colaboradores del arrecifeño tuvieron que empujar el Chevrolet varios metros hasta ponerlo nuevamente en marcha.
Hombres de la talla de Menditeguy, Meunier, Farabollini, Saigós, entre otros, jerarquizaron la actuación de Pairetti, quien en la butaca derecha contaba con la veteranía y sapiencia de Roberto Aguirre. El Ñato había sido acompañante de  Néstor Marincovich (Sandokán).
Luego de poco más de 813 kilómetros, Carlos Menditeguy superó a Meunier por 32s4/10, en tanto que Jorge Farabollini alcanzaba la tercera posición y Ernesto Petrini el cuarto puesto. Ajustadísima fue la definición del quinto lugar: Anibal Muñoz, Carmelo Galbato y Carlos Pairetti arribaron separados por 16s8/10, entre sí.  El arrecifeño demostró que no le temblaba el pie a la hora de acelerar. Y así sería durante toda su trayectoria, en cualquiera de las categorías en las que participó. Tanto en el orden nacional como internacional.

Datos estadísticos
15 de abril de 1962 - XIII Premio Mar y Sierras, 813,350 km-
1. Carlos Menditeguy (Ford) 4h14m49s4 a 191,551 km/h.
2. Ángel Meunier (Chevrolet) a 32s4
3. Jorge Farabollini (Ford) a 3m06s2
4. Ernesto Petrini (Ford) a 6m32s6
5. Anibal Muñoz (Ford) a 7m27s6
6. Carmelo Galbato (Ford) 7m33s8
7. Carlos Pairetti (Chevrolet) 7m44s4
8. Bautista Larriestra (Ford) a 9m51s2
9. Antonio Bertolotto (Ford) 10m10s6
10. Armando J. Ríos (Chevrolet) a 10m40s8
Completaron los 16 arribos
11. Santiago Luján Saigos (Ford); 12. Críspulo Villanueva (Ford); 13. Miguel A. Jantus (Ford); 14. Diógenes de Urquiza (Ford); 15. José Ingaramo (Ford);  16. Joaquín Daponte (Ford).
De los 36 participantes que iniciaron la prueba, 16 (44%) llegaron al final.


Fotos (historiadeltc.com.ar)

El 36 de Pairetti, el 8 de Menditeguy, el 11 de Meunier
el 6 de Farabollini y el 56 de Pairetti (debut en Pergamino).

martes, 5 de marzo de 2019

Cuando "El Gráfico" (Carozzo) voló con Luis Di Palma

Febrero de 1973, el periodista Roberto Carozzo, de El Gráfico, voló con Luis Di Palma durante parte del desarrollo de la IV Vuelta de Chivilcoy. Fecha que inauguraba la temporada de TC. Transcribimos el relato del periodista (en el número 2786 de la popular revista) sobre aquel vuelo:

