lunes, 27 de julio de 2009

Rubén Aeid en el recuerdo

Rubén Aeid regula válvulas en el Chevrolet de Pairetti (Foto: El Gráfico, 1966)

Como una singular sinrazón de la vida, Rubén Aeid, quien había corrido en Turismo Carretera como acompañante de Oscar Cabalén, Armando J. Ríos y Carlos Pairetti -tremendos velocistas- murió en una esquina de Arrecifes a causa de un accidente de tránsito. Junto con Osvaldo D’ Angelo y Oscar Corvino retornaban el domingo 27 de julio de 1969 en un Fiat 600 desde la ciudad de Salto, donde habían probado el Torino de Turismo Carretera de Ernesto Pierángelo, cuando se produjo la colisión que tuvo fatídicas consecuencias para Aeid. Rubén había nacido el 6 de octubre de 1930.

Pasión por los “fierros”
Quien fue uno de los notables preparadores de automóviles de carrera, precozmente había demostrado su entusiasmo por la mecánica. Mientras cursaba sus estudios primarios construía automóviles de carrera, nacidos de viejas latas de aceite y cajones de manzanas. Luego de la primaria, Rubén Aeid se inscribió para seguir “Teneduría de Libros”. Pero, enfrente de su casa, Bernardo Pérez tenía su taller mecánico en el que atendía el automóvil de Fuerza Limitada que corría Froilán González. Como era de suponer, los ejercicios de la partida doble pasaron al archivo, para ser reemplazados por cruces de árboles de levas y desmultiplicaciones de diferencial. En 1946, Aeid ingresó en la concesionaria Chevrolet de Arrecifes para trabajar en el sector de repuestos, pero nuevamente se cruzó en su destino un automóvil de carrera. Allí, Bernardo Pérez armaba el auto de Froilán González. Por lo tanto, una vez finalizadas sus tareas en la sección repuestos Aeid se acercaba al lugar donde Pérez trabajaba y poco tiempo después pedía su pase definitivo al taller mecánico.

Bernardo Pérez, su mentor

“Estaba limpiando un filtro de aire de Chevrolet (estaba dividido en tres piezas) y no encontraba su ubicación. Levanté la vista y lo vi a Bernardo Pérez que me observaba y se reía. Se acercó y me ayudó a terminar el trabajo. A pesar del ‘calor’ que pasé, cada vez que tenía un problema lo consultaba a él”
, recordaba Aeid, que pronto recibió el reconocimiento de su “profesor”.
Cuando en 1948 Froilán González corrió el Gran Premio a Caracas, Rubén Aeid colaboró con Bernardo Pérez en la preparación del auto. Más tarde, cuando Froilán viajó a Europa, Aeid estuvo desvinculado de los autos de carrera, ya que Bernardo también se había ido con el equipo argentino. Sin embargo, durante las temporadas internacionales de 1952 y 53, Rubén integró el equipo de mecánicos del Automóvil Club Argentino. Después, instaló su propio taller y se alejó de los autos de carrera. En 1956, Domingo Vita le encargó a Rubén Aeid la preparación del motor Chevrolet V8 de Mecánica Nacional Fuerza Libre. El piloto arrecifeño, con la preparación de su coterráneo, ganó en Marcos Juárez y San Nicolás, pero se accidentó en el circuito de Las Flores (1960) y allí terminó su participación con los monopostos. Ese mismo año, una semana antes del Gran Premio de Turismo Carretera, Rubén viajó a Buenos Aires para ayudarle a Bernardo Pérez en el armado del Chevrolet de Oscar Cabalén y acompañarlo en la carrera. En 1961, Aeid cerró su taller en Arrecifes y se dedicó a la actividad agrícola. Un año más tarde, nuevamente lo llama Bernardo Pérez. Esta vez, para que acompañara a Armando J. Ríos. Con el piloto de Necochea ganaron cuatro carreras y resultaron ilesos luego de protagonizar un espectacular vuelco en Rojas.

El turno de Pairetti
En 1963, Aeid ya no era acompañante de Ríos y había instalado un taller de afinación de motores en Arrecifes. Hasta allí llegó Carlos Pairetti para pedirle que le armara su Chevrolet de Turismo Carretera. La alianza Pairetti-Aeid comienza a partir de la V Vuelta de Arrecifes y el 18 de agosto “Il Matto” consigue su primer triunfo en Mar del Plata, carrera reservada para no ganadores. Poco después, gana en Tres Arroyos, pero esta vez entre “ganadores” y la culminación de un año que no había empezado muy bien, finalizó a toda orquesta triunfando en el Gran Premio, donde Rubén Aeid no sólo fue el preparador, sino que desde la butaca derecha puso la cuota de mesura necesaria para que Pairetti serenara sus ímpetus de velocista nato. En 1964 Pairetti finaliza en 17 (71%) de 24 competencias, con seis segundos puestos y dos victorias (S. A. Areco y las 500 Millas Mercedinas). En el ’65 se despide del Chevrolet ex Néstor Marincovich con un triunfo en la Semana de la Velocidad, en Córdoba y adquiere el Chevrolet ex Larry. Aeid y su equipo trabajaron en su taller de Arrecifes para adaptar el auto al manejo de Il Matto. Luego de un año y siete meses sin victorias Pairetti gana en Rojas, Pergamino y el Gran Premio. Otra vez con Rubén en la butaca derecha.
En el ’67 Pairetti se accidenta en Rafaela con el auto que le prestara Miguel Bahillo y cuando se recupera vuelve con el “Barracuda” que le había adquirido a Formisano y que Aeid también adaptó al particular estilo de manejo de Il Mato: ¡¡¡siempre a fondo!!! Con este auto Pairetti logró dos triunfos más con la atención de Aeid, hasta que en 1968 ingresó en el equipo General Motors.

Triunfos de Pairetti con la preparación de Rubén Aeid
1963: 3 (Mar del Plata, Tres Arroyos y Gran Premio)
1964: 2 (San Antonio de Areco y 500 Millas Mercedinas)
1965: 1 (Villa Carlos Paz-San Francisco)
1966: 3 (Rojas, Pergamino y Gran Premio)
1967: 2 (Hughes y Olavarría).

martes, 21 de julio de 2009

Los Emliozzi en la 5ª Vuelta

La galera de los Emiliozzi pasa por el puente del Balneario Municipal de Arrecifes

