Llegó el día tan esperado: viernes 14 de febrero. Comienza un nuevo torneo de Turismo Carretera. Norberto Fontana inicia su 18ª temporada en la categoría. El circuito “Ciudad de Viedma”, marcará la carrera número 261 del arrecifeño en la especialidad. A pesar de su extensa trayectoria en el automovilismo, no es una carrera más para el exF1. Afronta este nuevo desafío con auto y equipo propio. Todo forjado en pocos días y en su propio terruño. El desafío es mayor… El primer entrenamiento deja conforme al conjunto: piloto-equipo: 10°, a 6/10 del más rápido. Sin embargo, en el segundo algo no sale como estaba previsto. Se nota en el diálogo entre el piloto y Guillermo Cruzzetti, responsable del equipo Multibandas: “Este auto no es el mismo de Olavarría. Hace algo raro, cambia bruscamente de comportamiento. Cuando frenás en la uno, amaga que se va la trompa y de pronto se agarra y va de cola. Es raro”

Sobre el mediodía del sábado, la Chevy N° 25 sale nuevamente a pista:
parcial 1, muy bueno, parcial 2 y 3, malos. Para en boxes y Norberto comenta: “Sigue el problema. Algo tiene mal y no es de puesta a punto”
Tocan algunas cosas, modifican barra y algún otro parámetro... Otra vez a pista. Esta secuencia se repite dos veces más, hasta que termina el entrenamiento.
Mientras viene en la vuelta de cierre, en el equipo comentan: “Auto nuevo, aun no le tenemos la mano del todo y Norberto está muy ansioso. Quizás eso lo lleva a cometer pequeños errores y no cerrar una vuelta bien.”
Norberto entra a boxes, se baja del auto y dice:
“Sigue el problema. Algo tiene el auto y no es de puesta a punto. Yo escucho un ruido raro atrás. No sé, es raro. Este auto es muy diferente al de Olavarría.”
Se sientan frente a las cámaras y ahí comienza a explicar lo que hace el auto y a justificar cada movimiento de sus manos en el volante.

Lo raro y curioso para el que está de afuera es que Guillermo (Cruzzetti) muy serio le dice: “Y cuando te hace pich, pich, vuelve a sacar la trompa o sigue de cola?”
“Sigue de cola” responde Norberto muy seriamente.
Parece humor de niños y, sin embargo, es trabajo serio de dos exponentes de primer nivel del automovilismo nacional. Termina la tarea de revisión de cámaras y, antes de clasificar, un mecánico encuentra que un tensor de la suspensión trasera estaba flojo. Lo ajustan, pero no hay tiempo para alinear. “Ahí recuerdo que el piloto había escuchado un ruido atrás y me pregunto en silencio ¿Cómo puede distinguir un ruido de suspensión en el tremendo barullo que hace un auto de carrera? Evidentemente, el piloto es poseedor de una sensibilidad especial. No es cualquiera”, comenta uno de los integrantes del equipo.
Llega su turno: sale a pista, clasifica en el puesto 35. Ni cerca de cubrir las expectativas con las que llegaron a Viedma. Reunión entre piloto e ingeniero: acuerdan que, para la serie del domingo, volverán a la puesta a punto inicial del viernes. En realidad, el mismo domingo comenzaba el trabajo sobre el auto. Todo lo anterior, había estado viciado por los problemas de origen mecánico.
Domingo, 9 horas, Norberto explica: “Vas a ver, en la serie no. Porque es muy corta, pero en la final, con el auto como está ahora, nos venimos para adelante”

Larga la carrera en el puesto 31. Primera vuelta pasa 28, segunda 26. Tumultos más adelante, frena, esquiva, lo tocan de atrás en uno de esos entreveros, y sigue. P24, P22, Spataro adelante, lo lleva a la rastra 2 vueltas, Guillermo dice: “Spataro lo está tapando”, sin embargo, logra superarlo, P21, P19. Norberto sigue avanzando. En el box N° 25, miran el monitor con los tiempos, se comen las uñas y aumenta la tensión: Que no se caiga nada!!! Que no lo toquen!!!
La Chevy N° 25 se detiene en boxes y se baja un Norberto Fontana exultante, el Campeón de mil batallas está sonriente, feliz. Sabe que encontró el equipo, sabe que va a tener herramienta para pelear. Eso es lo que necesita un competidor nato.
Guillermo sonríe, Alejandro, de Multibandas, aprieta el puño y se lo ve feliz, ahora comprueba que apostó bien, los mecánicos: Diego, Isidro, Benja, Fabi y Tuki están extenuados de tanto trabajo pero felices por ser parte importante de la historia que empieza escribirse, los amigos están emocionados al borde de las lágrimas.
El talento está intacto. El Campeón está volviendo!!!
Ahora hay que seguir trabajando abajo del auto, andar bien cuesta esfuerzo, tiempo, talento y… plata. Hay que seguir convenciendo empresas para que se sumen al proyecto.
“Vamos que venimos”, como dice el piloto.
Fotos: jgc y actc
2 comentarios:
Felicitaciones por el artículo, muy bueno. Te agrego un comentario que escuché hace unos años de Leo Monti..."Norberto arriba del auto escucha un tornillo flojo"...es sorprendente tanta sensibilidad.
Es un piloto superior al resto,lo sigo hace años y esperó que se le de este año de pelear adelanté. Muy buena nota
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