lunes, 26 de octubre de 2009

Anecdotario

Carlos Menditeguy y su infaltable cigarrillo (El Gráfico, 1966)

Según un viejo y ajetreado volumen del Diccionario Hispánico Universal, la definición de anécdota es: “Relación breve de algún rasgo o suceso particular, más o menos notable”. Por su puesto que la intención de este blog dedicado al automovilismo no es la de pretender demostrar erudición sobre etimología de las palabras. Sino, simplemente, reflejar algunos sucesos particulares, más o menos notables de esta actividad.
Por otra parte, si bien la anécdota camina sobre un delicado equilibrio, que roza entre la veracidad y la ficción, enriquece toda actividad y compite con las frías estadísticas. Por eso, recreamos algunas anécdotas de nuestro automovilismo deportivo.

Luis y sus ocurrencias
Diálogo en los Boxes del autódromo de Buenos Aires (octubre de 1969). Carrera de Sport-Prototipo que ganó Luis Di Palma (Berta Tornado).

Jorge Ternengo: “¿Sabés, che? Hice un trompo en Ascari…”

Luis Di Palma: “¡Dale, qué lo vas a hacer!... Si vos los trompos los traés hechos…”

(El Gráfico Nº 2611 del 21/10/1969)

Menditeguy, según Arturo Dubourg
“Aunque no lo pareciera y todo el mundo creyera que Menditeguy era un tipo sin disciplina, yo te aseguro que no. Era muy habitual que hiciera varias veces el circuito para ver por dónde podía doblar, si se podía cortar por la banquina o no, si tal o cual curva era de tercera o de cuarta. En una Vuelta de Arrecifes estábamos en el hotel, en el mismo cuarto, Y Charlie tenía puesto su famoso camisón de dormir. Eran las doce de la noche y había que levantarse a las seis. Yo ya estaba en la cama y le insistía que se acostara, mientras él se paseaba de punta a punta por el cuarto y miraba de vez en cuando por la ventana. Se tomó la barbilla con la mano y después de hacer un motón de análisis que sólo él entendía, dijo: ‘Bueno, Arturo, no hay que hacerse problemas… mañana gana Juan’, ¿Sabés quién ganó? Juan Gálvez. Era un tipo de novela.”
(Corsa Nº 369, del 15 al 21/5/1973). La Vuelta de Arrecifes que ganó Juan Gálvez (Ford) se disputó el 22 de mayo de 1960.


“Yo, ¡no entiendo…!”
En aquellas Vueltas del Turismo Carretera, cuando los automóviles largaban de uno por vez -con intervalos de 10 o 30 segundos entre sí- se ordenaba la clasificación por tiempo neto. Por lo tanto, era una tarea casi imposible seguir la competencia si no era a través de la información que entregaban las transmisiones radiales. Pues bien, en ocasión de disputarse la III Vuelta de Salto (1964) un desprevenido espectador, oriundo de Arrecifes para más datos, se acercó al costado del camino para ver el paso de los veloces TC de aquel entonces. El mentado señor –no sin cierto estupor- observó que el primer automóvil que transpuso su puesto de observación: “marchaba cuarto por tiempo”, en tanto que quien había pasado en segundo lugar en el camino “era el quinto” y ante su sorpresa, el último auto en registrar su paso (Nº 54) estaba primero. “¡Sensacional actuación de Larry!” vociferaba el relator. Fue entonces cuando nuestro apreciado vecino sólo atinó a decir: “Yo, ¡no entiendo…! ¡El que va último está primero y el que va primero está cuarto…!
Lo concreto, es que aquel 30 de agosto de 1964, Luis Di Palma (Chevrolet) se adjudicaba la competencia, escoltado por Rodolfo de Álzaga (Ford). En tanto que Larry (Alberto Rodríguez Larreta) luego de ganar la primera vuelta abandonó por desperfectos mecánicos en su Chevrolet.

lunes, 19 de octubre de 2009

Victoria de Casá, opacada por la tragedia

Casá y toda la fortaleza del Tractor (El Gráfico, 1966)

Nuevo circuito
En 1966, los organizadores de la 8ª Vuelta de Arrecifes cambiaron el circuito. Eligieron un trazado de 61 kilómetros: 24,450 sobre la ruta provincial 191, camino a San Pedro, luego se doblaba a la izquierda rumbo a Santa Lucía (6,8 km también pavimentados) para ingresar en un camino de tierra de 28,6 kilómetros. La competencia se programó sobre 10 vueltas, para completar 610 kilómetros.

Arrecifeños
A la lista de arrecifeños compuesta por Carlos Pairetti, Luis Di Palma, Carlos Marincovich y José Pozzi (Atalaya), habituales participantes del TC, en esta oportunidad se le agregarían Orlando Raúl Lizzi (Auto Unión), Juan Carlos Sempé, con el Chevrolet de Delio Nardini, y Néstor Jesús García Veiga, con el mismo Ford con el que había debutado Di Palma en el Gran Premio del 63.
Pairetti retornaba al Turismo Carretera luego de su incursión -junto a Jorge Cupeiro- en la Fórmula 3 Italiana. Sería su primera participación del año en la categoría. En su ausencia, Rubén Aeid armó un motor Chevrolet 7 bancadas que había estrenado César Malnatti en la Vuelta de Salto. Luis Di Palma, que ahora corría con un motor Dodge Valiant montado sobre su cupé Chevrolet, había ganado -por exclusión de Cupeiro- en el autódromo de Buenos Aires. Por su parte, Carlos Marincovich, por invitación de Froilán González, había reemplazado a Cupeiro (en Europa) en el Chevitú. El Ruso no desaprovechó la oportunidad y salió de “no ganador” nada menos que en el “Premio Juan Gálvez”, todo un símbolo del TC.

La carrera
El domingo 3 de julio, sobre el kilómetro 55 de la ruta 191, se ponía en marcha la 8ª Vuelta de Arrecifes. Pairetti lucía el número 1 que había conseguido en la clasificación del sábado. Le siguieron: Cupeiro, Di Palma, Tarducci, Ríos, Bordeu, Ciani, Polinori, Marincovich y Gimeno en las diez primeras posiciones. Sempé y García Veiga partieron en los puestos 31 y 35, respectivamente. No largaron el 50 de “Atalaya” y el 52 de Lizzi que había quedado como suplentes.

Pairetti al frente
La carrera tuvo un planteo veloz desde su inicio y rápidamente cobro sus víctimas: Cupeiro se detenía con la junta de tapa de cilindros quemada. Su equipo había trabajado toda la noche para reemplazar el motor que se había dañado durante la clasificación. Miguel Grosso, de Salto, les había facilitado un block y una tapa de cilindros. También Menditeguy y Calamante abandonaron muy rápido. El primer paso por Arrecifes fue para Pairetti, escoltado por Di Palma. Luego seguían Bordeu, Tarducci, Ríos y Ciani. Mientras que Malnatti padecía con la palanca de cambios, que se había roto.

Acorta Di Palma
Al trasponer el control por segunda vez, Pairetti continuaba primero, pero Di Palma acortaba 11s4/5 la diferencia, que ahora era de 18s1/5. Casá ascendía al quinto puesto, detrás de Bordeu y Tarducci y delante de Malnatti, Polinori, Ciani y Mantinian. En la tercera vuelta se retrasó Pairetti y al pasar por el control Rubén Aeid (su acompañante) arrojó un mensaje para sus auxilios: “se cortó el condensador. Batería lista.” Sin embargo, abandonarían poco después.
Di Palma estaba primero por 19s3/5 sobre Tarducci. Tras él corrían Ríos, Ciani -en franca recuperación luego de una salida del camino-, Malnatti, Polinori, Galbato, De Paoli, Bocher y Casá.

La tragedia
La cuarta vuelta resultó fatídica. Todo se desarrolló con un ritmo vertiginoso. El auto de Marcos Ciani siguió de largo en la curva de 90 grados cerca de la Escuela Nº 22 y volcó dejando en grave estado a su piloto. “Intenté rebajar y en ese momento se voló la cruceta. Luego no recuerdo nada más”, diría años más tarde el venadense.
Era inevitable. Marcos no pudo hacer nada. Íbamos en la tierra, teníamos poco freno. De repente la curva. El coche no se podía parar. Nos íbamos, nos íbamos. Se clavó de punta y dio una vuelta, justo sobre el lado de Marcos”, relató Carlos Galante (acompañante de Ciani) a Roberto Carozzo (periodista de El Gráfico) ni bien descendió del auto de Malnatti que lo socorrió. Ciani se recuperó del terrible trance, pero prácticamente en esa curva terminó su carrera deportiva.
También Carmelo Galbato siguió de largo en una curva en el cuartel 21, cerca de Santa Lucía. “Estamos bien. Pero fue un desastre. Se rompió el volante de motor con el disco de embrague. Eso inutilizó los frenos, nos levantó el capot. Saltó todo y seguimos de largo. El auto se deshizo”, comentó Galbato. El y Juan Aguera, su acompañante, salieron ilesos. Cuatro espectadores murieron y otros tres resultaron heridos. La carrera ya no tenía sentido.