1963 comenzó bajo un signo trágico con la muerte de Juan Gálvez, el 3 de marzo en Olavarría. El múltiple campeón fue un notable piloto y mecánico, que dedicó 25, de sus 47 años, al deporte motor. La fatídica curva en el “Camino de los Chilenos” tronchó una trayectoria de lujo: 59 triunfos (5 Grandes Premios) y 9 títulos argentinos (1949 al 52, 1955 al 58, y 1960) en Turismo Carretera y como le corresponde a un grande, murió marchando en punta.
Los Emiliozzi mandan
Dante y Torcuato Emiliozzi empezaron la temporada con el pie derecho. Fiel a su costumbre hilvanaron tres victorias consecutivas: Olavarría, Pergamino y Necochea, con histórico récord (al superar los 200 km/h) 203,526 km/h para el total de la carrera.
Otros ganadores
El 14 de abril, Eduardo Casá (Ford) conseguía en la Mar y Sierras su primer triunfo en el TC. Mientras que en Santa Fe, carrera con historia si las hay, triunfaban los hermanos Saigós (Ford). En mayo, Jorge Ángel Pena (Chevrolet) ganaba en los autódromos de Buenos Aires y Mendoza, respectivamente.
Pairetti, con nuevo preparador
Velocista por excelencia, Carlos Pairetti había iniciado su segunda temporada en el TC con escasa fortuna. Los abandonos se sucedían unos tras otros. Sólo había podido terminar la carrera de Necochea, donde arribó 7º. A partir de la competencia de Arrecifes sería Rubén Aeid el encargado de la preparación de su Chevrolet.
Los premios
La subcomisión de automovilismo del Club Social Argentino, que presidía Fernando Manuel Juárez, con la secretaría de Raúl O. Tessone y tesorería de Mariano Barrios, informaba que: “se distribuirán m$n 772.350 en premios.”
La carrera
La numerosa lista de inscriptos, en este caso 72, ratificaba año a año el interés que despertaba cada una de las realizaciones de la Vuelta de Arrecifes. Un atractivo más para el público significaba la presentación del nuevo automóvil de Oscar Alfredo Gálvez. El Ford del “Aguilucho”, el noveno que utilizaba desde su inicio en el Gran Premio de 1937, mostraba líneas modernas y una trompa de revolucionario diseño que pronto ganó el mote de “el tiburón”.
El domingo 2 de junio, ordenados de acuerdo con el ranking de la Comisión Deportiva Automovilística (CDA) se ponían en marcha 59, de los 72 volantes inscriptos. Lamentablemente, entre los que no iniciaban la competencia se encontraba el nº 59 del piloto local José María Pozzi, que había adquirido una cupé Ford.
Dante Emiliozzi completaba la primera vuelta en 36:18.1/5 a 185,024 km/h, nuevo récord para el circuito. Detrás marchaba Saigós, que había punteado en los primeros 70 kilómetros de carrera. Ríos, Menditeguy, Oscar Gálvez y Ciani completaban el grupo vanguardista. Carlos Pairetti ya estaba fuera de carrera. El Chevrolet nº 8 se detuvo a poco de iniciar la competencia por rotura de un pistón.
Ciani y el Dodge
En el transcurso de la segunda vuelta se producía la primera alternativa de interés en la punta de la carrera. Marcos Ciani con su veloz Dodge superaba por tiempo a los Emiliozzi y se notaba el notable avance de Norberto Palagani que se colocaba tercero. Sin embargo, al completar el segundo paso por Arrecifes, los hermanos de Olavarría recuperaban las riendas de la competencia y comenzaba a poner mayor distancia sobre sus perseguidores: Gálvez, Menditeguy, Ríos y Ciani.
Para destacar
También merecían destacarse los trabajos de Antonio Bertolotto, Norberto Palagani, Eduardo Casá, Ángel Rienzi, José Morán y Ramón Requejo. De todas formas, Emiliozzi seguía manejando con comodidad la carrera. Los cambios se sucedieron en las otras posiciones. Oscar Gálvez quedaba fuera de carrera con inconvenientes mecánicos en su flamante auto. Esta vez, los inconvenientes pudieron más que el empeño y la paciencia del veterano corredor.
“La Galera” dejó atrás, por última vez, el puente sobre el río Arrecifes. Giró a la derecha abordando la curva que lo depositaría en la recta final. El banderazo rubricó una nueva victoria para los Emiliozzi, la cuarta del año. Además, los “Gringos” iniciaban una serie de cuatro victorias consecutivas: Arrecifes, Bahía Blanca, La Pampa y Salto. Segundo terminaba Marcos Ciani (Dodge), postergando a Armando J. Ríos (Chevrolet), el ganador en 1962.

Clasificación final (559,750 km)
1. Dante Emiliozzi (Ford) 3:03:13.1/5 a 183,304 km/h.
2. Marcos Ciani (Dodge) 3:05:10.1/5
3. Armando J. Ríos (Chevrolet) 3:06:22.4/5
4. José Morán (Chevrolet) 3:13:48
5. Rubén Roux (Chevrolet) 3:13:59
6. Norberto Palagani (Ford)
7. Ramón Requejo (Chevrolet)
8. Eduardo Casá (Ford)
9. Carlos Menditeguy (Ford)
10. Remo Gamalero (Ford)
Finalizaron: 12 (20%) de los 59 pilotos que largaron. El último clasificado fue Dionisio Araquistain (Ford), a 27m16s de los Emiliozzi.

APOSTILLAS de la 5ª Vuelta
Llegador: Con la carrera de Arrecifes, Ramón Requejo sumaba seis competencias consecutivas sin abandonos en Turismo Carretera.
Kilómetro lanzado: para los hermanos Emiliozzi (Ford) 211,700 km/h. Para Marcos Ciani (Dodge) y Armando J. Ríos (Chevrolet) 205,750 km/h.
Nuevo récord: para el total de la carrera establecieron los Emiliozzi al mejorar en 7 minutos el registro de Armando J. Ríos en 1962.

martes, 14 de julio de 2009

Arrecifes vuelve por sus fueros

Arriba: Largada de la Final, abajo, a la izquierda, el ganador de la prueba Edison Hortal, derecha, autoridades que controlaron el desarrollo de la carrera. (Periódico Arrecifes, octubre de 1946)

Si bien la Segunda Guerra Mundial había finalizado en 1945, sus consecuencias en lo relativo a la carencia de elementos necesarios para la práctica del automovilismo se hicieron sentir en los meses posteriores, por lo que aún en 1946 era escasa la actividad en tal sentido. Pero serían, una vez más, un arrecifeño (Ángel Lo Valvo) y la misma ciudad de Arrecifes de los primeros en hacer los intentos para reanudar la práctica activa del automovilismo. Lo Valvo y Ángel Pascuali, con un M.G, marcaron varios récords en las “100 Horas en Automóvil” realizadas en un circuito en forma de óvalo, con piso de ripio de 2574 metros, ubicado en la localidad bonaerense de Moreno. La prueba se inició el 12 de abril de 1946 y finalizó cuatro días más tarde.
Por su parte, la Comisión de Carreras del Club Social Argentino, presidida por el doctor Luis Alberto García, programó una competencia de fuerza limitada que se disputó en Arrecifes el 27 de octubre de 1946 marcando el retorno del automovilismo a nuestra ciudad, luego de un paréntesis de 13 años. El circuito de tierra preparado para la ocasión tenía una extensión de 1.950 metros y 12 de ancho. Estaba ubicado dentro del campo denominado “El Rincón”, propiedad del doctor Alberto Lastra, en cercanías de lo que en la actualidad es el barrio La Cumbre.

La categoría y sus protagonistas
La competencia estaba reservada para coches con carrocería de carrera y debían ser modelos hasta 1932, con blocks de fábrica, motores de serie, cilindrada original no mayor de 3400 centímetros cúbicos y cuyo régimen no debía sobrepasar las 3400 revoluciones por minuto.
El cronograma preveía la realización de tres series, de 15 vueltas cada una, un repechaje a 8 vueltas para los no clasificados y una final a 40 vueltas (78 km) en la que intervendrían los cuatro primeros clasificados de cada serie y el primero y segundo del repechaje. Las series se disputarían con un mínimo de ocho participantes y un máximo de catorce.
Los inscriptos y su numeración: 1. Alfredo Pián, 2. Aurelio Arzani, 3. “Montemar”, 4. Pablo F. Trincavelli, 5. Edison Hortal, 7. Martín Salaberry, 8. Luis Milanessi, 9. Luis Caminatta, 10. Liberato Fernández, 11. Obdulio Gonella, 12. Bernardo Berdi, 13. Ricardo Iglesias, 14. Silvestre Ortensi, 18. Florindo Nardi, 19. Aniceto Ramallo, 20. “El Centinela”, 2l. Enrique Boveri, 22. Martín Larquin, 23. Ramón Mazzutti, 24. Federico Vasser, 25. Antonio Bojanich.

