martes, 30 de junio de 2020

Acelerando con los "T"


 Arrecifes: un lugar en el que sus habitantes respiran automovilismo.  En 2000, en una visita a nuestra ciudad, don Alfredo Parga, notable periodista del diario La Nación, dijo: "En las calles de Arrecifes es probable que usted choque con un automóvil de carrera, antes que con otro vehículo".
Como para refrendar lo expresado por Parga, vamos con pruebas al canto. Seguramente, Henry Ford no imaginó que su modesto Ford T se iba a transformar con el paso de los años en un auto y/o motor de carrera que, mediante el ingenio de nuestros mecánicos, alcanzarían velocidades insospechadas.
En los '50, en Arrecifes, un desafío de tres amigos: Calí, Otero y Schmidt con sus "chatitas" Ford T fue el detonante para transformar esos utilitarios vehículos en autos de carrera. Roberto Hugo Bustos lo describió muy bien en su libro "Un desafío que hizo historia".  A estos tres amigos se le sumaron varios más. Entre otros, Carlos Pairetti, que mientras soñaba con el TC, despuntaba el vicio con la "chatita" de "Tuno" Acosta.
En la foto que encabeza la nota, Domingo Romanini al volante de su "chatita" rodeado por un grupo de amigos y colaboradores. 

Las "chatitas" T sembraron la semilla para buscar nuevos horizontes de la velocidad... 
Fernando Risso "Binchu", antes de acelerar en TC, manejó este prolijo monoposto de la categoría Ford T Semipreparados.



El turno de Osvaldo 
D´Ángelo, también en el "Costanero" del Arrecifes Automóvil Club, con otra "joyita" de la categoría Semipreparados. 
D' Ángelo también fue acompañante de Néstor Marincovich, Domingo Vita, Ofelio Oviedo y César Malnatti.
Ricardo "Cacho" Vellón  
con el auto con el que perdió la vida Juan Pedro Moisello, en Pilar (1961).
Vellón y Néstor Moisello -hermano del infortunado piloto- lo reconstruyeron, luego del accidente. Años más tarde, lo corrió Dario Di Palma en Limitada 27.



A través de estas fotografías nos reencontramos con un automovilismo diferente: el del taller, los amigos, la ronda del mate, el asado... Otro automovilismo (don Alfredo Parga, Radio El Mundo), ni mejor, ni peor, simplemente: "Otro automovilismo..." 

Fotos gentileza de Roberto  Hugo Bustos y la de Vellón, de Hugo Bianchini.

miércoles, 24 de junio de 2020

Aunque el lunes...