El final
Al cerrar la séptima vuelta Di Palma ganaba sobre Malnatti por 11m22s, tercero marchaba Casá, cuarto Raúl Rodríguez y quinto Nelson Prandi. Ambos de Carmen de Areco. Luego seguían Mantinian y Bocher. Armando J. Ríos había quedado al costado del camino, con problemas mecánicos insalvables en su Chevrolet. Con sonido pleno y la victoria a la vista ingresó el puntero a recorrer la última vuelta. Sin embargo, Pocos kilómetros más adelante, una biela destrozaba las ilusiones de triunfo para Di Palma y Juan Lombardo, su acompañante.
“En Arrecifes llevábamos como siete minutos. Y no es porque Luis haya aumentado el régimen que se rompió el motor. No…”, la resignación de Antonio Puglieso, quien junto con su hermano Héctor, se encargaban de la preparación del motor Dodge Valiant de Di Palma. Eduardo Casá, con su infatigable Ford, se convertía en el octavo ganador en el historial de la Vuelta de Arrecifes, en otras tantas realizaciones.

Clasificación final (559,750 km)
1. Eduardo Casá (Ford) 3:41:25.1/5 a 165,295 km/h.
2. César Malnatti (Chevrolet) 3:42:30.2/5
3. Nelson Prandi (Ford) 3:53:04.4/5
4. Manuel Mantinian (Chevrolet) 3:56:04.4/5
5. Mario Tarducci (Chevrolet) a 1 vuelta
6. Fermín Maseratessi (Chevrolet) a 1 vuelta
7. Vicente Conejero (Chevrolet) a 1 vuelta
8. Sergio Bocher (Chevrolet) a 1 vuelta
9. Antonio Bertolotto (Ford) a 1 vuelta
10. Dionisio Zaremba (Chevrolet) a 1 vuelta
Finalizaron: 14 (33%) de los 42 pilotos que largaron.
El último clasificado fue Juan Bautista Larriestra (Ford), a 3 vueltas.

APOSTILLAS
Entrada: el ingreso al circuito se cobró m$n 200
.
Medallas de oro: se les otorgó a Norberto Polinori, César Malnatti y a sus respectivos acompañantes por el gesto que tuvieron al socorrer a Ciani y a Galante. Polinori abandonó la carrera para acompañar, en tal difícil trance, a su colega.

Confiabilidad y performance del “tractor” de Eduardo Casá en 1966: El balcarceño, con la de Arrecifes sumaba 8 participaciones, con el ciento por ciento de llegadas:
27-3 San Francisco: 1º (179,022 km/h)
3-4 Necochea: 3º
17-4 General Pico: 2º
24-4 Villa Carlos Paz: 3º
30-4 autódromo de Buenos Aires: 6º
19-6 Bahía Blanca: 2º
26-6 Hughes: 3º
3-7 Arrecifes: 1º (165,296 km/h).

martes, 13 de octubre de 2009

Esta foto, es historia

Aguirre, acompañante de Marincovich, recibe el aro de informaciones. Lo entrega Carlos Pairetti.

30 de abril de 1961, durante el desarrollo de la 3ª Vuelta de Arrecifes de Turismo Carretera, Roberto Aguirre, acompañante de Sandokán (Néstor Marincovich), recibe el aro con la información de su posición en la carrera y las diferencias de tiempos con sus inmediatos perseguidores:

“1. ustedes, 2. Farabollini, a 10s1/5, y 3. Emiliozzi, a 29s1/5”.

Quien acaba de entregar el aro es nada menos que Carlos Pairetti, jefe de auxilios de Sandokán. Tres meses más tarde, Marincovich perdía la vida en un accidente de tránsito, y en marzo del ’62 sería Pairetti el encargado de conducir el veloz Chevrolet, con preparación de Bernardo Pérez.

Cuesta imaginar hoy en día, en que las comunicaciones entre pilotos y boxes son constantes y se pueden escuchar a través de las trasmisiones televisivas, la forma en la que pilotos y acompañantes eran informados en las competencias de Turismo Carretera de la década del ’60: un aro de mimbre en el que se ataba un papel con la información para la tripulación. Generalmente, se aprovechaba una curva lenta (noventa grados) donde el encargado de alcanzar la información se colocaba del lado del acompañante, quien -a su vez- se desataba, sacaba medio cuerpo por la ventanilla y se llevaba el aro en un brazo. Casi como el maquinista o foguista de los trenes, cuando recibían “el vía libre”.
Cabe recordar que en aquellos años los circuitos se diagramaban sobre rutas y caminos de tierra -generalmente- con extensiones superiores a los 100 kilómetros y superaban los 500 o 600 kilómetros para el total de la carrera. La información llegaba a través de las trasmisiones radiales, ya que se largaba de a un auto por vez, con intervalos de 30 segundos, como mínimo, entre uno y otro. Por lo tanto, a la hora de paso de cada piloto, se le restaba la hora de largada para establecer el tiempo neto y la clasificación general.
Los reabastecimientos de nafta con bidones también merecerán un tratamiento similar en futuras entregas.

Anécdotas
De antología
“Mira, en una carrera que no me acuerdo dónde era había puesto los auxilios en un lugar determinado. Yo sabía dónde estaban y cuando me voy acercando al lugar del auxilio veo con gran sorpresa que uno de los muchachos del auxilio, justo el que tenía que entregarle el aro de información a mi acompañante, estaba de mi lado y ya no había tiempo de hacerles señas de que se cambiara de lugar. Y entonces tuve que largar el volante, abrir la ventanilla, sacar medio cuerpo afuera, agarrar el aro y seguir en carrera. ¿Vos me podés creer que hasta el día de hoy el muchacho del aro me porfía que el aro se lo dio a mi acompañante…?”, Carlos Marincovich.


El auxilio inesperado
Había un grupo de amigos que ofrecían sus servicios como auxilio en todas las pruebas de TC. Pero no eran muy eficientes. O por lo menos estaban en otros detalles. En Rojas corrieron Teófilo Bordeu y Juan Carlos Perkins juntos. Iban mal. Muy lejos. Cuando pasaron por el auxilio dejaron un mensaje: “Estamos sin cambios”. Cuando regresaron al lugar le entregaron un aro con varios billetes de diez pesos y algunas monedas. El papel de información les aclaraba “Si no les alcanza, avisen”. Publicado en El Gráfico Nº 2344, de setiembre de 1964.

miércoles, 7 de octubre de 2009

El Ñato Aguirre

Aguirre en un derrape controlado con su Ford T Semipreparado

El Ñato Aguirre
fue un personaje singular del automovilismo arrecifeño, que alternó sus participaciones automovilísticas como piloto en Ford T Semipreparado y acompañante de notables figuras en el Turismo Carretera de los ’60. Según el documento de identidad, se llamaba Roberto Domingo Aguirre, pero para el automovilismo arrecifeño fue el Ñato Aguirre.
Sus primeros “palotes” en el mundo de la velocidad los realizó con un Ford T de Carretera. Posteriormente, con el mismo auto se anotó en varias carreras “cuadreras” en la zona de Arrecifes, hasta que decidió armar un monoposto para correr entre los Semipreparados. Con tal fin compraron una carrocería con historia, partes de ella habían pertenecido al primer auto de José Froilán González. “Prácticamente adaptamos el chasis a la carrocería que teníamos”, recordaba Aguirre.

Actividad oficial
Su participación oficial se produjo en Villa Constitución, en 1956. Finalizó 10º en la serie, pero no pudo largar la final. Las primeras satisfacciones llegarían en el ’57, con buenos trabajos parciales y un segundo puesto en Teodelina (Santa Fe). En el ´58, su actividad como piloto fue casi nula, pero como contrapartida debutó como acompañante de Néstor Marincovich (Chevrolet) en la Vuelta de Hughes de Turismo Carretera. “Sólo hicimos 1000 metros, se cortó una biela…”, destacaba el Ñato. Sin embargo, la alianza con Marincovich seguiría hasta la última carrera de Sandokán, en 1961.
En el ’59, cuando el TC se lo permitía, volvía a sus participaciones con el Ford T. En Posta San Martín ganó una serie sobre Orlando Sotro, pero en la final abandonó por rotura de motor. En el ’60, terminó cuarto en Luján en una competencia de Limitada del 27 que ganó Juan Carlos Márquez, escoltado por Orlando Sotro y José Morán.

Con Pairetti
Tras la muerte de Néstor Marincovich, en un accidente de tránsito, Carlos Pairetti y un grupo de amigos adquirieron el veloz Chevrolet que tenía preparación de Bernardo Pérez. Por supuesto, el Ñato desde la butaca derecha aportaría toda su experiencia en las primeras carreras de Il Matto. Después, Aguirre se retira y vuelve a trabajar sobre el Ford T, pero sus participaciones se hacen cada vez más intermitentes. Su actividad con su camión de transporte lo alejan del automovilismo. Pero, no sería por mucho tiempo. Pocos días antes de iniciarse el Gran Premio de Turismo Carretera de 1963, apareció en la vida del Ñato el joven Luis Di Palma (19 años). Le habían facilitado la cupé Ford que había pertenecido al mendocino Julio César Castellani y quería correr. Debut con excelente trabajo en la primera etapa y un espectacular vuelco en la segunda. Aguirre sufrió las peores consecuencias: varias costillas rotas y un tobillo quebrado lo mantuvieron quieto por unos meses. “Estamos en presencia de un futuro campeón”, fue el certero pronóstico de Aguirre con respecto al joven Di Palma.