Alternativas de la carrera

“La primera serie la ganó el corredor de Las Rosas (Santa Fe) Alfredo Pián piloteando un Ford de hermosa carrocería y preparación mecánica, marcando el más alto promedio del sábado con 97 kilómetros y 90,200 en la serie (…)”, destacaba el cronista del periódico Arrecifes, refiriéndose a que Pián también había prevalecido en las pruebas de clasificación que se habían disputado el día sábado.
Aurelio Arzani (Buick) y “Montemar” (José Froilán González) (Chevrolet) se impusieron en las otras dos series eliminatorias. En tanto que Federico Visser (Chevrolet) ganó el repechaje.
“Después de una hora de intervalo, tiempo en el que se regó la pista y se ultimaron preparativos para la largada de la serie final, a las 15 horas y de acuerdo a los tiempos establecidos en las eliminatorias anteriores, se alistaron los coches en la largada (…)
“Montemar y Pián luchan en la vanguardia y el piloto de Las Rosas establece el récord de vuelta para las primeras cinco vuelta se competencia. Posteriormente abandonó por rotura de caja de velocidades y toma la delantera Montemar, escoltado por Hortal y Tortoni. En la 10ª vuelta se queda definitivamente Montemar con la junta de tapa de cilindros rota y pasa al frente Hortal. Le siguen Tortoni y Boveri. En la vuelta 22, se detiene Hortal en boxes y quitan el caño de escape. Ahora, el orden de marcha es: Tortoni, Boveri y Fernández. En el giro 29 Hortal supera a Fernández y a cinco vueltas de la bandera a cuadros el arrecifeño retoma el liderazgo de la carrera. Mientras que Boveri en gran esfuerzo empuja su auto para cruzar la meta.”
Una rica pintura extraída de las crónicas de los periódicos Ideas y Arrecifes, de octubre de 1946.

Clasificación de la Final (40 vueltas)
1. Edison Hortal (Plymouth, Arrecifes) 51:36.2/10 a 85,672 km/h
.

2. Elpidio Tortoni (Chevrolet, Buenos Aires) 52:01.5/10
3. Liberato Fernández (Ford A, San Nicolás) 52:02.3/10
4. Enrique Boveri (Chevrolet, Rojas) 52:56.7/10

5. Obdulio Gonella (Chevrolet, Salto) a 1 vuelta

6. Florindo Nardi (Ford T, Morón) a 1 vuelta
7. Jesús Ricardo Iglesias (Plymouth, Pergamino) a 2 vueltas
8. Luis Milanessi (Ford A, Junín) a 9 vueltas.

ACOTACIONES
“Arrecifes vuelve por sus fueros...la progresista ciudad que se levanta a la vera del camino que nos une con Rosario, en estos momentos da la nota sensacional en el ambiente deportivo automovilístico...” -anunciaba un diario de la Capital Federal.
Público: “Cerca de 13.000 personas presenciaron la carrera", informaba el diario “Ideas”.
Premios
: “Se distribuyeron $ 5.000 en premios y numerosos trofeos y medallas. Por la noche los corredores fueron agasajados con una cena servida en la entidad organizadora, tras lo cual se realizó un baile popular en el Teatro Español”.

Bandera a cuadros
: “La nota emotiva de la jornada ocurrió durante el arribo de Edisón Hortal, cuando su padre (Cástulo) le bajó la bandera a cuadros coronándolo ganador.”

Seudónimo
: “Para seguir esquivando el problema con mi familia me inscribí con el seudónimo de ‘Montemar’, nombre de uno de los caballos de carrera de ‘Lucho’ García”, recuerda José Froilán González.

Material consultado: José Froilán González Una Pasión sobre Ruedas, de Roberto Carozzo, Diario Ideas y Periódico Arrecifes.

martes, 7 de julio de 2009

Gastón Aguirre

Didier Theys, Gastón Aguirre y Mauro Baldi en Daytona 1998

Caso paradójico el de Gastón Aguirre en el automovilismo. Se desenvolvió como un piloto profesional a pesar de que nunca se lo propuso, consciente de su responsabilidad con la empresa familiar que dirige. A pesar de su predilección por los automóviles de mucha potencia, se ha destacado por su manejo prolijo y sobrio. Aunque nunca le tembló el pie a la hora de acelerar.
Introvertido, poco afecto a las grandilocuencias, Aguirre ha tenido meritorias actuaciones en categorías zonales y nacionales. Sin olvidar un par de participaciones en las 24 Horas de Daytona. Desde siempre vivió muy ligado al deporte motor. Su padre (Jorge) también supo entreverarse en carreras de motos, Limitada del 27 y un par de competencias en el TC de los ‘60. Cuando colgó el casco siguió de cerca las campañas de Carlos Pairetti y de Luis Di Palma, alternando con el automovilismo zonal como propietario de un auto que se lo cedió a varios pilotos arrecifeños. Después, le llegó el turno a Gastón y su padre siguió como dirigente de la Federación Norte de Automovilismo. Precisamente, cuando Jorge Aguirre falleció ejercía la presidencia de la federación.
Gastón debutó en TC Zonal y se consagró campeón en 1989 y 90. Los dos años en los que participó en la categoría.
“Te acordás que mi papá tenía un carácter explosivo. Veníamos viajando desde Chivilcoy y me dice ‘¡ponete las pilas que el auto lo tenés que correr vos o quemo todo!’ Estoy cansado de gastar plata y que el auto se rompa…”, sonriendo, el tricampeón del Gran Turismo Americano explica cómo surgió su oportunidad en el automovilismo.
Automovilismo nacional
El 13 de setiembre de 1992, Gastón debutó con un prolijo Ford Falcon en Supercart. Abandonó en la final luego de haber terminado 2º en la serie. En la siguiente carrera (Concordia) subió al podio con un tercer puesto y en su cuarta participación ganó una serie. En el 93 sumó tres podios y finalizó 5º en el campeonato. Continuó en la categoría hasta el 96 inclusive. En el ’97, el arrecifeño se incorporó al Gran Turismo Americano, flamante categoría que lo tendría como referente y que la revista CORSA presentaba de esta manera:
“Gran Turismo Americano tiene características que la muestran como una opción válida, con autos de alrededor de 450 HP, motores de 5.600 cm3, chasis tubulares y carrocerías de Ford Thunderbird, y Chevrolet Lumina. Autos que nacieron concebidos para correr con una mecánica robusta y confiable y con innegables aires de la ‘Nascar’, categoría norteamericana a la cual se trata de emular. Tal vez el escenario no resultó el más adecuado como para que estos autos desarrollen todo su potencial, pero cabe aclarar que esta era la primera carrera y había muchos detalles por verificar con los autos en pista.”
Al terminar el año, Gastón sumaba cinco victorias en ocho carreras y terminaba cuarto en el torneo, que tenía un particular sistema de puntuación.
“Prácticamente perdimos el campeonato por no haber corrido el 12 de setiembre en Buenos Aires. Ese día corrí en Turismo Carretera en 9 de Julio. Luis (Di Palma) me quería llevar en su helicóptero para que pudiera correr también en Buenos Aires…”, rememora Aguirre.
Luego, se tomaría revancha ganando tres campeonatos consecutivos en la categoría. En el ‘97 alternó su actividad en el GTA con algunas participaciones en Turismo Carretera. Manejó una Chevy del equipo JC Competición. Cuando retornó al TC en 2003 también corrió con una Chevy, pero del equipo de Guillermo Ortelli.
Las 24 Horas de Daytona
En dos oportunidades Gastón Aguirre participó en las 24 Horas de Daytona. La primera vez fue en 1998 en el equipo denominado Misión Argentina, representante de la Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC), que integraron junto con Facundo Gil Bicella, Horacio Paolucci, Gabriel Castillo y Daniel Dopazo. Los cinco pilotos se alternaron en la conducción del Oldsmobile Cutlass Nº 56 y arribaron en la 35ª (sobre 74 tripulaciones) posición de la clasificación general y 8º en la división GT1 tras completar 445 vueltas (2549,405 km). El arrecifeño retornó a la mítica carrera en 2000 con un Chevrolet Corvette del equipo de Dale Kraide, junto con Daniel Urrutia, argentino radicado en Estados Unidos, el canadiense René Villeneuve y el estadounidense Scott Watkins. Abandonaron luego de siete horas y media de carrera por rotura de motor.

