domingo, 24 de diciembre de 2017

Cástulo Hortal y los primeros laureles para Arrecifes

Mañana, 25 de diciembre,  se cumplirán 90 años del triunfo de Cástulo Hortal en Pergamino.

Con  su Studebaker superó a Carlos Zatuszek y su “ómnibus”. Apodo que los aficionados habían puesto al Mercedes Benz de 6 cilindros y 160 caballos que, con el compresor conectado, podía alcanzar los 160 km/h, según lo refería don Cástulo al recordar aquella victoria.

"Él (Zatuszek) tenía mucho más velocidad que yo y me alcanzaba al fondo de cada recta. En la curva, con un auto más liviano, le ganaba unos metros y me volvía a ir. Así anduvimos toda la carrera y yo estaba tan entusiasmado que di dos vueltas de más sin darme cuenta ¡Me tuvieron que parar! Al pobre Zatuszek no le gustó nada...Sin parar, siguió viaje a Buenos Aires..."

Hasta en Navidad
"La delegación del Automóvil Club Argentino aprovechó la Navidad para hacer correr una prueba en el circuito de Pergamino, con dos ilustres al frente de la exigencia. Cástulo Hortal (Studebaker) primero, en 3h2m14s (100,420 km/h) y Carlos Zatuszek (Mercedes) atrás, en 3h5m9s. El país no resultaba entonces ni ancho ni ajeno para el automovilismo deportivo. Estas son algunas de esas constancias". Historia deportiva del automovilismo argentino – Hombres, máquinas, circuitos – La Nación – Tomo I (Alfredo Parga).

25 de diciembre de 1927 - Delegación de Pergamino del A.C.A - Circuito 305 km.
1° Cástulo Hortal (Studebaker) 3h02m14s
2° Carlos Zatuszek (Mercedes)  3h05m09s
Promedio del ganador: 100.420 km/h.

Cástulo Hortal “El Pionero”
Nació el 15 de febrero de 1894 en Vega de Sariego, Oviedo, región de Asturias, España. Arriba a la Argentina el 17 de enero de 1908. El mismo día en que –por rara coincidencia- Juan Cassoulet pasa por Salto durante el raid que lo llevó a unir Buenos Aires con Córdoba.
El joven asturiano pronto consigue trabajo en un almacén, lugar que también le sirve de dormitorio, previa limpieza del local. Tanto esfuerzo se ve compensado con la alegría que experimenta un año más tarde al poder enviarle a sus padres el dinero que le habían facilitado para llegar a la Argentina.
Luego de unos años en  Pergamino, Hortal se traslada a Salto, donde comienza a vender automóviles con singular aptitud. En 1921, el activo vendedor de autos realiza sus primeras armas en el automovilismo deportivo, iniciando una trayectoria que finalizará en 1942. En su extensa campaña acumula, entre otros méritos, su participación en 21 grandes premios, según lo indica El Gráfico en un número especial publicado en 1944.
El debut se produjo en la ciudad de Mercedes, provincia de Buenos Aires, como preparador y acompañante de Oscar Genoud. Con un Studebaker finalizaron en el tercer lugar.
En noviembre de 1927 don Cástulo se radica definitivamente en Arrecifes. Desde ese momento, junto con el doctor Osvaldo Bracco y Pedro Lanata, entre otros, se convierte en uno de los principales impulsores del automovilismo deportivo. Uno de los primeros “revoltosos”, según la expresión de su esposa, doña Rosa Martínez

Admirador incondicional del Studebaker
“Me acuerdo que en un entrenamiento que hicimos juntos con Fernando Nery, Paris Giannini y Cástulo Hortal en 1925, de Villa María a James Craik, apenas unos 35 kilómetros, necesitamos un día. El barrial era tremendo y las zanjas estaban llenas de agua. Ibamos encontrando coches hundidos en ellas y Hortal, admirador de los Studebaker, cuando veía a uno lejos, decía ´No es un Studebaker´, y acertaba. Pero de pronto vimos a uno sumamente hundido y Hortal largó su estribillo. Era Studebaker”.
(del libro Medio Siglo de Automovilismo Argentino, de Ricardo Lorenzo  “Borocotó”).
En un reportaje de la revista Parabrisas Corsa, en 1966, don Cástulo recordaba que durante los diez años en que fue concesionario de la marca Studebaker vendió 300 unidades, cuando el Ford costaba 1.350 pesos y el Studebaker 2.995.
Sin embargo, Hortal no vaciló en anteponer sus principios y renunció a la concesión de la marca, cuando los importadores se negaron a facilitarle un automóvil para participar en un Gran Premio.Además, a su auto lo inscribió como: Arrecifes Racing Car.

Primer triunfo
El 12 de octubre de 1925 el Automóvil Club de Salto organiza una competencia sobre 240 kilómetros de recorrido (se utiliza un circuito trazado entre Salto y Gahan), la que es ganada por Cástulo Hortal (Studebaker), en 3h04m, a 78,260 km/h. Alterna estas actuaciones como piloto con la función de acompañante de Paris Giannini.

Principales actuaciones
Como acompañante de París Giannini
GP Nacional 1925: 2º
GP Nacional 1926: ab.
GP Nacional 1927: 2º
Como piloto
GP 1928: Ab. (Studebaker)
GP 1929: 5º (Studebaker)
GP 1930: 6º (Studebaker)
GP 1931: 9º (Arrecifes Racing Car)
GP 1932: 10º (Arrecifes Racing Car)
GP 1933: Ab. (Arrecifes Racing Car)
GP 1934: 16º (Hudson)
GP Internacional 1935: 2º (Chrysler Plymouth)
GP Internacional 1936: 7º (Plymouth)
GP Argentino 1937: 16º (Plymouth)
GP del Sur Argentino 1938: 10º (Plymouth)
GP Argentino 1938: 9º (Plymouth)
GP Internacional del Sur 1939: 10º (Plymouth)
GP Extraordinario 1939: 25º (Plymouth)
GP Argentino 1939: 25º (Plymouth)
GP Internacional del Norte 1940: 31º (Plymouth)
Premio Mar y Sierras 1942: 5º (última carrera de don Cástulo)

Máxima
“Hacer deporte no es correr como un loco detrás de un triunfo...basta con abrir huella para que los de atrás lleguen...” 

Lejos de suponer el alcance de sus palabras, Cástulo Hortal  fijaba una máxima para todos los habitantes de Arrecifes. Nueve décadas de automovilismo lo avalan. Antes de su fallecimiento, el 1º de julio de 1980, don Cástulo, orgulloso vio transitar a varios arrecifeños por esa huella que él abrió.







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