Triunfos
Después, Di Palma y su gente compraron la cupé Chevrolet de los hermanos Marques de Carlos Casares. Desde entonces, Aguirre no sólo ocupaba su butaca derecha, sino que también se hizo cargo de su preparación. Muy pronto llegaron las satisfacciones para el conjunto, un triunfo en la Vuelta de Arrecifes y otro en la de Salto. Todo en el ’64. Después, una serie de frustraciones mecánicas y falta de presupuesto fueron desgastando la relación. Se buscó un nuevo preparador y el Ñato volvió a su camión.
Poco tiempo después, nacía una nueva categoría zonal: TC del 40. Al taller del Ñato llegó una carrocería Chevrolet y… vuelta a la actividad. No ya como corredor, pero sí como preparador. Otra vez en la brecha y con un título de campeón.
En Arrecifes, el taller del Ñato, a pesar del controvertido carácter de su dueño, se convertía en visita obligada de quienes vivían el automovilismo con pasión. Allí, siempre había un auto de carrera y miles de anécdotas. También solía aparecerse Luis Di Palma a tomar unos mates y recordar con el dueño de casa sus primeras aventuras en el TC. El tiempo fue pasando y su salud se fue quebrantando aceleradamente. El 22 de febrero de 1994, el Ñato se marchó en silencio. Sin embargo, su figura y su recuerdo permanecen vigentes.

El Ford T
Chasis (se adaptó el mismo que utilizaban en el Ford T de carretera). Diferencial Ford 1940, elástico transversal. Eje de Ford. Frenos de Ford 1946. Tanque de nafta de 25 litros, colocado en la cola. Motor Ford T, cigüeñal de Ford T, luego de Ford A y por último de Ford B. Carburador de Ford 1937, pistones de avión Piper, magnetto horizontal Scintilla, lubricación forzada.

Triunfos en el TC
10.07.1960 con Néstor Marincovich (Sandokán) en 9 de Julio

31.05.1964 con Rubén Luis Di Palma en Arrecifes

30.08.1964 con Rubén Luis Di Palma en Salto

Principales actuaciones como piloto
2º - Teodelina 1957
3º - Venado Tuerto 1959

4º - Luján 1960

5º - Posta de San Martín y Álvarez

Ganó una prueba de clasificación en Arrecifes y una serie.

Otro apodo
Por su particular condición de haber acompañado a Carlos Pairetti y Luis Di Palma en sus inicios, el Ñato se ganó el apodo de “el domador de leones”.

“Coche a la Vista” de 1957 en “5 Volantes en Historias Breves por Sevalo”
.
“En la categoría Ford T viene cumpliendo actuaciones muy meritorias Roberto Aguirre, que nació en Arrecifes, el 28 de octubre de 1922. Se inició en la actividad oficial el 1º de setiembre de 1956 en la prueba de V. Constitución, donde se clasificó décimo en la serie sin poder largar la final. Posteriormente en Mariano Benítez fue séptimo en la serie y final. Con lo que cerró su actuación de ese año. En 1957 en Teodelina finalizó tercero en la serie y sexto en la final; en Posta de San Martín 6º en la serie y 5º en la final. En Arrecifes, 2º en la serie y 6º en la final; en Pergamino fue 5º en la serie, pero no pudo largar la final; en Álvarez, 5º en la serie y final; en Teodelina segundo en la serie e igual colocación alcanzó en la final y en Santa Isabel se clasificó 5º en la serie y 12º en la final”.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

¡Luis!


Luis Di Palma en su habitat natural: un auto de carrera
(Foto: Corsa 1970)

Resulta difícil encontrar un concepto nuevo sobre Luis Di Palma. Quizás, podríamos volver a destacar sus innegables dotes de conductor diestro, capaz de dominar cualquier vehículo de dos o de cuatro rueda, que transitara por el aire o sobre el agua. Su infatigable capacidad de trabajo. Sus numerosos triunfos y campeonatos logrados en su extensa campaña deportiva. Sería solamente enumerar algunas de sus aptitudes.

Pero, una vez más me gustaría resaltar un hecho muy importante que Luis consiguió en su paso por la vida, llegar a ser profeta en su tierra. Nada fácil por cierto. En alguna oportunidad, Luis nos contó que quizá su ida y vuelta con la gente de Arrecifes se inició en una carrera de Karting, que se disputó en el Estadio Municipal. Entonces, Luis recordaba que hizo un trompo en la primera vuelta y quedó último. A partir de allí, comenzó a recuperar posiciones y ganó la carrera en la última vuelta. “La gente se entusiasmó y gritó como nunca…”, decía.

Poco años más tarde, ese chiquilín del flequillo rebelde, irreverentemente ganaba su primera carrera en el Turismo Carretera, nada menos que en su tierra. Otra vez, la locura entre él y su gente.

Fueron pasando los años y cada triunfo o título de Luis se festejaba en comunión con su gente. Y, pocos días antes de su despedida, en el salón de deportes de la Escuela Técnica, en el marco de la Fiesta del Automovilismo de 2000, Luis recibía el cariño de todos los arrecifeños, cuando con Alfredo Parga de interlocutor se volvió a reunir el póquer de ases y él (Luis) seguía proyectando su futuro automovilístico.

Por eso, así, como aquella oportunidad, o como en tantas otras, él, hoy está aquí, con nosotros, con Arrecifes y su gente….

27.10.1944 - 30.09.2000

lunes, 28 de septiembre de 2009

VII Gran Premio Histórico

Paso por Carmen de Areco de Fontana/Gattelet en el inicio del Gran Premio (Foto: Fernando Maggi).

El sábado pasado, con el marco de la Basílica de Luján, los participantes del VII Gran Premio Argentino Histórico pusieron punto final a la competencia luego de diez días y casi 4100 kilómetros recorridos a través de 11 provincias. El público, con su presencia y aliento, puso la nota de color en el arribo de cada uno de los 262 binomios que completaron la prueba.

¡Competencia inolvidable!
Por los momentos compartidos durante las seis etapas disputadas, el espíritu de camaradería reinante, la competitividad deportiva puesta de manifiesto por todos los participantes y las muestras de solidaridad cuando algunos de los automóviles quedaban detenidos en el camino por algún inconveniente mecánico.
Por otra parte, también resulta saludable destacar los sabios consejos brindados por aquellos participantes que tienen mayor experiencia en esta prueba y siempre respondieron con generosa entrega a las consultas efectuadas por el cronista.

GP Solidario
El Gran Premio Argentino Histórico también cumplió un fin solidario. Cada tripulación participante entregó al final de cada una de las etapas cinco kilogramos de alimentos no perecederos para CARITAS. Además, muchos competidores por motus propio entregaron golosinas, cuadernos y zapatillas en algunos de los colegios por donde pasaba la carrera.

Definición
Luego de cumplir 65 Pruebas Clasificatorias, el Gran Premio se definió por sólo 46/100 entre el binomio vencedor: Tomasello, padre e hijo, y el segundo: Álvarez Fernández/Gómez Fernández.

Personal
El cronista, esta vez navegante del Fiat 1500 Nº 458 que manejó Jorge Fontana, sintió una doble emoción. Primero, por haber arribado otra vez al final de la competencia (la anterior había sido en 2006, con Raúl Lacaze). Segundo, por el recuerdo permanente de su padre que intervino como acompañante de Bernardo García (Auto Unión) en 1961 y 62, cuando se corría a pura velocidad.

Se extrañaron
En el nutrido grupo arrecifeño se extrañaron los binomios compuestos por Daniel “Cachencho” Díaz Costa/Gabriel Subirá y Gustavo Picoy/Gustavo Casco, ausentes con aviso.