Apostillas
"24 Horas de Daytona"
"Las 24 Horas de Daytona fueron para la Ferrari 333 SP conducida por Gianpiero Moretti, Mauro Baldi, Arie Luyendick y Didier Theys. En el puesto 35 en la general, y octavos en la división GT1, arriban los argentinos Gastón Aguirre, Facundo Gil Bisella, Gabriel Castillo y Horacio Paolucci (Oldsmobile Cuttlas)." (2 de febrero de 1998)

"Abandono argentino"
Gastón Aguirre y Daniel Urrutia abandonaron las 24 Horas de Daytona como consecuencia de la rotura del motor del Chevrolet Corvette número 15 del equipo de Dale Kraider.
DAYTONA, ESTADOS UNIDOS. Después de casi ocho horas de carrera, se quedaron a pie. Gastón Aguirre y Daniel Urrutia abandonaron las 24 Horas de Daytona como consecuencia de la rotura del motor del Chevrolet Corvette número 15 del equipo de Dale Kraider. Los pilotos argentinos, que se alternaron la conducción con el canadiense René Villeneuve (primo de Jacques) y el estadounidense Scott Watkins, desertaron poco después de cumplir 7 horas y media de la 38 edición de la tradicional competencia. En ese momento estaban en el 10 puesto de la clase GTO y en el 30 de la general. El austríaco Karl Wendlinger y los franceses Olivier Beretta y Dominique Dupuy, con un Dodge Viper del equipo Oreca, se quedaron con la victoria. (Diario Olé, del lunes 7 de febrero de 2000).


Gastón Aguirre en números
Fecha nacimiento: 12.01.1969
Carreras disputadas
Supercart: 53
Gran Turismo Americano: 54

Turismo Carretera: 19

Top Race: 4

Pick Up: 5
24 Horas de Daytona: 2
Podios: 44 (7 en Supercart, 33 en GTA y en 4 Pick Up)
Triunfos: 25 (21 en GTA y 4 en Pick Up)

Mejor posición en Top Race: 4º

Mejor posición en TC: 16º
Mejor posición en Daytona: 35` en la general y 8` en GT1
Automovilismo Zonal
Carreras disputadas: 31
Podios: 24

Triunfos: 13

Campeonatos

Zonales: 1989, 90 y 2008 en TC Zonal

Gran Turismo Americano 1998
1999 y 2000.

martes, 30 de junio de 2009

El debut de Marcos en el TC


Foto publicada en Corsa Nº 1532 de diciembre de 1995

El 10 de diciembre de 1995, el autódromo “Oscar A. Gálvez” de Buenos Aires recibía al Turismo Carretera en la 16ª y última fecha de su torneo anual. Entre los 74 protagonistas que se presentaron en las pruebas de clasificación aparecía el juvenil Marcos Di Palma con una cupé Dodge de la Auto Peña Tapiales. Marcos llegaba al Turismo Carretera con antecedentes en la categoría Supercart: siete triunfos y el título de campeón en 1992.
En clasificación Juan María Traverso (Chevrolet), con 1m44s679/1000 a 194,020 km/h, fue el más rápido. El arrecifeño quedó 25º a 2s334/1000 del de Ramallo. El domingo, Marcos finalizó décimo en la primera serie, a 31s491/1000 de Traverso, que se impuso sin sobresaltos. En la segunda batería triunfó Carlos Garrido y en la tercera Luis Minervino, todos con Chevrolet.
La Final
Cuando sobre el mediodía porteño se alinearon los 45 protagonistas de la prueba final, Marcos Di Palma ocupaba la 15ª fila (30º) junto a Nelson Oñatibia (Dodge). Encabezaban la caravana los Chevrolet de Minervino y Garrido, escoltados por Traverso y Satriano, también con Chevrolet. Recién en la tercera fila aparecían los Ford de Martínez y Ramos.
Luego de 21 vueltas (118,478 km) el vencedor de la competencia fue Juan María Traverso en 43m47s358/1000 a 162,333 km/h, escoltado por Emilio Satriano y “Cocho” López. En tanto que Marcos Di Palma finalizaba 12º a 49s562/1000 entre los 27 pilotos que completaron el total de la carrera. De esta manera, el arrecifeño iniciaba su camino en la categoría más popular del automovilismo argentino. Hoy, con casi 37 años y varias temporadas sobre su espaldas, el extrovertido piloto suma 193 participaciones, con 26 podios, 28 triunfos en series, 5 victorias en pruebas de clasificación, 11 triunfos en finales y 9 récords de vuelta.

Clasificación Final

1. Juan María Traverso (Chevrolet) 43:47.358 a 162,333 km/h.
2. Emilio Satriano (Chevrolet) a 0.877
3. “Cocho” López (Chevrolet) a 3.595
4. Fabián Acuña (Ford) a 16.352
5. Roberto Urretavizcaya (Ford) a 18.635
6. Raúl Sinelli (Ford) a 24.430
7. José Ciantini (Chevrolet) a 28.012
8. Guillermo del Barrio (Dodge) a 30.212
9. Luis Hernández (Chevrolet) a 34.353
10. Armando Ciccale (Chevrolet) a 35.680
11. Fabián Hermoso (Ford) a 42.938
12. Marcos Di Palma (Dodge) a 49.562
Récord de vuelta: Satriano, en la 2ª, en 1:46.043 a 191,520 km/h.
Clasificaron: 30 (67%) de 45 pìlotos
Con el total de vueltas: 27 (60%)
Nota: la carrera se neutralizó con auto de seguridad por un accidente que involucró a René Zanatta (Chevrolet) y Juan Carlos Nesprías (Ford).

APOSTILLAS
“Traté de cuidar el auto de la Tapiales Autopeña, no había que romperlo porque está en venta”, dijo Marcos Di Palma, que ese domingo cumplía 23 años.

La alegría: De Marcos Di Palma, que se ubicó duodécimo en su debut en la categoría a bordo de un Dodge, tras haber largado en la trigésima posición.” Corsa Nº 1533, diciembre 1995.

¡Increíble!
“Ese día en la serie me quebré un dedo. Nos tocamos con (Hugo) Cutini… se giró el volante y me quebró un dedo de la mano”, le comentó Marcos Di Palma a deautosmotivo.blogspot.com.

Mastrolía
“Estábamos en la carrera de Supercart en Buenos Aires y Carlos Mastrolía, integrante de la Tapiales Autopeña, le dijo a Marcos si quería correr el Dodge de TC en el autódromo, faltaba una semana y trabajamos a fondo para terminarlo”, recordó el “Pelado” Carbonaro, integrante del equipo de Marcos en aquel entonces.

También el papá: Luis Di Palma también corrió con un Dodge de la Tapiales Autopeña. En 1986, participó en dos carreras: finalizó 7º en Balcarce (12 de octubre) y abandonó en Buenos Aires (2 de noviembre).

martes, 23 de junio de 2009

¡FANGIO!


Fangio se quita el casco por última vez (Foto: CORSA)

Mañana, 24 de junio, Juan Manuel Fangio cumpliría 98 años de edad. deautosmotivo.blogspot.com quiere homenajear a un GRANDE de todos los tiempos, reproduciendo un tramo de “Fangio, a secas” que publicara Corsa entre 1995/96 escrito por Alfredo Parga.
Esta parte de la historia pertenece al Capítulo XXXIV y en él Juan Manuel Fangio da a conocer los motivos que lo llevaron a retirarse de la práctica activa del automovilismo, luego del Gran Premio de Francia de 1958.