El centro vino desde la izquierda, casi a rastrón. Al Negro se le llenó el zapato con la número cinco. Calzó como un guante. La empalmó  como venía ...
”¡ El remate con pierna derecha salió recto hacia al arco venciendo la resistencia del guardameta...!” - diría Fioravanti
¡Negrooo, Negritooo...nos vamos...!  Gritó la madre...
El Negro miró la peladura de los zapatos y se preparó para el reproche: -¡siempre el mismo! Te ponés a jugar con la mejor ropa. La de los domingos ¡parece mentira...!
Un domingo perfecto para el Negro. Un golazo en el baldío; mañana lunes 26 de junio feriado  “al conmemorarse el centésimo cuadragésimo aniversario del natalicio del teniente general Bartolomé Mitre” -había escuchado en el informativo de Radio el Mundo. El distrito llevaba su nombre. Ma qué se yo, pensó el Negro, si mi ciudad se llama Arrecifes. Su cerebro recibió una descarga, como  de un rayo,  que almacenó rápidamente “mañana me salvo de las dos horas de matemática” y sobre el pucho otra, “para mí que el enemigo organizó los horarios en primer año: Matemática en las dos primeras horas de un día lunes. ¿A quién se le puede ocurrir?”. Se sorprendió por la velocidad de sus razonamientos y continuó: “además, hoy sólo tengo que pensar en el cuadrangular de mañana en el sitio; al lado del almacén del turco, y en la carrera de bicicleta. Agenda completa para el Negro -se dijo- alegrándose de  no sufrir  esa melancolía de los domingos a la tardecita, cuando uno ya se gastó más del ochenta por ciento del fin de semana. Y ni te cuento cuando el lunes suena el despertador a las seis, -llamame porque tengo que estudiar mamá-. Claro que después, a las y cuarto apaga la luz, ya erudito en la materia. El padre se encargará de arrancarlo de sus sueños de corredor de TC a las seis y cuarenta y cinco.
-¡Vamos Negrito... que no llegás!
Siete y cuarto estará sentado frente a la  humeante taza de café con leche, saboreando las tostadas con manteca y azúcar -lo mejor de esas mañanitas-. Más tarde se encaminará por la Ricardo Gutiérrez, encontrándose con los otros colegas del madrugón. Pisarán la escarcha, mientras el humo que escapa a través de las bufandas les dará el aspecto de fumadores viciosos sin cigarrillos. El Negro, abstraído en tales filosóficas reflexiones, de un domingo sin las angustias de esos lunes de clases en el viejo San Bartolomé, no reparó en que ya estaban llegando a su casa. Fue en ese momento, que hoy podría precisar con exactitud, cuando el vecino llamó al padre del Negro y le arrojó la noticia... “Sabe, se mató Toto viniendo de San Pedro con el Bergantín”. El Negro se olvidó del domingo con lunes feriado. Sintió un sacudón. Una nube de nostalgia y melancolía lo envolvió, con la agobiante pesadez de esas mañanas de junio, cuando la niebla cubre la ciudad. También le pareció recibir un mazazo seco sobre la cabeza -lo imaginó como el golpe que despenaba a las infortunadas vacas en el matadero municipal-. No podía ser cierto. ¿Por qué no un error en la noticia? Sin embargo, Toto, el Bergantín, ese maldito auto. No había posibilidad de error. Era él. Su ídolo del TC. Néstor Marincovich “Sandokán”. el mismo Toto que lo alegró cuando le ganó a Juan Gálvez en 9 de Julio. ¡Si parece que fue ayer! Todavía no hace un año. El mismo “Sandokán”  que lloró, como el Negro, de impotencia  cuando el Chevrolet le cantó el no va más en Arrecifes. Ganaba la carrera de su pueblo y el  Chivo no quiso más. Faltaban sólo 15 kilómetros.
El Negro notó que unas gotitas saladas resbalaban sobre su cara...Agachó la cabeza. Pateó fuerte el piso, olvidándose de los reproches por los “zapatos de salir” y quiso que ese domingo fuera otro...Otro domingo. No el domingo 25 de junio de 1961. Aunque el lunes tuviera que ir al colegio...

Raúl Gattelet




 Fotos 1: Ramón Trejo, 2: El Gráfico 3: del autor.

Juan Manuel Fangio y Cástulo Hortal ¡Feliz día del Piloto!

Cuando una imagen vale más que mil palabras,..

         Juan Manuel Fangio y Cástulo Hortal 

Balcarce y Arrecifes unidos
en este respetuoso saludo
El Quíntuple y el Pionero 
del automovilismo arrecifeño!!! 

El mejor homenaje en el día del Piloto.


Foto: gentileza de Fernando Maggi  

viernes, 19 de junio de 2020

Parque Cerrado del VII G.P.Internacional de Turismo


Sábado 2 de noviembre de 1963, Vicente Formisano arriba victorioso a Arrecifes, punto final del VII Gran Premio Internacional de Turismo Súper nafta YPF.                    

6a etapa: Villa Carlos Paz - Arrecifes, 662,4 km - total: 4.402 Km.