Podio de la clasificación general
1. Eduardo Tomasello/ José Tomasello (Mercedes Benz 220) 64:51:07.33
2. Christian Álvarez Fernández/ Miguel Gómez Fernández (Peugeot 404) 64:51:07.79
3. Carlos Berisso/Guillermo Berisso (Volvo 122 S) 64:51:09.60

Ganadores por categorías

“A”
1. Emiliano Pugliese/Guillermo Bove (Citroën 3 CV)
Sub clase "A" 1. Alberto Vidriales/José Messanotte (NSU Prinz)
“B” 1. Patricio O' Brien/Agustín Gallo (Fiat 1100)
“C”
1. Jorge Tomasi/Alberto Domingo (Alfa Romeo Giulia)
“D” 1. Luis Fortte/Juan Fortte (Fiat 1500 Berlina)
“E”
1. Christian Álvarez Fernández/Miguel Gómez Fernández (Peugeot 404)
“F” 1. Eduardo Tomasello/José Tomasello (Mercedes Benz 220)
“TC A”
1. Alberto Pascuzzi/Christian Mallia (Ford Coupé)
“TC B”
1. Jorge Durán/Alejandro Fornari (Chevrolet Coupé)
“TC C” 1. Pedro Gandulfo Fiorini/Bruno Fiorini (Ika Renault Torino 380)
“Velocímetro” 1. Ivo Quadrello/Jorge Basté (Chevrolet Coupé)
Arribaron: 262 binomios - abandonaron: 35


Así clasificaron los arrecifeños

37. Jorge Fontana/Raúl Gattelet (Fiat 1500) 8º en la "D"
79. Raúl Lacaze/Néstor García (Peugeot 404) 28º en la "E"

111. Guillermo Boo/Gerardo Balagué (Peugeot 404) 40º en la "E"

128. Sergio Barceló/Carlos Baldomá (Peugeot 404) 46º en la "E" y 5º en "Velocímetro"

223. Ángel Lo Valvo (h)/Andrea Lo Valvo (Mercury Coupé) 6º en "TC A"

230. Mario Litardo "Espartaco"/Horacio Tagle (Peugeot 403) 55º en la "D"

martes, 15 de septiembre de 2009

Gran Premio ¡a la vista!

El "elegante" Fiat 1500 Nº 458 en la verificación técnica y adminstrativa
(Foto: Jorge Fontana)


Ayer, a primera hora de la tarde, el responsable de deautosmotivo -participante del VII Gran Premio Argentino Histórico- junto con Jorge Fontana, el conductor del Fiat 1500 Nº 458 de la categoría D, dieron otro paso importante previo al inicio de la competencia. La verificación técnica y administrativa de la máquina. Sitio en el que aprovechamos para compartir vivencias con otros colegas de la ruta. Superada exitosamente esta instancia, ahora resta entregar el próximo jueves el auto en Parque Cerrado y preparar la hoja de ruta. Después, vendrá uno de los momentos más emotivos como será el paso por la rampa del Automóvil Club Argentino, frente a la sede de la entidad que rige los destinos del automovilismo nacional.
Seguramente, entre los participantes aflorarán recuerdos de los Grandes Premios de antaño, cuando los pilotos y acompañantes se largaban a la ruta a pura velocidad. Noches en vela siguiendo a través de las transmisiones radiales los distintos pasos por ciudades conocidas o ignotas. O para aquellos afortunados que veían pasar la carrera por su pueblo, revivir emociones y anécdotas. Mañanas de colegio secundario, con la permisiva mirada de algún profesor al alumno que anotaba apellidos y horas de paso de los competidores con notable perfección.

Preparación
La preparación para la competencia comienza mucho tiempo antes: alistamiento del auto, inscripción, reserva de hotelería, charlas informativas sobre el sistema de competencia, a cargo de varios especialistas –por supuesto, no obligatorias- pero de carácter imprescindible si se intenta no desentonar. Mucho esfuerzo y total entrega demostraron Carlos Berisso, Manuel Urrea, Raúl García Escolano, Eduardo Tomasello, Hugo Baldelli y Eduardo Casasnovas para enseñar a los concurrentes cómo mejorar su performance. El responsable de deautosmotivo fue uno de los asistentes y ahora es suya la responsabilidad de demostrar si ha capitalizado los conceptos recibidos. Pero, como dijo Ringo Bonavena, ahora: “te dejan sólo con el otro y hasta el banquito te sacan.”

Definición de GPA
"Las competencias de autos GPA son aquellas en las cuales el cumplimiento de las velocidades establecidas para recorrer los diversos sectores en los que debe ser subdividido un recorrido (Etapas) y determinados trayectos del mismo (Pruebas Cronometradas) constituyen el factor determinante para la clasificación". Artículo 1 del Reglamento General.

Largada en el ACA
Jueves 17 de setiembre, a las 21 desde la rampa de largada ubicada frente a la Sede Central del A C A, Av. Del Libertador 1850, Capital Federal.

Participantes
Entre los 320 automóviles inscriptos figuran:
Fiat 600, 1100 y 1500; Peugeot 403 y 404, Auto Unión, Citroen, NSU, Renault Gordini, Borgward, , Ford, Volvo, recorrerán 4.100 kilómetros a través de 11 provincias: Buenos Aires, Córdoba, San Luis , San Juan, Catamarca, La Rioja, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Santa Fe y Entre Ríos.

Etapas
1ª (18 de setiembre): Luján- Junín- - V. Mackena- San Luis.

Descanso y pruebas en el Autódromo Potrero de los Funes.

2ª (20 de setiembre): San Luis- San Juan-- La Rioja.

3ª (21 de setiembre):La Rioja - Belén- Santa María- Cafayate- Salta.

Descanso en Salta.

4ª (23 de setiembre): Salta-Tucumán- Termas de Río Hondo.

Descanso y Prueba en el Autódromo de Termas de Río Hondo.

5ª (25 de setiembre): Termas de Río Hondo –Santa Fe – Paraná

6ª (26 de setiembre): Paraná- Nogoyá- - Gualeguay – Campana – Luján.


La “Gran Carrera” finalizará el día 26 de setiembre frente a la Basílica de Luján y posteriormente y en esa misma ciudad, adonde llegaran varios Gran Premio de Turismo de Carretera en los años cuarenta, se realizará la entrega de premios.


Arrecifeños en el Gran Premio

5 Ángel Luis Lo Valvo (h)-Andrea Lo Valvo (Mercury coupé-1939)

401-Mario Litardo (Espartaco)-Patricio Torres (Peugeot 403-1963)
458-Jorge Fontana-Raúl Gattelet (Fiat 1500 Berlina-1967)

537 Raúl Lacaze-Néstor García (Peugeot 404-1970)

547 Sergio Barceló-Carlos Baldomá (Peugeot 404-1971)

571 Guillermo Boo-Gerardo Balagué (Peugeot 404-1975)

607 Néstor Jesús García Veiga-a designar (Rambler)

martes, 8 de septiembre de 2009

Cupeiro y el Chevitú, en la 7ª

Cupeiro, el Chevitú y el imponente marco de público (El Gráfico, 1º de junio de 1965).

El domingo 30 de mayo de 1965, se ponía en marcha la 7ª edición de La Vuelta de Arrecifes, un clásico del Turismo Carretera de aquel entonces.
El TC en 1965
Con el cambio de año llegó también el cambio de reglamento. La cilindrada se redujo a 4000 cc y se podría utilizar motores de una marca sobre chasis de otra. El calendario arrancó el 10 de enero en Córdoba. Carlos Pairetti, primero con Volvo 122 SB y después con el Chevrolet, retornó invicto tras dos fines de semana de competencias con epicentro en la provincia mediterránea. A continuación Emiliozzi se apuntó dos porotos: Firmat (Santa Fe) y la “Dos Oceános”. Entre medio, Jorge Cupeiro paseó triunfal por el autódromo de Buenos Aires. Mientras que en abril, en la segunda visita al autódromo de Buenos Aires, Luis Di Palma aprovechó la lluvia para dejar atrás al “Chevitú”. Carlos Loeffel ganó la interprovincial Hughes (S. Fe)-Río Cuarto (Córdoba) y los Emiliozzi retornaron al triunfo en Necochea.
Mayo no dejó domingo libe en el calendario para el Turismo Carretera. El 2, Eduardo Casá ganó en La Pampa; el 9, Cupeiro se impuso en Pergamino. El 16, Marcos Ciani venció en Santa Fe y el 23, Loeffel repetía en Ensenada. En cinco meses 12 carreras. ¡Asombroso! El precio que se pagó también fue alto: Ángel Meunier-Umberto Lorenzetti, Raimundo Caparrós-Héctor Pérez, Santiago Luján Saigós-Mateo Karelovich, pilotos y acompañantes que se inmolaron antes de Arrecifes.
Ausencias
Por diferentes motivos no se presentaron a correr en la 7ª Vuelta de Arrecifes Dante Emiliozzi, Marcos Ciani y Carlos Loeffel. Mientras que participaría por primera vez en sus pagos Carlos Marincovich “Sandokán II”, quien a partir del 30 de agosto de 1964 -en la Vuelta de Salto- había puesto en vigencia un apellido con historia dentro del Turismo Carretera.
“El favorecido”
La subcomisión de automovilismo del Club Social Argentino había reservado el nº 48 para “El Favorecido”, ya que previo a la carrera se sorteaba el Chevrolet que habían corrido Néstor Marincovich y Carlos Pairetti. El mismo “Bataraz” que le dio la victoria a Pairetti cuando se despedía de él en la Villa Carlos Paz-San Francisco, del 17 y 18 de enero. De tal forma, el poseedor de la rifa podría participar en la carrera. José Daporta, cuyo billete salió favorecido, prefirió venderlo.
Pruebas de clasificación
Después de tres años se volvió a largar por el resultado de las pruebas de clasificación, que se desarrollaron el sábado 29 en un circuito de tierra compactada de 3.300 metros, propiedad del Club Social Argentino. Jorge Cupeiro estableció el mejor tiempo y largó con el 1. Pairetti con el 2, Di Palma con el 3, “Sandokán II” con el 5 y “Atalaya” (José Pozzi) con el 34, completando estos últimos la representación local. Por otra parte, el ingeniero Rafael Sierra acompañaba a Jorge Cupeiro en el “Chevitú” para vivir una experiencia inolvidable en sus pagos.
La carrera
Cupeiro dominó desde el inicio hasta el banderazo final. Sólo Pairetti le opuso resistencia, viajando permanentemente a escasos segundos del “Chevitú”. Detrás, seguían Di Palma, Ríos y Gimeno. “Sandokán II”, de buen desempeño -marchaba cuarto-, abandonó en la segunda vuelta. En la última vuelta una goma retrasó a Pairetti y confirmó la victoria de Cupeiro, quien estableció un nuevo récord de vuelta, en la cuarta, con 36m00s2/5 a 185,645 km/h.