"El 6 de julio se disputaba en Reims, el Gran Premio de Francia. Con lujo de detalles el balcarceño precisaba:

“Yo hacía casi cinco meses que no me subía a la Maserati de Fórmula 1. En las primeras vueltas de entrenamiento advierto que el coche no se tenía para nada. Justamente ese coche que era una belleza para manejarlo por lo equilibrado de su construcción. Pensé que sería una cosa de nada corregir el problema así que despaciosamente busco los boxes y paro el auto, preguntándole a los mecánicos qué cosa podía ser esa que yo había notado.
“Y… los amortiguadores”, me contestaban un poco mirando hacia otra parte. Me sorprendió la respuesta. Entonces observo con detenimiento la pieza y veo que no era de la marca que yo había corrido siempre y pregunté por qué no habían puesto las cosas de siempre. “Porque estos holandeses pagan para que coloquemos esto”, me respondieron. La verdad que no me convencía semejante explicación. Y mi cabeza empezó a trabajar, repasando un montón de cosas precipitadas por aquellos amortiguadores.
“Este automovilismo no tenía mucho que ver conmigo. No eran estas carreras como las carreras que yo había corrido. En mi primera temporada en Europa, yo mismo había reparado personalmente mi auto de carrera. En cambio, ahora tenía ‘un apoderado’ que hablaba y resolvía por mí, discutiendo contratos, seleccionando mis entrevistas y un montón de cosas más. Justo a mí que nunca había corrido pensando cuánto dinero iba a ganar con una carrera. Ni siquiera cuando defendía los pesitos de mis amigos para poder seguir corriendo. Yo sólo quería correr y ganar, si ello era posible, pero… hasta eso se me hacía cada vez más difícil. Iba a tener 47 años; mis rivales tenían 25 o 30, a lo sumo. Ellos estaban empezando a hacer el camino que yo había recorrido varias veces.
“¿Quién me iba a contar a mí lo que era la desesperación para que llegara el día de la carrera, para luchar por la victoria?
“En cambio, durante esa difícil víspera de Reims, como en tantas otras carreras de los últimos tiempos, yo me encontraba recluido en mi cuarto de hotel, cuidándome, privándome de un montón de cosas para estar físicamente en las mejores condiciones. Imaginándome cuál de mis adversarios sería el más crecido esta vez…
“Y por ahí se me cruzó la idea más dura ¿No se estaban haciendo un deber las carreras de autos? ¿Es que aquello empezaba a ser un trabajo para mí?”

Otra enseñanza que nos dejara Juan Manuel Fangio…


Fangio en el Campeonato Mundial de F.1.

Corrió: 51 Grandes Premios (1950/58)
Podios: 35
Triunfos: 24 (47 por ciento de efectividad)

Triunfos en clasificación: 28
Récord de vuelta: 23
Títulos: 5 (1951, 1954 a 1957)

Otras posiciones: (1950 y 1953), 14º (1958)

Marcas que condujo: Alfa Romeo, Maserati, Mercedes Benz y Ferrari.

martes, 16 de junio de 2009

García Veiga campeón SP 1970

El Nene García Veiga y el Chelco, dominadores del SP 1970.

1970. Segunda temporada de Sport-Prototipo en la Argentina. Luego de 17 fechas, a los 25 años, Néstor Jesús García Veiga se consagraba campeón argentino de la categoría más tecnológica del país. El piloto de Arrecifes ganaba ocho carreras y registraba un solo abandono con el Chelco I Chevrolet de la Comisión de Concesionarios General Motors. “Alcanzaban una eficiencia del 94,11 por ciento si se agregaban todos los puntos en otras siete competencias. ‘El Nene’ García Veiga era mucho más que aquel piloto suplente que se había tenido en Nürburgring. Mucho más.” (Historia deportiva del automovilismo argentino, La Nación).
El auto
El Chelco tenía chasis tubular y cada una de las cuadernas transversales recibía las cargas a través de un inteligente reticulado. El eje trasero rígido estaba sostenido por cuatro tensores. La caja de dirección era de Peugeot, la suspensión delantera guardaba algunas reminiscencias con respecto a la del Lotus 72 (sobre todo en el acondicionamiento de las parrillas, para evitar el cabeceo durante el frenaje) y la carrocería, como no podía ser de otro modo, había sido construida en plástico poliéster y estaba equipado con un motor Chevrolet 250, preparado por el ingeniero Ricardo Joseph. “No es un auto lindo, nunca lo fue. Pero resulta que el lápiz de Pedro Campo no buscó en ningún momento victorias estéticas, sino, precisamente el otro tipo de triunfos que el Chelco (o Trueno) se especializó en conseguir (…)”. El Gráfico, edición especial Nº 20, 1970.
Actuaciones
A mediados de año calendario sobre ocho carreras disputadas García Veiga atesoraba cinco podios, con cuatro victorias y un segundo puesto. Además, había finalizado 4º en Córdoba, luego de retrasarse por un toque con Andrea Vianini en la tercera serie, y 7º en Maggiolo, se rompió el eje de la directa de la caja de velocidades. La segunda parte del año fue tan exitosa como la primera. Sobre nueve competencias García Veiga se impuso en cuatro: 9 de Julio, Paraná, Córdoba, y San Juan. Sumó dos podios más (2º en San Juan y en Las Flores) y dos veces cuarto en Rafaela. El 4 de octubre en el autódromo de Las Flores sufrió el único abandono del año, por rotura de motor en la segunda serie.
Circuitos y promedios
En su calendario deportivo la categoría Sport-Prototipos utilizó nueve autódromos en 17 competencias: Buenos Aires, 3 veces, Comodoro Rivadavia, Córdoba, 2 veces, Maggiolo, Las Flores, 3 veces, Rafaela, 2 veces, Paraná, 2 veces, 9 de Julio y San Juan, en dos oportunidades. El promedio más alto para el total de la carrera lo estableció Carlos Pairetti al vencer el 29 de noviembre en Rafaela, Il Matto “voló” con su Formisano-Ford a 219,970 km/h. Mientras que Carlos Ruesch (Trueno-Sprint) señaló la media más baja de la temporada al vencer en el circuito número 9 del autódromo porteño a 136,986 km/h.
“El título de CORSA”
“Las Flores SP Lo bueno conocido… que lo mejor por conocer. Sobre un auto probado, que no se rompe nunca, García Veiga suma una cuenta más a su rosario de triunfos en una carrera que todo el mundo adjudicaba a Vianini. Ganó García Veiga, sin opacar la labor de Andrea Vianini”, escribía Carlos F. Figueras en CORSA Nº 215 (Junio de 1970).
Chelco
“Chelco es una lagartija cordobesa que según la gente es venenosa. Por eso un mecánico cordobés del equipo de la comisión GM sugirió que al auto del Nene García Veiga se lo llamara Chelco: -‘porque va a matar’. Y la verdad es que en carrera mató.” -CORSA Nº 202 de 1970.
García Veiga camino al título
01.03-Buenos Aires I: (161,356 km)
22.03-C. Rivadavia: (162,340 km/h)
12.04-Córdoba I: 4º
29.04-Buenos Aires II: 2º
10.05-Maggiolo: 7º
31.05-Las Flores I: (184,086 km/h)
14.06-Paraná I: 5º

28.06-Buenos Aires III: (159,217 km/h)

12.07-Rafaela I: 4º

26.07-9 de Julio: (169,283 km/h)

16.08-Paraná II: (161,231 km/h)

23.08-San Juan I: 2º
04.10-Las Flores II: abandonó

11.10-Córdoba II: (173,550 km/h)
25.10-San Juan II: (147,672 km/h)
08.11-Las Flores III: 2º
29.11-Rafaela II: 4º

martes, 9 de junio de 2009

Ríos gana la 4ª Vuelta de Arrecifes

Ríos "negocia" velozmente un curvón en Arrecifes.