Parque cerrado final: quimera para todos los participantes de los grandes premios: culminación de esfuerzos, ansiedades, inquietudes, emociones. Rencuentro con familiares y amigos...

Formisano, ganador de la Categoría "C", rodeado por amigos arrecifeños: Agustín Camarasa, Jorge Aguirre, Américo Loeda, Horacio Bintureira
Carlos Marincovich y Luis Di Palma... 
no faltaba tanto para que estos dos jóvenes se hicieran conocer...

Carlos Pairetti recibe a su amigo Juan Manuel BordeuEl balcarceño terminó 4° con el Mercedes Benz 300 SE del equipo  alemán.
Pairetti, el domingo anterior, había llegado 4° en Tandil y se preparaba para su participación en el Gran Premio de TC.

Nuevamente "Las Suecas" en Arrecifes: Ewy Rosqvist y Ursula Wirth rodeadas por simpatizantes locales y el periodista Rubén Quinteros (con anteojos). El policía les abre paso. Ganadoras en 1962; terceras en el '63











Fotos: gentileza de Aldo Mira  

viernes, 12 de junio de 2020

Otros tiempos, la misma pasión


Francisco Maurino y Juan Carlos Pozzi

             
Unas fotos en blanco y negro y un programa del III Gran Premio Arrecifes, nos permiten repasar parte de la historia del automovilismo de nuestra ciudad.

Encabeza la nota el Willys Nigth de Francisco Maurino y su acompañante Juan Carlos Pozzi,  13° en el Gran Premio Nacional de 1931, que se desarrolló entre el 7 y 8 de febrero. El 6 de setiembre del mismo año se corría el III Gran Premio Arrecifes

Algunas particularidades de la carrera
:

Ni bien finalizó la prueba, Ernesto Blanco era el ganador, pero Eleuterio Donzino reclamó que no se le había computado una vuelta. Los integrantes de la Deportiva del Automóvil Club Argentino revisaron sus planillas (se hacían a mano y el paso de los corredores por observación directa de los controles) y repararon su error: el vencedor fue Eleuterio Donzino quien había ganado la primera edición de la carrera, en 1929. (del libro Cástulo Hortal "El Pionero", Roberto Hugo Bustos).

La representación arrecifeña estuvo a cargo de
Francisco Maurino-Juan Carlos Pozzi (Willys-Knight), abandonaron, y Cástulo Hortal-Ubaldo Hortal (Arrecifes Racing Car), quienes finalizaron 6°.
El auto de Maurino, propiedad de Vicente Lo Valvo, era el mismo que utilizó en el Gran Premio Nacional Los hermanos Hortal participaron con el viejo Studebaker, bautizado por don Cástulo como Arrecifes Racing Car al no recibir apoyo alguno de parte del importador de la marca, de la cual Hortal era concesionario.
Accidente
Durante el desarrollo de la carrera Cayetano D´Amico embistió un espectador que se cruzó en el camino del Fiat 519 del volante italiano. Las consecuencias fueron terribles: murieron D´Amico, su acompañante Santiago Colussi, y el espectador.



1939: Carlos Curtessi con su auto de Limitada.
Curtesi murió muy joven, tenía 22 años. En su corta existencia se destacó como un entusiasta de los deportes, practicó fútbol, ciclismo, pelota a paleta y fue protector del boxeo. Pero su pasión por el automovilismo pudo más. Comenzó con buen suceso en las carreras de Ford T Standard y Limitada. En 1940, compró una cupé Ford con la que corrió el Gran Premio Internacional del Norte y las 1000 Millas. 
El 12 de enero de 1941, perdió la vida en un choque múltiple durante el desarrollo de las 12 Horas de Rafaela.  

1941: otro joven, Edison Hortal cuando se midió con los grandes del motociclismo en la pista del Estadio Municipal.  
A los 16 años, "Encho" ya había corrido como acompañante de su padre Cástulo.

Fotos: Roberto Hugo Bustos y Raúl Lacaze