Clasificación final (559,750 km)

1. Jorge Cupeiro (Chevitú) 3h01m49s a 184,719 km/h
.

2. Carlos Pairetti (Chevrolet) 3h04m52s3/5
3. Luis Di Palma (Chevrolet) 3h08m38s
4. Armando J. Ríos (Chevrolet) 3h12m23s
5. Oscar Cordonier (Chevrolet) 3h16m04s
6. Rodolfo de Álzaga (Ford)
7. Héctor Rey (Ford)
8. Carmelo Galbato (Ford)

9. Ovidio Tintorelli (Chevrolet)
10. Raúl Cottet (Ford)

Finalizaron
: 16 (41%) de los 39 pilotos que largaron.
El último clasificado fue Fernando Mártore (Ford), a 1 vuelta.

“El Tatay Show”
Según Juan Carlos Pérez Loizeau (El Gráfico).
“El modesto y pintoresco puentecito de Tatay terminará en un museo. Ya lo distingue todo el país automovilístico. “Primera vuelta: El Chevytú venía apurado tratando de alejarse de Pairetti. Cupeiro hizo la maniobra perfecta y se fue para Carmen de Areco. Ya empezaban los gritos.
Poco después apareció Pairetti, quien pasó el puente de madera, de 90 grados, con su habitual solvencia y particular estilo. Luego cruzó Di Palma sin su calidad habitual. Evidentemente destemplado todavía. La aparición de Álzaga -estrella del momento- motivó los primeros entusiasmos importantes -dobló por el riel y siguió dejando comentarios de admiración-.

“Marincovich hizo una maniobra exacta y fue seguido por Gimeno, quien dobló acelerando con intermitencia. ‘Bamse’ lo escoltaba de cerca. Apareció el ‘showman’ máximo de la jornada: Johnny Perkins. Llegó por la recta muy fuerte, frenó y entró en el puente con el auto atravesado; con un ‘volantazo’ lo corrigió, pero inició el derrape a la inversa. Cuando salió del puente estaba otra vez de costado y se aproximaba rápidamente al borde del camino. Más volantazos, tierra para todo el país y una sucesión de maniobras endemoniadas lo ubicaron durante unos 150 metros, un rato en el camino y otro sobre el pasto y con la zanja llamándolo insistentemente. Toda su pelea con el auto y la geografía de la provincia, naturalmente tuvo el coro de 2.000 gargantas que voceaban cada movimiento con una exclamación parecida a la del ¡gol! de la cancha de fútbol. Un espectáculo marciano.”
“Aloé: llegó fuerte y entró torcido, se arrepintió justo a tiempo y dobló. La cola le tiró un cachetazo al primer poste y motivó una zambullida a la zanja de un gaucho con gorra, que probablemente, era la primera vez que veía la Vuelta de Arrecifes. Aloé torció la rueda delantera izquierda.

“Mártore con los faros encendidos, señal de que andaba sin frenos. Y Tatay perdona cualquier cosa menos andar sin ese elemento. Por lo tanto, se aproximó a regular velocidad y sin detenerse nada… siguió derecho. Lástima que el puente estaba al costado. Piloto y acompañante se agarraron fuerte, el auto subió el cordón de tierra y pasto y así derechito, como venía, fue a parar al fondo de la zanja junto al río. Quedó parado como en un estacionamiento subterráneo. La multitud lo sacó del apuro empujando.”
APOSTILLAS de la 7ª Vuelta
Reaparición: Pairetti reaparecía tras 45 días de inactividad aquejado por una úlcera estomacal.
Ganadores de vueltas: Cupeiro ganó 4 de las 5: 36m07s1/5, 36m13s, 36m00s2/5 y 37m16s3/5. Pairetti se adjudicó la 2ª en 36m02s2/5. Precisamente allí se registraba la menor diferencia con Cupeiro: 1s1/5.

martes, 1 de septiembre de 2009

Héctor Ríos "Laucha"

Héctor Ríos con la Chevy amarilla
(Foto: Turismo Carretera 60 años de Historia, de Peter Hamm)


Héctor Ríos, según el documento de identidad, “el Laucha” para el automovilismo nacional, nació el 11 de diciembre de 1937 en Todd, localidad ubicada a cinco kilómetros de Arrecifes por la ruta nacional número ocho. Precisamente, en Todd Laucha cursó sus estudios primarios y también tuvo su primera aproximación a un automóvil de carrera.

“Gané una beca y la rechacé porque era para estudiar en un colegio nacional. A mí siempre me gustó la mecánica, y estando en cuarto grado comencé a ir al taller de Miloqui y Posincovich donde preparaban al principio el auto de Néstor Marincovich (Chevrolet de TC)”, explicó.

Años más tarde, Laucha se radicó en Arrecifes e ingresó como aprendiz en el taller de Rubén Aeid. Fue allí donde comenzó a “meter” manos en el auto de Fuerza Libre de Domingo Vita que preparaba Aeid. Mientras tanto, también se destacaba en la primera división de fútbol de Sportivo Palermo.

Debut
Sin embargo, no pasaría mucho tiempo antes de que Ríos debutara en el automovilismo. Fue en 1962 en la IV Vuelta de Arrecifes, como acompañante de José Pozzi (Mercury). La experiencia no fue buena. Volcaron y Laucha debió ser hospitalizado por un fuerte golpe en la columna vertebral. No se amilanó. En setiembre volvía a correr junto a Pozzi en la Vuelta de Salto.
Mientras tanto, Rubén Aeid -luego de acompañar a Armando J. Ríos- reabría su taller en Arrecifes y Laucha se incorporaba al equipo que se haría cargo de la preparación del auto de Carlos Pairetti. En enero del 64 Laucha acompañaba a Luis Di Palma en Carlos Paz y un año más tarde se sentaba en la butaca derecha de Pairetti. Fue en la Semana de la Velocidad, última carrera de Il Matto con el Chevrolet que había pertenecido a Néstor Marincovich.

“Es la carrera que más recuerdo. No sólo porque ganamos, sino por lo que nos pasó. El coche no daba más. Llovía, y teníamos que ir con los pantalones remangados porque entraba agua por todos lados. Íbamos hechos una sopa, pero contentos porque ganábamos la carrera”, rememora el Laucha.

Una nueva etapa
Junto a Carlos Pairetti corrió infinidad de carreras, se consagraron campeones de TC en 1968 con el Barracuda y el famoso Trueno Naranja. También se sentó junto a César Malnatti, Néstor Jesús García Veiga y Jorge Cupeiro. Fueron muchos años en la categoría, pero faltaba aún mucho más… En 1972, debuta como piloto en Pergamino con el Chevrolet 400 de la Peña La Tortuga Renga y finaliza 6º. Demostró que tantos años junto a notables pilotos no habían sido en vano. Si bien la victoria le fue esquiva, no desentonó. En el Gran Premio de la Provincia de Buenos Aires (1976), ya con la Chevy, ganó la segunda etapa al escalofriante promedio de 229,151 km/h. En 1986, corrió con el auto de Tito Delconte el último Gran Premio que disputó el Turismo Carretera y arribó 14º. También fue su última carrera, pero de ninguna manera su alejamiento de la categoría. Durante años condujo el Auto de Seguridad de la ACTC y hoy sigue trabajando por su querido TC…

Principales actuaciones de Héctor Ríos en TC
Debut
: 9.04.1972 en Pergamino
4º puestos
: Laboulaye 74, 25 de Mayo 75, GP 75, Olavarría y Tandil 80
5º puestos: Pergamino 75, 25 de Mayo 76, Coronel Pringles 80
6º puestos: 25 de Mayo 74, GP 74, Tandil 77
7º puestos: Pergamino 74, 500 Millas Mercedinas y San Miguel del Monte 75, GP de la Prov. de Bs. As 76, Azul 77, La Plata 77
8º puestos
: Hughes 72, Viedma 73; Viedma y Bragado 74, Bahía Blanca 76, Punta Alta 82, Santiago del Estero 82.
9º puestos: 25 de Mayo 73, Tandil 82
10º puestos
: Olavarría 72
Ganó la 2ª etapa en el GP de la Provincia de Buenos Aires de 1976 a 229,151 km/h
.

martes, 25 de agosto de 2009

¡Sorprendente Di Palma!