“Luis Di Palma en los comandos, Carlos Pairetti como copiloto con la tabla de cronómetros en mano. Nuestro fotógrafo (Maffuche) y yo de pasajeros. en el Aeroclub de 25 de Mayo habían quedado Garcia Veiga y Carlos Pontacuarto (hombre de confianza de Di Palma Competición). Éramos invitados en el Beechcraft Bonanza de Luis, habíamos quedado en encontrarnos el domingo, antes de la carrera, para hacer una vuelta desde el aire y el hombre es de una sola palabra....
Decidimos enganchar la carrera barriendo desde el décimo lugar en la ruta, de ese modo fuimos encontrando a Adrian Villegas, un poco más adelante a Carlos Tartara y Emilio Parisi. Los tres ya habían sido superados por el Dodge de los "Hermanos Suarez", que se mostraba velocísimo ya por esos primeros tramos de carrera. Por el ritmo era un hecho que poco tardaría en alcanzar a los dos autos que se desplazaban inmediatamente adelante, los de Eduardo Giordano y Jorge Martinez Boero.
 "Más adelante, Rody Marincovich descontaba los 10 segundos de largada con respecto de su primo Carlos y lo pasaba. El oficio del "ruso" se hizo ver en la maniobra de enganche para la chupada, medición perfecta de tres dimensiones: tiempo, avance y desplazamiento lateral. Su trompa casi roza la cola del Chevy blanco, que comienza a alejarse pero no va más allá de los 15 metros.....Luis y Carlos afirman que a esa distancia ya la "chupada" es efectiva.
"Y el Chevy rojo de Carlos comienza a acercarse al de Rody.
El trencito de los primos tiene ahora más ritmo. Es impresionante el modo en que se acercan a otro equipo "ferroviario", el de los hermanos Iglesias. Los de Pergamino se recuestan sobre la derecha y los de Arrecifes pasan pitando y sin dar tiempo para el enganche.
Más allá, en la punta se desplazan "Pirin" Gradassi y Nasif Estefano, cambiando de posiciones, empujándose......A pesar de todo no es suficiente para conservar la punta por tiempo neto.
Rody es más rápido. Di Palma baja con el avión y Pairetti le hace señas de que va primero, un pulgar en alto y una sonrisa es la respuesta. Teniendo a la vista a los dos Ford oficiales, a poco menos de 3 kilómetros de diferencia, el primo menor debe imaginarse de que las cosas vienen bien. Detrás de ellos, en la curva de 90º anterior a la rotonda de 25 de Mayo, uno de los hermanos Iglesias casi llega a pegar con el guard-rail, se pone feo al pegar un salto en la banquina, lo pelea y lo devuelve al camino. Por Araujo un tren detiene su marcha y el maquinista ve pasar a los de Pergamino con Octavio Suarez pegado al "trencito". En la curva de Bragado el de Lanús ya está adelante. Volamos con él.
El viento está de tres cuartos de cola. El primer kilómetro lo pasa en 15 segundos, el siguiente en 14.8, el otro en 14.6.... Así hasta llegar a increíbles 14.4 que traducidos son 249.984 Km/h. Indudablemente, la mecánica de Zarzoso es la más fuerte de esta primera vuelta.
Rody cierra como puntero pero ha tirado junto con Carlos. Nasif está a décimas de segundo, pero ha viajado chupado desde el primer kilómetro con Pirín....... Octavio Suarez ha cubierto los primeros 128.727 kilómetros en absoluta soledad, tirando solo, pasando autos con tanta diferencia de velocidad que el enganche se hacía imposible y sólo un parpadeo lo separa del primer puesto.
Vamos en busca del Aeroclub de 25 de Mayo con dos dudas respecto a lo que está sucediendo allá abajo. En la frenada de Bragado, Nasif le sacó a Gradassi 150 metros largos...... Algo no anda del todo bien. Aterrizamos, mientras vamos hacia la rotonda de acceso, la carrera pasa nuevamente por 25 de Mayo, Luis vuelve a levantar vuelo, ahora la tripulación es toda de Arrecifes. Van en busca de los autos para cronometrarlos en la recta de Bragado a Chivilcoy. Nosotros esperamos desde abajo la tercera pasada.”

Estadística
IV Vuelta de Chivilcoy – 4 vueltas a un circuito carretero de 128,727 km = 514,908 km.
1. Héctor Luis Gradassi (Ford Falcon) 2h18m12s a 223,549 km/h; 2.Rodolfo Marincovich (Chevy coupé) a 38s3; 3. “Hnos Suárez” (Dodge Polara) a 2m15s2; 4. Juan Carlos Iglesias (Ford Falcon) a 6m23s4; 5. Críspulo Villanueva (Torino) a 13m52s. 6. Carlos Marincovich (Chevy coupé); 7. Humberto Dana (Ford Falcon); 8. Eduardo Sáen (Ford Falcon); 9. Raúl Libera (Dodge coupé); 10. Orestes Argaña (Torino). Con 3 vueltas: 11. Nasif Estéfano (Ford Falcon); 12. Juan C. Pavesi (Torino); 13. Carlos Vittor (Torino) y 14. Domingo Novisky (Torino). Récord de vuelta: Estéfano y Gradassi, en la 2a, 33m29s8 a 230,579 km/h. Largaron: 48 autos. Por Arrecifes: Rodolfo y Carlos Marincovich y Héctor Ríos (abandonó).

Fotografías y fuente consultada: www.historiadeltc.com.ar