jueves, 1 de diciembre de 2011

Algo personal

El 3 de diciembre de 1961, en plena adolescencia, y cuando soñaba con llegar a ser corredor de autos, crucé -sin saberlo- por última vez a Pocholo Moisello

Era un domingo especial. Había terminado de cursar el primer año de la secundaria, en el viejo San Bartolomé de Arrecifes y empezaba a disfrutar de las vacaciones. Mi padre manejaba el Chevrolet 38. Doblamos por avenida Molina y apareció aquel auto de carrera rojo brillante…

Fue un instante. Nos cruzamos y saludamos con la mano en alto. Recuerdo que en aquel momento pensé: ¡qué experiencia inigualable manejar ese auto rojo, llantas color aluminio, con el bramido espectacular de los cuatro cilindros a pleno!

Poco después, entre vecinos, amigos y colaboradores, subieron el auto en el camión de Leoncio Vázquez y partieron rumbo al circuito de Pilar, cita de la categoría Limitada del 27, aquel 3 de diciembre. Con mi familia nos fuimos a Salto a casa de unos tíos.

Pocholo, Juan Pedro, según el documento de identidad, era el piloto de nuestro barrio. El que probaba su auto de carrera en la manzana que albergaba su taller… Una fiesta para todos los chicos, que hasta los grandes festejaban…

Por supuesto, que por aquel entonces, el tránsito de Arrecifes no tenía la densidad actual. Amigos y colaboradores de Pocholo se paraban en las esquinas y le señalaban si podía acelerar o no… ¡Increíble! ¡Imperdible!

Cuando regresamos de Salto nos enteramos que en medio de la polvareda del circuito de Pilar, en un choque múltiple había muerto Pocholo. Fue hace 50 años. Pero en mis retinas y mientras tenga la posibilidad de recordarlo, para mí siempre estará en la avenida Molina, con su auto rojo radiante, el corredor de mi barrio…

Raúl Gattelet

Moisello y Solián

Juan Pedro Moisello

Nació el 19 de mayo de 1923, corrió entre 1953 y 1961 en Ford T Standard, Semipreparados y Limitada del 27. Logró tres victorias: Arrecifes y Cañuelas, 1953; Derqui 1959.

Festejo



1 comentario:

EDUARDO FUENTES dijo...

Que recuerdo,ilustra una epoca muy especial,repetida en todo los barrios,donde Habia un Moisello,la pasion lo hacia todo posible,gracias por la nota,es una pintura,soy de los que perdieron un familiar en este deporte,y en esta epoca de barras antivuelco,extintores,el riesgo siempre esta,la pasion se mantiene.