Di Palma en la curva de La CLIDA, Aguirre retribuye el saludo del público
(Foto: Armando Contreras)


Luis Di Palma sorprendió gratamente en el Gran Premio Argentino de Turismo Carretera de 1963, a pesar de que su actuación terminó abruptamente con un vuelco en la segunda etapa. Sin embargo, ese revolcón no consiguió menguar su entusiasmo, ni sus ansias de triunfo. Por el contrario, pareció multiplicárselos.
Del Ford inicial saltó al Chevrolet y con 19 años llegó a la carrera de su “pueblo” con una experiencia de ocho participaciones y una serie de comentarios elogiosos sobre sus performances parciales.
La carrera
Cuando el domingo 31 de mayo de 1964, con los acordes musicales de la Banda de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y la suelta de 300 palomas de la Sociedad Colombófila de Pergamino, se puso en marcha la 6ª Vuelta de Arrecifes, Carlos Pairetti -con el nº 1- fue el encargado de abrir el camino. Di Palma, largó con el número 34.
Sin embargo, fue Oscar Cabalén, con el Chevrolet de Juan Bautista Gougy, el que ganó la primera vuelta, escoltado por Ciani, Cupeiro, Pairetti y Calamante en las cinco primeras posiciones.
“(…) en tanto que el pibe Di Palma comenzaba a perfilarse como posible sorpresa, aunque muy entremezclado todavía con los de la retaguardia, que iba superando.”, destacó el cronista de El Gráfico.
El fuerte tren de marcha impuesto dejó fuera de carrera a 17, de los 49 protagonistas que largaron. Entre ellos al 50 de José María Pozzi (Ford), piloto local.
En la segunda vuelta, la rotura del diferencial inmovilizó al Chevrolet de Cabalén. Ciani, con el Dodge de la llamarada sobre el capot, tomó la posta. Lo escoltaba Cupeiro con el Chevitú -acompañado desde el aire por Froilán González-. Pairetti, Di Palma y Calamente completaban el quinteto de punta.
La tercera pasada por el puente del Tatay fue letal para el Chevitú que se detuvo con el árbol de levas roto. Di Palma continuaba con su avance y se ubicaba segundo por tiempo neto. Tercero quedaba Pairetti y luego Calamante.
¡Llamando el avión!
El Dodge de Ciani pasó como una exhalación por Arrecifes ingresando en la última vuelta. Nada hacía presumir el desenlace final. Poco minutos más tarde, el avión de LT 22 (Radio Arrecifes) con los relatos de Roberto Hugo Bustos realizaba un llamado perentorio:
“¡La máquina de Ciani disminuye la velocidad…! ¡Ahora se detiene!” Hernán Bravo, en los comandos del avión, realizaba un giro en la búsqueda del Chevrolet nº 34, mientras el verde Dodge se mimetizaba entre la arboleda que rodeaba el camino.
Así recuerda Bustos aquel momento: “Volamos en sentido contrario a la carrera y lo encontramos a Luis (Di Palma) en Salto. El piloto, que era fumigador, puso el avión prácticamente a la par del auto y le hicimos las señas correspondientes al Ñato Aguirre para indicarle que estaban primeros.”
Pairetti arribó al final de la carrera. Las miradas se posaron sobre los cronómetros. Las transmisiones radiales cobraron mayor protagonismo. Cada llamado desde el avión aceleraba las pulsaciones de los oyentes…
Definitivamente la carrera consagró a un joven de 19 años, cara de niño, flequillo rebelde, a lo “Beatle”. Arrecifes fue una fiesta: primero y segundo dos pilotos arrecifeños.

Clasificación final (559,750 km)
1. Luis Di Palma (Chevrolet) 3h06m02s3/5 a 180,522 km/h
2. Carlos Pairetti (Chevrolet) 3h06m57s1/5

3. Mariano Calamante (Chevrolet) 3h07m37s1/5

4. Antonio Bertolotto (Ford) 3h13m18s1/5

5. Vicente Galluzzo (Ford) 3h13m48s2/5

6. Rodolfo de Álzaga (Ford) 3h18m30s3/5
7. J. Rodríguez (Ford) 3h21m46s1/5
8. Juan Carlos Pena (Ford) 3h22m27s

9. Félix Alberto Peduzzi (Chevrolet) 3h25m51s1/5

10. Héctor Volponi (Chevrolet) 3h30m23s1/5

Finalizaron: 13 (27%) de los 49 pilotos que largaron. El último clasificado fue Fernando Mártore (Ford), 1 vuelta.

APOSTILLAS de la 6ª Vuelta
Premios y entradas
: Se distribuyeron $ 860.000 en efectivo y $ 140.000 en trofeos. Se cobró una entrada voluntaria de $ 20 a beneficio del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Arrecifes.
11ª carrera: La de Arrecifes fue la 11ª carrera del año en el nutrido calendario del TC que había entregado hasta allí cinco ganadores diferentes: Dante Emiliozzi, sumaba cinco triunfos, Marcos Ciani, dos, Fernando Piersanti, Jorge Ángel Pena y Juan Manuel Bordeu, uno cada uno.
Esforzados: Fernando Mártore, de La Plata, vino a correr con una prolija cupé Ford. El sábado, en la clásica “tiradita” rompió un pistón. Lo consiguieron en Capitán Sarmiento, de Alberto Exertier. Desde allí viajaron hasta Pergamino para maquinarlo en la rectificadora de Bourdá y Pedrini. En el esfuerzo agotaron sus reservas económicas. Por la noche cenaron con duraznos en almíbar y durmieron dentro de los autos en el taller donde paraban (Gattelet y Borgeaud). El domingo, en carrera, otra vez declinó un pistón. Anularon ese cilindro y completaron cuatro de las cinco vueltas estipuladas.
Testimonio: “Prácticamente nos convencimos del triunfo cuando llegamos acá (Arrecifes), porque venía ganando Ciani y abandonó en Salto. Había metido el auto entre el público, nosotros no lo vimos y le veníamos dando… y cuando llegamos a Arrecifes nos hacía señas todo el mundo de que estábamos primeros y en la curva del Náutico, que era la curva anterior a la llegada, doblamos ¡todo de costado! Parecía que el auto se iba a ir afuera de la pista. Felizmente no se fue y 500 metros después ganábamos la carrera. Salió segundo Pairetti. Yo estaba muy contento ese día. Tenía dudas en cuanto a que si venía ganando o no, a pesar de las señas de la gente y del avión...Incluso en el aro de informaciones también nos indicaron, pero ‘El Ñato’ se lo guardó para que yo no me acelerara más todavía”, el testimonio de Luis Di Palma años más tarde, recordando su primer triunfo en el automovilismo.
Auto: Mariano Calamante corrió con la “Coloradita” auto que compartían con Juan Manuel Bordeu.
Ausentes:
Dante y Torcuato Emiliozzi habían viajado a Estados Unidos para presenciar las clásicas “500 Millas de Indianápolis” y por lo tanto no estuvieron presentes en la carrera arrecifeña.

lunes, 17 de agosto de 2009

Lo Valvo gana el GP del '37

El Ford de Lo Valvo denota el estado del camino (Foto: El Gráfico Nº 944 del 14 de agosto de 1937)

Poco más de 28 años de edad tenía Ángel Lo Valvo cuando enfrentó su segunda presentación en competencias automovilísticas: el Gran Premio Argentino de 1937 (6890,7 km). Su primera experiencia se remontaba a otra magna carrera: el Gran Premio Virginio F. Grego de 1936 (6865 km en nueve etapas). No le había ido nada mal en su debut, finalizó tercero. “Es la segunda vez que corro; el año pasado me inicié con el GP y desde entonces no participé más”, informaba Lo Valvo.

El GP del ‘37
“El GP recorría buena parte del país. Una larga travesía fraccionada en diez etapas que parecieron ser más, por todo lo que exigía”, detallaba Alfredo Parga (Historia Corsa de los Grandes Premios). “Se ponía en marcha frente al estadio que entonces construía el club River Plate…”.
A Lo Valvo, que corría acompañado por su cuñado, Antonio Spampinato, por sorteo le correspondió el número cuatro. Por otra parte, en esta oportunidad, el arrecifeño se escudó bajo el seudónimo de “Hipómenes”.
La elección del seudónimo estuvo a cargo de la señora Haydée Loudet de Bracco, esposa del presidente de la Delegación del Automóvil Club en Arrecifes. Ella propuso que utilizara un nombre mitológico: “Hipómenes” (vencedor de Atalanta).