La era de los Emiliozzi
Comenzó en 1962 la era de los hermanos Emiliozzi. Los incansables trabajadores olavarriense contaban con un auto veloz y confiable. Componentes sumamente valiosos para buscar un campeonato. Juan y Oscar Gálvez habían obtenido en 1960 y 61 sus últimos títulos de sus exitosas campañas. Entre los dos acumularon 14 (9 Juan y 5 Oscar).
La octava del año
Hasta el domingo 27 de mayo, fecha de realización de la IV Vuelta de Arrecifes, se habían disputado siete competencias: Villa Carlos Paz (Menditeguy), Olavarría (Emiliozzi), Pergamino (Saigós), Mar del Plata (Menditeguy), Necochea (Meunier), autódromo de Buenos Aires (Devoto) y Santa Fe (Meunier). Chevrolet sumaba sus dos únicas victorias del año a través de la veloz cupé celeste de Ángel Meunier. Sin embargo, los antecedentes en Arrecifes no favorecían a la marca. En tres ediciones, Ford mantenía su invicto.
Premio “Néstor Marincovich”
Justo homenaje al infatigable batallador, no sólo como piloto, sino también colaborando en la faz organizativa del automovilismo a través del Ford T Club, como en cada una de las carreras de Arrecifes. Anhelaba ganar en su pueblo. Estuvo muy cerca de lograrlo en 1961, hasta que el cardán se lo impidió.
Varios representantes locales
En su cuarta edición, Arrecifes tenía varios representantes locales. En el Chevrolet nº 7 de Armando J. Ríos estaban involucrados José Froilán González y el preparador Bernardo Pérez, mientras que Rubén Aeid era su acompañante. El Chevrolet nº 27 (ex Néstor Marincovich) ahora era conducido por Carlos Pairetti, acompañado por Roberto Aguirre. Con el Ford nº 48 de Juan Carlos Garavaglia volvía a intentar fortuna Fernando Domingo Risso, con el seudónimo “El Troyano”. En esta ocasión acompañado por el periodista pergaminense Carlos Luján Del Valle. Reaparecía José María Pozzi, acompañado de Héctor “Laucha” Ríos, con un Mercury (nº 52) propiedad de Leandro Salatto. Por último, con el nº 53 largó Jorge Aguirre, acompañado por Ovidio Tintorelli, con el Chevrolet propiedad de Arturo Viola.
La Carrera
53, de los 61 inscriptos, ordenados por el ranking de la categoría, iniciaron la competencia. Ausente con aviso, Dante Emiliozzi, fue Oscar Gálvez el encargado de abrir el camino. Sin embargo, en el primer paso por Salto, marchaba al frente Saigós (Ford), superando a Rolo Álzaga (reemplazó los carburadores por un sistema a inyección facilitado por Spada y “Bamse”) por 16 segundos.
Al completar la primera vuelta, Saigós, primero, pulverizaba el récord anterior de Marincovich y elevaba el promedio a 178,090 km/h. Meunier marchaba segundo, a 17 segundos. Pairetti ya estaba 14º en el camino y tercero por tiempo neto, a 33 segundos. Luego seguían: de Álzaga, Menditeguy, Oscar Gálvez, postergando a su hermano Juan, Tirabasso y Larrea.
Al llegar a Carmen de Areco por segunda vez, abandonaba Meunier, que esta primero hasta allí, por 22 segundos.
Récord absoluto
Al cerrar la segunda vuelta, Saigós -que había recuperado el liderazgo- mejoraba en 10 segundos su registro inicial, con un promedio para el asombro: 178,881 km/h. Le seguían: Pairetti, de notable trabajo, a 1m01s, Ríos, Oscar Gálvez, de Álzaga, Juan Gálvez, Morán, Petrini, Galbato y Villanueva completando las diez primeras posiciones.
En la tercera pasada por Arrecifes, Saigós se mantenía firme en la punta de la carrera, pero detrás de él se producía variantes de importancia. Ahora, era Ríos el nuevo segundo, tercero Pairetti, cuarto de Álzaga, ante el retrazo de Oscar Gálvez, y Morán quinto. Juan Gálvez también padecía lo suyo. El promedio era de 178,560 km/h.
Abandona Saigós
En Salto abandonó Saigós y Ríos tomó la posta, superando a Pairetti por 51 segundos. Concluida la cuarta vuelta, Armando Ríos seguía primero, a pesar de descender el promedio a 176,590 km/h. Pairetti logró descontarle 2 segundos, en tanto de Álzaga marchaba tercero y Morán cuarto. En la última pasada por Salto se retrasa de Álzaga y avanza en el clasificador Juan Gálvez.
¡Gana un “chivo”!
Armando J. Ríos fue el primer ganador con Chevrolet en el historial de la Vuelta de Arrecifes y mucho tuvieron que ver con este triunfo los arrecifeños Bernardo Pérez, Rubén Aeid y José Froilán González.
El suspenso
Arribaron también al final Juan Gálvez, José Morán y Oscar Gálvez. No aparecían Pairetti y de Álzaga, por lo tanto el rufinense Morán podría ser el segundo. ¡Ya no quedan uñas…! Las agujas del reloj siguen su marcha imperturbables… Un agudo zumbido delata la presencia inminente de un auto. Los tiempos se agotan, la figura se agranda…Irrumpe veloz el Chevrolet nº 27, el mismo que el año pasado se había quebrado a sólo 15 kilómetros de la llegada, Esta vez, por 5 segundos 3/5 Carlos Pairetti retiene el segundo puesto.

Clasificación final (559,750 km)
1. Armando J. Ríos (Chevrolet) 3h10m07s1/5 a 176,649 km/h
.

2. Carlos Pairetti (Chevrolet) 3h13m24s1/5

3. José Morán (Chevrolet) 3h13m29s4/5

4. Juan Gálvez (Ford) 3h14m37s1/5
5. Críspulo Villanueva (Ford) 3h17m37s1/5

6. Oscar Gálvez (Ford)

7. Carmelo Galbato (Ford)

8. Rodolfo de Álzaga (Ford)
9. Juan Oscar Fachini (Chevrolet)
10. Francisco Giordano (Ford)
Finalizaron
: 17 (32%) pilotos de los 53 que largaron. El último clasificado fue Vicente Spano (Ford).

APOSTILLAS de la 4ª Vuelta
Consagratorio: el trabajo de Carlos Pairetti que finalizó segundo en su quinta presentación en Turismo Carretera. Sus trabajos previos: debutó el 25 de marzo en Pergamino, finalizando 10º. Arribó 7º en Mar del Plata, abandonó en Necochea y llegó 9º en Santa Fe.
Asistencia perfecta: la de Rodolfo de Álzaga en Arrecifes: 2º en 1959, 5º en 1960, 6º en 1961 y 8º en 1962. Padecimientos previos: para Armando J. Ríos y Carlos Pairetti el sábado. El primero rompió un pistón y tenía problemas de tenida en la tierra. El segundo cortó el cigüeñal en cuatro partes y una biela perforó el block. Abandonos: José María Pozzi, como consecuencia de un vuelco en la 1ª vuelta, “El Troyano” y Jorge Aguirre, ambos por problemas mecánicos, quedaron fuera de carrera.

martes, 2 de junio de 2009

Una Indianápolis en miniatura

Eleuterio Donzino (Historia deportiva del Automovilismo Argentino, La Nación).

1929. A esta ciudad (Arrecifes), empeñada en cambiar su fisonomía de pueblo de campo por el de una localidad "totalmente modernizada", solía llegar con frecuencia un hombre de destacada y prolongada actuación en el ámbito automovilístico, ya sea como dirigente o periodista, función ésta cumplida tanto en los medios gráficos como radiofónicos. Aquel periodista se llamaba Pedro Fiore y tres veces por semana recorría la ruta Buenos Aires - Pergamino, siendo su parada obligada Arrecifes, como así también "obligada" la charla con Cástulo Hortal, el doctor Osvaldo Bracco y otros entusiastas del deporte motor. Así, el periodista tomó conocimiento de que en Arrecifes se estaba gestando la idea de realizar una carrera de automóviles. Con esta finalidad se había integrado una comisión de trabajo que se abocó a la planificación del "Primer Gran Premio de Arrecifes" para la categoría Fuerza Libre.

Gran Premio 500 kilómetros de Arrecifes
Finalmente, el 22 de setiembre Arrecifes asiste al desarrollo de su primera prueba automovilística, en cuya organización cumple un papel fundamental la recientemente creada Delegación local del Automóvil Club Argentino.

"Un chico que molestó a otros"
La carrera de Arrecifes va haciendo su camino en forma asombrosa, convocando edición tras edición a los mejores volantes argentinos y generando en don Pedro Fiore expresiones como éstas, vertidas en un artículo escrito especialmente para la GAZETA y publicado el 5 de setiembre de 1931, en vísperas del Tercer Gran Premio: "La prueba se ha afirmado, sus bases son de mármol y el conjunto, o sea el marco del certamen en sí se encierra en puro cristal de Baccarat...podemos por lo tanto definir a Arrecifes como una Indianápolis en miniatura y con perspectivas halagadoras".
También, en este mismo artículo, Fiore analiza las causas del éxito obtenido, fundamentándolo en estos conceptos:
"1º) El empuje con el cual se le dio vida, el entusiasmo que no le faltó nunca y la colaboración del pueblo para que surgiera una gran prueba que lleva su nombre. 2º) La decidida colaboración de la prensa en general, que no miró si la prueba surgía después de otras que ya contaban con prestigio y forma. 3º) El modernismo práctico que se caracteriza en todo lo que se refiere a la carrera".
Estadística
Circuito: extensión 16 km100 metros, divididos en tres rectas de 7.150, 2.250 y 6.700 metros, respectivamente. El podio 1. Eleuterio Donzino (Stutz) 4h18m49s a 115,912 km/h. 2. Domingo Luboard (Hudson) 4h33m23s 3. Rafael Pérez (Studebaker) 4h38m24s

martes, 26 de mayo de 2009

Farabollini en la 3ª Vuelta

Jorge Farabollini lograría su único triunfo en el TC

El calendario de Turismo Carretera de 1961 proponía una interesante cantidad de carreras: 26. De las cuales 19 se desarrollarían en ruta y 7 en autódromos. Néstor Marincovich luego de su triunfo en Nueve de Julio, el 10 de julio de 1960, se había constituido en uno de los baluartes de Chevrolet y llegaba a la tercera edición de la Vuelta de Arrecifes con una serie de notables actuaciones.
En el arranque del torneo, el 22 de enero en Villa Carlos Paz, “Sandokán”, seudónimo que utilizaba el piloto local desde julio del 60, finalizó cuarto. El 26 de febrero, arribó sexto en Olavarría y faltó a la tercera cita, el 19 de marzo en el autódromo de Buenos Aires donde ganó Carmelo Galbato (Ford). Marincovich repitió el sexto puesto, el 2 de abril en Santa Fe, y 14 días más tarde terminó quinto en Necochea. Carrera en la que ganó la 2ª vuelta, tras haber roto dos gomas en el giro inicial. Con estos antecedentes “Toto” encaraba con mucha fe su participación en Arrecifes.
La carrera
El domingo 30 de abril de 1961 se ponía en marcha la 3ª Vuelta de Arrecifes, carrera que se había convertido en un clásico del Turismo Carretera. La curva de la Clida, el puente de Tatay, entre otros lugares, tenían su propio espacio en la leyenda de la tradicional categoría. Este año la carrera presentaba una innovación: se largaría por ranking. Del a 1 al 10, así largaron: Emiliozzi (Ford), Oscar Gálvez (Ford), Álzaga (Ford), Farabollini (Ford), Navone (Ford), “Sandokán” (Chevrolet), Menditeguy (Ford), García Uriburu (Ford), Risatti (Ford) y Cabalén (Ford). No largaron 12, entre ellos “El Debutante” (nº 66), seudónimo que escudaba a Antonio Lombardero, otro arrecifeño que intentó correr en sus pagos.
Locales y vecinos
Además del 6 de “Sandokán” también representaba a nuestra ciudad el Nº 67 de “El Troyano”, que no era otro que Fernando Domingo Risso, acompañado por Jorge Aguirre, quienes habían alquilado el Ford de Juan Carlos Garavaglia. De San Antonio de Areco participaban el 15 de Santiago Luján Saigós (Ford) y el 18 de Juan Roberto Machado (Ford). De Capitán Sarmiento largó con el Nº 35 Daimo Bojanich (Ford) y por Pergamino lo hizo el 17 de Héctor Ninona (Ford).
Vuela Meunier
En lo previo, los Chevrolet aparecían como sumamente veloces y Ángel Meunier fue el encargado de confirmarlo. Unió el tramo de Arrecifes a Salto en 7m58s a 207,011 km/h. “El Ángel que vuela” como lo había bautizado el periodista Pedro Fiore.
El planteo de la carrera fue muy veloz. Jorge Farabollini ganó la primera vuelta a 169,050 km/h, superando -hasta allí- el primado de Juan Gálvez del año anterior. En sólo 38s3/5 se ubicaban los cinco primeros: Farabollini, Emiliozzi, Oscar Gálvez, Navone y “Sandokán”. Mientras tanto, “El Troyano” superaba varios autos en el camino y se colocaba entre los 15 primeros por tiempo neto. Lamentablemente, poco después, problemas mecánicos dejaban fuera de carrera al promisorio debutante.
Se acerca “Sandokán”
Al cerrar la segunda vuelta, “Sandokán” establece el nuevo récord para la carrera con 39m06s1/5 elevando el promedio a 171,780 km/h y se ubica segundo de Farabollini a 10s1/5. Tercero marcha Emiliozzi, a 29s1/5. En la tercera vuelta, con 335,850 km de carrera, el arrecifeño pasa al frente por tiempo neto, con notable regularidad veloz: sólo demoró 3 segundos más que en la pasada anterior. Al ingresar en la cuarta vuelta, “Sandokán” aumenta la ventaja sobre Farabollini en 10 segundos más. Ahora, es de 22. Tercero marcha Cabalén, cuarto Risatti, quinto Emiliozzi, sexto Castellani y séptimo Álzaga.
Final no apto…
…para cardiacos otra vez. “Sandokán” enfiló desde Carmen de Areco hacía Arrecifes. Atrás había dejado el tramo de tierra por última vez. Sólo quedaban 45 kilómetros. El pavimento se angostó un poco más que el ancho de los tres metros que tenía. No faltaba nada para que entrara la figura del puente de la GEOPE por el parabrisas del Chevrolet nº 6, si ya estaba cerca el puente de Arroyo Luna. ¡Un golpe seco! El motor que gira en vacío y el auto que sigue por la inercia de la velocidad que traía…hasta detenerse definitivamente inerte en la banquina. Así, de golpe se quebró toda la ilusión de Marincovich y de su acompañante Roberto Aguirre de ganar “su” carrera. Entonces, se desató un llanto compartido y Jorge Farabollini viajó rumbo a su único triunfo. Obtenido también en buena ley.
Clasificación final (559,750 km)
1. Jorge Farabollini (Ford) 3h17m48s a 169,792 km/h.
2. Oscar Cabalén (Ford) 3h19m57s
3. Jesús Ricardo Risatti (Ford) 3h21m10s
4. Dante Emiliozzi (Ford) 3h22m38s
5. Julio César Castellani (Ford) 3h25m05
6. Rodolfo de Álzaga (Ford)
7. Héctor Ninona (Ford)
8. Rafael Baldrés (Chevrolet)
9. Vicente Tirabasso (Ford)
10. José Morán (Chevrolet)
Finalizaron: 23 pilotos (43%) de los 54 que largaron. El último clasificado fue Nicolás Arias Uriburu (Ford).
Fue desclasificado el coche nº 16 de Antonio Ferrer “Por haber retirado el auto de parque cerrado, sin la autorización de las autoridades deportivas.”