El desarrollo de la carrera
Al finalizar la primera etapa, 1071,9 kilómetros, Lo Valvo arribaba cuarto, a poco más de nueve minutos del vencedor: Ricardo Risatti.
El segundo tramo (Paraná-Corrientes, 714 km) fue para Arturo Kruuse con Plymouth, quien superó a Hipómenes por 13 minutos y fracción. En la general mandaba Risatti, escoltado por Lo Valvo.
En la etapa siguiente, el arrecifeño lograba un doble objetivo. Ganaba el parcial, más de 10 minutos sobre Suppici Sedes, y pasaba al primer puesto en la general, con más de media hora de ventaja sobre Pedrazzini. En sólo tres etapas el lote de participantes se reducía a 37, de los 69 que habían largado. Más del 53 por ciento había quedado en el camino. Entre ellos, el debutante Oscar Gálvez (Ford Nº 58).
En la cuarta etapa Hipómenes aparece tercero, pero en la clasificación general amplía su diferencia a casi 50 minutos sobre Pedrazzini, que se mantiene segundo.
Concluido el quinto episodio (Jujuy-Tucumán) de “solo” 340,4 km, Lo Valvo terminaba tercero y continuaba primero en el total de la carrera por 50 minutos sobre su nuevo escolta: Suppici Sedes.

Sobresalto…
Un momento se zozobra superó Lo Valvo en la sexta etapa (Tucumán-La Rioja, 385,1 km). “Saliendo de Catamarca atropellamos un perro. Rompimos la dirección y las patas del motor, hasta La Rioja, Antonio (Spampinato) debió ir sosteniendo el block del motor con una llave inglesa, con la que hacía palanca…”, explicaba el piloto al concluir el parcial. De todas maneras, no perdía mucho tiempo: arribaba cuarto, a poco más de seis minutos de Pedrazzini, vencedor de la etapa.
Lo Valvo terminó cuarto en la séptima etapa que ganó Arturo Kruuse (Plymouth). La diferencia en la general entre el arrecifeño y Pedrazzini se redujo 49 minutos 19 segundos. Sin embargo, en el tramo siguiente: Mendoza-Santa Rosa (814,4 km) Lo Valvo volvió a ganar y estiró su diferencia en la clasificación general a 1h.4m.19s, sobre Kruuse, ahora segundo.
Hipómenes pareció tomarse un respiro en la penúltima etapa (Santa Rosa-Bahía Blanca, 397,5), que ganó Tadeo Taddia (Chevrolet). Finalizó 10º, pero conservaba su ventaja en la general sobre Pedrazzini, que retomaba el segundo puesto.
La última etapa: Bahía Blanca-La Plata (959,7 km) fue para Carlos Garbarino (Ford) a 111,763 km/h. Lo Valvo arribó segundo a 2m57s, y se aseguraba el primer puesto en la general. De esta manera, el arrecifeño escribía así una de las brillantes páginas de la rica historia del automovilismo argentino.

Conceptos del ganador del Gran Premio
“Tuve que cambiar nueve cubiertas, las que dejé completamente desgarradas. Cámaras gasté muchas más. Pero en el coche, exceptuando lo de la salida de Catamarca, no tuve inconveniente alguno”.

“Quiero poner bien en claro que el compañerismo fue norma entre todos los que corrimos. Y citar especialmente a Kartulovic. Venía muy retrasado; en Bahía Blanca vino a decirme que corriera con cuidado, que no me gastara. Quería que yo ganara y me insistía: ‘Yo estoy perdido y vos sos la lógica’. Y agregó un hecho definitivo: salió de Bahía Blanca cargado de repuestos, habiéndome dicho que correría detrás de mí, dispuesto a desarmar su coche para darme todo lo que precisara en caso de una desgracia. Con tal de que yo pudiera terminar. Esas cosas no se olvidan. Y les pido a los periodistas que no dejen de contar esto.”

“… allí gané 40.000 pesos en premios y publicidad; con eso te comprabas diez autos nuevos de aquella época. Esa carrera hizo que me incluyeran en el equipo Ford de entonces junto con Gálvez, Marimón y Risatti… hasta podía darme el lujo de llevar publicidad paga, Jabón Federal me daba 500 $ por carrera!”

Lo Valvo, etapa por etapa
1ª: Buenos Aires - Santa Fe (1071,9 km): 4º

2ª: Paraná - Corrientes (714 km): 2º
3ª: Resistencia - Santiago del Estero (718,7):
4ª: Santiago del Estero - Jujuy (566,7 km): 3º
5ª: Jujuy-Tucumán (340,3 km): 3º

6ª: Tucumán - La Rioja (385,1 km): 4º

7ª: La Rioja - Mendoza (922,4 km): 3º

8ª: Mendoza - Santa Rosa (814,4 km):

9ª: Santa Rosa - Bahía Blanca (397,5 km): 10º
10ª: Bahía Blanca - La Plata (959,7 km): 2º

Clasificación General - 6890,7 km.

1. “Hipómenes” (Ford V8), 80:36.21.0
2. Carlos Garbarino (Ford V8), 82:30.15.0
3. Eduardo Pedrazzini (Ford V8), 83:35.57.0
4. Héctor Suppici Sedes (Ford V8), 83:35.6.4/5
5.Tadeo Taddía (Chevrolet), 83:53.57.0
6. Augusto E. S. McCarthy (Plymouth), 86:6.54.2/5

7. Antonio S. Gauthier (Chevrolet), 86:9.15.4/5
8. Daniel Musso (Ford V8), 87:49.14.0
9. Andrés Fernández (Hillman Hawk) 87:49.14.0

10. José Massetti (Ford V8), 90:35.10.1/5

16. Cástulo Hortal (Plymouth), 95:37.10.3/5
Promedio del ganador: 80,070 km/h.

Material consultado: El Gráfico de 1937, Historia de Una Pasión, de Alfredo Parga.

martes, 11 de agosto de 2009

Pairetti gana las "500" de Rafaela

Pairetti y el Destéfano-Chevrolet en acción (Automundo, agosto de 1968)

El 25 de agosto de 1968, Carlos Pairetti ganaba las 500 Millas de Rafaela con un Destéfano Chevrolet a 217,226 km/h de promedio luego de completar 174 vueltas al óvalo de 4624,46 metros (804,656 kilómetros). El ’68 sería un año especial para Il Matto, ya que pocos meses más tarde también lograría el campeonato de Turismo Carretera.

El auto para Rafaela
El auto que corrió Pairetti en su segunda incursión en las “500” de Rafaela era el Destéfano Chevrolet, que pertenecía al Midget Club Sunchales y conducía Vicente Cipollati:

“(…) El proceso ‘Midget Club Sunchales - Vicente Cipollatti - Carlos Pairetti’ es por todos conocido y ocupó las páginas de AUTOMUNDO en su oportunidad. Nuestra historia comienza mucho después. Apenas una decena de días más tarde de aquel cuando el monoplaza construido por Carlos Destéfano llegó, huérfano de planta motriz, a las instalaciones de General Motors.
“Por entonces ya estaba todo decidido. Carlos Pairetti se ocuparía de conducirlo, y un motor Chevrolet 250, de impulsarlo”
, escribía Miguel Ángel Barrau en Automundo.

“Confirmado: Pairetti probó la semana pasada, en Rafaela, el auto de Cipollati y se quedó con él para correr las 500 Millas el 25 de este mes. Desde Mendoza el auto viajó a Buenos Aires para recibir un motor 250 preparado por ingenieros de General Motors (…)”
. El Gráfico, 6 de agosto de 1968.

Antecedentes de Pairetti en las “500”
En 1964, cuando el circuito todavía era de tierra, Pairetti debutó en las “500” con el auto de Héctor Niemitz, con motor delantero y preparado por Rubén Aeid. Abandonó cuando estaba en punta y restaban 42 vueltas para terminar.
“(…) cumplidas 100 vueltas: Pairetti punteaba a solamente 159,3 km/h de promedio; Di Santo y Sanmartino le seguían a dos vueltas (…). Solamente un hecho imprevisto podía devolverle emoción a la carrera, y todavía quedaban más 100 millas… Ese hecho se produjo sólo en parte. Por fallas mecánicas Pairetti se detuvo en la vuelta 130ª y no regresó a la pista (…)”. El Gráfico 1964.

Las “500” del 68
La carrera fue veloz y -tal como se preveía- la lucha se planteó entre Pairetti y Copello, éste con el Cooper-Tornado preparado por Oreste Berta. El sanjuanino había roto el motor y el Mago de Alta Gracia junto con su equipo trabajó toda la noche para cambiarlo y asentarlo. Inclusive, Copello sabiendo que su motor no estaba lo suficientemente ablandado comentó. “Si Pairetti sale a hacer la punta lo voy a tener que dejar escapar.”
Por otra parte, la gente de General Motors también sabía que Il Matto daría un handicap de 40 segundos a su oponente por la recarga de combustible. “Vamos a tener que parar dos veces. La carga de los tanques no alcanza. El motor consume más de lo que creíamos.”
Al filo de las 90 vueltas (416,2 km), la carrera dio un vuelco fundamental al detenerse Pairetti en boxes. Perdió toda la ventaja acumulada sobre Copello y cuando volvió a pista se encontraba a 56 segundos del cuyano.
“Nuestros cronómetros le tomaron 4 vueltas (a Pairetti) por debajo del minuto y 14 segundos; otras 4 por debajo del minuto y 13 segundos y la vuelta número 100, la de la detención de Copello, en exactamente 1 minuto 11 segundos y 8/10… ¡Con carga completa de combustible, con 167 litros de nafta rodeándolo!”, detallaba Roberto Carozzo en El Gráfico.
En definitiva, Pairetti superó a Copello a 18 vueltas del final y se encaminó a su victoria en Rafaela, en tanto que Luis Di Palma, en su debut con los monopostos, arribaba tercero.
“(…) el espectáculo no estuvo solamente en ellos dos. Lo de Di Palma también es genial, y además era lo que le estaba haciendo falta a Luis para demostrar su ductilidad, su juventud y al mismo tiempo toda su experiencia. Con un auto viejo (Maserati-Tornado de la Peña Rueda), con mucha historia, planteó la carrera como si hubiera estado sentado en una maravilla mecánica del Siglo XX (…)”, destacó Roberto Carozzo.

Clasificación Final
1. Carlos Pairetti (Destéfano-Chevrolet) 3:42:15.2/10 (174 vtas)
2. Eduardo Copello (Cooper-Tornado) 3:44:19.2/10 (174 vtas)
3. Luis Di Palma (Maserati-Tornado) 3:42:31.1/10 (167 vtas)
4. Omar Cuvertino (RS-Tornado) 3:42:08.4/10 (165 vtas)
5. Rolando Sotro (Maserati-F100) 3:42:40.3/10 (163 vtas)
6. Nasif Estéfano (Crespi-Tornado) 3:42:32.3/10 (161 vtas)
7. Omar Almeida (Bravi-Tornado) 3:42:35.8/10 (160 vtas)
8. Héctor Sanmartino (Requejo-Chevrolet) 3:42:55.4/10 (158 vtas)
9. Juan Carlos Salatino (Pascutti-Valiant SS) 3:42:45.4/10 (150 vtas)
10. Jorge Ternengo (Ferrari-Tornado) 3:42:56.6/10 (149 vtas)
Promedio del ganador: 217,226 km/h.
Récord de vuelta: Pairetti, en la 35ª, en 1:13.1/10 a 227,743 km/h.
Largaron: 24 pilotos - Clasificaron: 15 (62%)
Promedio de vuelta del vencedor: 1:16.6/10
Pruebas de clasificación
1. Carlos Pairetti (Destéfano-Chevrolet) 1.11.2/10 a 233,821 km/h.

Los titulares de las revistas especializadas
Corsa: “Una aplanadora llamada Pairetti”
Automundo: “Y otro mito quedó atrás…”
El Gráfico: “Pairetti sigue la serie: ¡..También las 500 Millas!

martes, 4 de agosto de 2009

Marincovich gana con la "Chevy"

La Chevy de Marincovich delante del Falcon de Estéfano
(Foto: Armando Contreras en Coche a la Vista)


El 9 de julio de 1972, Carlos Marincovich consiguió el primer triunfo para la cupé Chevy en Turismo Carretera, fue en la 14ª Vuelta de Chacabuco -séptima carrera de la temporada- que se corrió en el semipermanente de la ciudad de Pergamino. “Fue aquel de 1972 un año conflictivo para el TC. Las crónicas sobre desencuentros técnicos y desavenencias personales en el más variado nivel influyeron negativamente en el ejercicio que cuantitativamente tuvo una prueba menos que en 1971 aunque estructuralmente se desenvolviera abarcando uno de los espectros más ricos de la historia”, analizaba Alfredo Parga en su libro Historia de una Pasión.
Marincovich, que había sido protagonista del torneo de 1971 con un Torino, en el '72 había pasado a Chevrolet. Su primera participación del año fue el 26 de marzo en la carrera “Cerro de la Gloria-El Challao”, “uno de los mejores escenarios que alguna tuvo el TC” (Alfredo Parga). En la competencia mendocina el arrecifeño se presentó con el Chevrolet 400 que había utilizado su primo Rody en el ’71 y finalizó cuarto.

El turno de la Chevy
El estreno de la cupé Chevy para Carlos Marincovich fue el 9 de abril en el semipermanente de Pergamino. Finalizó 2º en la serie y 5º en la Final. El siguiente paso fue en 25 de Mayo, donde Sandy ganó una serie de antología por 1/10 sobre Nasif Estéfano (Ford). “Yo estoy conforme con lo que hice, pero bien sabés que tengo la campaña hecha. En cambio, a vos, te quedan muchos años por delante… La verdad es que sos un ‘desperdiciado’ por el automovilismo”, fue el elogio de Estéfano a Carlos Marincovich que inmortalizó El Gráfico en su contratapa. En la final se invertía el orden de la clasificación. Sin embargo: “Después, vino una exasperante revisión de tapas y allá por el 8 de junio, se pronunció el Comité Ejecutivo de CADAD. Desclasificaciones a granel: Herceg Competición S.R.L., Héctor L. Gradassi, Juan C. Iglesias y José M. Serra Lima ‘por haber participado con autos que no se ajustaban a las especificaciones reglamentarias’; otro tanto le cabía a Carlos Marincovich con una accesoria económica de 300 pesos” (Alfredo Parga). El triunfo fue para Carlos Loeffel (Dodge).
El 11 de junio en la San Juan-Calingasta- San Juan, ganó el tramo de ida y abandonó en el regreso. Un escenario electrizante: “(…) el itinerario se armaba con las 1126 curvas de distinto tipo de radio y altimetría que llevarían a los corredores desde la patria chica de Sarmiento hasta Calingasta, para retornar a San Juan.”
Un nuevo abandono tuvo Marincovich el 25 de junio en la 13ª Vuelta de Hughes. Carrera en la que el Nene García Veiga ofició de acompañante de su coterráneo.
El triunfo…
… llegó el 9 de julio, en la 14ª Vuelta de Chacabuco que se corrió en el triángulo chico de Pergamino (9332,60 metros). El arrecifeño ganó su serie sobre Carlos Loeffel (Dodge), en tanto que las otras dos fueron para Juan Manuel Bordeu (Dodge) y Nasif Estéfano (Ford). La más rápida fue para Nasif, por 8s3/10 sobre la que ganó Marincovich.

“Decir que alguien pensaba en otra cosa que no fuera Nasif-Marincovich o lo que es lo mismo, Ford-Chevrolet, es ponerse fuera de toda evidencia. La sal y la pimienta se daba en ese pleito y habría de plasmarse a través de 20 giros de encarnizada lucha. “No hacía falta buscar tiempos netos, porque Nasif y Carlitos largaron juntos, en primera fila. El primero sería primero, sin vuelta de cronómetro, con respecto al otro. “(…) Vuelta a vuelta Nasif aparecía o pegado a la cola del Chevy rojo o a varios metros, manteniéndose el suspenso hasta volver a verlos en situación similar. En cualquier momento podía cambiar la situación y allí estuvo radicada toda la emoción de la competencia, mientras Bordeu se mantenía tercero, a la ‘pesca’ hasta que se paró (…) “En definitiva, una buena jornada que será superada a poco que aparezcan autos similares al Falcon azul o el Chevy carmín. La nota no fue tanto que haya ganado Marincovich-Chevrolet, sino que le haya sacado el invicto del año al Ford, en la categoría”, escribía Pepe Carter en Coche a la Vista.

Clasificación de la Final a 20 vueltas (186,652 km)
1. Carlos Marincovich (Chevrolet) 1:06:13.6 a 169,102 km/h.
2. Nasif Estéfano (Ford) 1:06:23.8

3. Juan Carlos Iglesias (Ford) 1:08:17.2
4. Emilio Parisi (Torino) 1:08:41.5

5. Ricardo Iglesias (Ford) 19 vtas.
6. Héctor L. Gradassi (Ford) 19 vtas.
7. Juan R. Machado (Torino) 19 vtas
8. Carlos Tártara (Torino) 19 vtas
9. Antonio Lizeviche (Torino) 19 vtas

10. Roque Boyle (Torino) 19 vtas.

Récord de vuelta
: Marincovich, en la 16ª, 3:16.1/10 a 171,327 km/h.


Los títulos de las revistas especializadas

“SANDY SE SALIO CON LA SUYA: LE GANO A NASIF Y LE SACO EL INVICTO A FORD” -Coche a la Vista.

“SE CONCRETO LA AMENAZA”
“El domingo pasado Carlos Marincovich, la mayor amenaza de Nasif Estéfano en los últimos tiempos, concretó el triunfo que todo el mundo esperaba. Todo fue una verdadera fiesta del TC” - CORSA.

Los Triunfos de Marincovich en TC hasta ese momento
30 de abril 1966 - Autódromo de Buenos Aires (Chevytú)

01 de setiembre 1968 - Autódromo de Buenos Aires (Chevrolet)
03 de noviembre 1968 - Autódromo de Rafaela (Chevrolet)
16 de mayo de 1971 - San Juan (Torino)

15 al 19 de junio de 1971 - Gran Premio (Torino)
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