APOSTILLAS de la 3ª Vuelta
El traje: Finalizada la carrera, Jorge Farabollini viajó de prisa hasta su Pehuajó natal con Nelo Mazzola. La urgencia: búsqueda de un traje para asistir al “Baile de Gala”, donde se entregarían los premios.
Buena actuación: de Atilio Larrea, primo de Marcos Ciani, quien debutó con un prolijo Chevrolet y arribó undécimo.
Nuevo récord: estableció Jorge Farabollini para el total de la carrera, al mejorar 10m21s1/5 el registro de Juan Gálvez de 1960.
También fue buena: la performance de José Morán (Chevrolet) que largó con el nº 62 y arribó décimo.
Ford: el que corrió Julio César Castellani (5º) fue el mismo que luego utilizaría Luis Di Palma en su debut en la categoría (Gran Premio de 1963).
Chevrolet: El que condujo Rafael Baldrés era el que había pertenecido a Marcos Ciani.
Penúltima carrera: fue la Vuelta de Arrecifes para Néstor Marincovich. Viajó a Estados Unidos a presenciar las 500 Millas de Indianápolis, al regreso corrió en la Vuelta de La Pampa y se mató el 25 de junio en un accidente de tránsito en San Pedro.
Salto y Carmen de Areco
Tradicionales lugares de paso de la Vuelta de Arrecifes prestaban su colaboración en la organización de la carrera. De tal forma, Pedro Mozzi, Domingo Fister, Gumersindo Hortal -por Salto-, el doctor Depierro, Romeo Baratelli y Dario Manchini -por Carmen de Areco-, entre otros, unían esfuerzos con los representantes de la sub comisión de carreras del Club Social Argentino.

martes, 19 de mayo de 2009

Juan Gálvez, en la II Vuelta

En Arrecifes, Juan Gálvez marcha hacía su triunfo Nº 52

El domingo 22 de mayo de 1960, Juan Gálvez -con el nº 1- ponía en marcha la 2ª Vuelta de Arrecifes, séptima carrera del año para el Turismo Carretera, que había comenzado su calendario el 21 de febrero en Olavarría, con el triunfo de los Emiliozzi (Ford). A Gálvez le siguieron, cada 30 segundos, Saigós, Peduzzi, Trotta, Oscar Gálvez, Álzaga, Villanueva, Ferrer, Castellani y Emiliozzi, entre los diez primeros. Los locales Ángel Nomdedeu (Ford) y Néstor Marincovich (Chevrolet) lo hicieron con los números 22 y 30 -respectivamente-. El orden de largada lo determinó, igual que el '59, las pruebas de clasificación realizadas el sábado en el reducido circuito de tierra compactada (1000 metros) del Ford T Club Arrecifes. 12, de los 65 anotados, no largaron. Entre ellos, Fernando Domingo Risso, piloto local.

Los autos
El avance no se detenía para el Turismo Carretera. Los autos tenían una cilindrada máxima de 4000 cc, con un peso mínimo de 1230 kilos “vacíos”. En orden de marcha llegaban casi a los 1500 (con tripulantes, nafta, aceite, herramientas…). Los motores estaban en el orden de los 220 HP. Este avance preocupaba a los pilotos. Los autos se tornaban más difíciles de manejar. “Uno quiere andar más rápido en carrera pero, hay que reconocer, que cuanto más rápido se anda más difícil se hace mantenerlos derecho y dentro del camino”, señalaba Alberto Logulo, velocista nato.
Por su parte, Juan Carlos Navone, otro a quien no le temblaba el pie a la hora de apretar el acelerador, manifestaba años después: “Yo no tenía conocimientos del tema pero sabía que las colitas puestas en el auto iban a lograr una mayor tenida. Por ese entonces los autos eran altos y costaba mucho trabajo llevarlos derecho, y muchas veces no alcanzaba el ancho del pavimento para embocar la trompa a 200 km/h. Primero le puse unas colitas chicas y después fui agrandándolas, a la vez que trabaja para bajar la trompa.”

La Carrera
Al cerrar la primera vuelta, Juan Gálvez lideraba la prueba, superando por 11 segundos a Logulo, en tanto que Néstor Marincovich superaba 11 autos en el camino y marchaba tercero por tiempo neto. Cuarto aparecía Risatti y quinto Emiliozzi. En la segunda pasada por Arrecifes, Juan Gálvez establecía el récord de vuelta al completar los 111,950 km en 40m39s4/5 a 165,185 km/h y aumentaba su ventaja sobre el marplatense Logulo, a 44 segundos. Menos afortunado resultaba el local Marincovich. Un caño de aceite desmoronaba su producción y -ahora- Emiliozzi lo reemplazaba en la tercera posición. Cuarto aparecía Farabollini y quinto por tiempo, y 19º en el camino, Menditeguy que había largado en el puesto 50.El tercer circuito fue el más lento para el puntero. Se reaprovisionó de combustible y realizó una reparación de emergencia en el caño de escape. Emiliozzi, ante la deserción de Logulo, pasó a ser el nuevo escolta, mientras que Farabollini ascendía al tercer puesto, a sólo 26 segundos de los hermanos de Olavarría.Dramática definiciónJuan Gálvez ganaba la cuarta vuelta y ampliaba su ventaja en 11 segundos sobre Emiliozzi (a 1m15s), mientras se retrasaba Farabollini al pinchar una goma y Ángel Nomdedeu consolidaba una actuación consagratoria en sus pagos con la inscripción “Todd-Arrecifes”.
En el último circuito los aviones que seguían la dramática definición anunciaban que el Ford de Juan Gálvez: “¡Sale más despacio de los virajes!”. Problemas de caja. Presumiblemente, en la segunda velocidad. Dante Emiliozzi descontaba segundos en forma inexorable. Llegó primero el Ford nº 1 y el protagonismo lo tuvieron los cronómetros, mientras el Ford blanco y negro de los “Gringos” volaba en búsqueda de la bandera a cuadros: 2m45s…2m46s…2m47s…2m48s…” ¡Ganó Juan! Por 18 segundos. No alcanzó el esfuerzo de los Emiliozzi.

”Clasificación final (559,750 km)
1. Juan Gálvez (Ford) 3h28m9s1/5 a 161,347 km/h.
2. Dante Emiliozzi (Ford) 3h28m27s1/5
3. Jorge Farabollini (Ford) 3h32m19s1/5
4. Críspulo Villanueva (Ford)
5. Rodolfo de Álzaga (Ford)
Completaron los diez primeros puestos
6. Oscar Gálvez (Ford), 7. Ángel Nomdedeu (Ford), 8. Julio César Castellani (Ford), 9. Juan Favutto (Ford), 10. Remo Gamalero (Ford). Néstor Marincovich, 13º, fue el mejor Chevrolet clasificado entre los 20 protagonistas que completaron la carrera. José M. Spiño (Ford) fue el último clasificado. Entre los 33 abandonos de la competencia, se registró en la 2ª vuelta el del veterano Ernesto H. Blanco (67 años).

Así lo vio la prensa local
“Juan Gálvez se adjudicó en forma brillante la ‘Segunda Vuelta de Arrecifes’”
“Perfecta organización. Extraordinaria cantidad de público a lo largo de todo el circuito”. Título y bajada del periódico Arrecifes del 28.05.1960.

Apostillas de la 2ª Vuelta
Antológico: “Horacio Leveroni, Cherolet azul y amarillo número 20, tardó 3 horas para dar la primera vuelta, dejando una inmensa estela de humo, con exhibición de un pistón en mano, quiso manifestar que el trabajo también cuenta en la carrera. Es un caso de antología.” (Escribió Miguel Ángel Merlo en la revista “Marcas”.
Premios: Arrecifes otorgó m$n 380.000 en premios. El ganador se llevó 85.000 y su acompañante 4.000.
Increíble: “En la cuarta pasada, Juan pareció distanciarse de los hermanos de Olavarría: 1m15s. Pero la sorpresa conmovía a la gente cuando, al pasar por última vez por Carmen de Areco, se comprobaba que Juan y Emiliozzi empataban el primer tiempo con 3h10m59s. ¡Llevaban 541 km de camino!” Historia del Automovilismo Argentino. La Nación.
Momento de emoción: Durante el baile de entrega de premios, cuando se le entregó una plaqueta en nombre del pueblo de Arrecifes a Ernesto H. Blanco, quien cumplía 50 años en el automovilismo. Blanco se abrazó con Cástulo Hortal, ante el aplauso y lágrimas de emoción de todos los presentes.

martes, 12 de mayo de 2009

Lo Valvo y la epopeya del '39

Spampinato (izq) y Lo Valvo (derecha) el binomio vencedor (Diario Crítica)
Atrás habían quedado 6.570 kilómetros de carrera. “Solo” restaba cubrir los 642 km de la última etapa, entre Tandil y La Plata, para concluir el Gran Premio Internacional del Sur de 1939. Pedro Yarza (Chevrolet) encabezaba la clasificación general con 79h23m53s, superando a Félix Heredia (Ford), por 36m49s. Tercero marchaba Ángel Lo Valvo (Ford) a 1h17m24s y cuarto Julio Pérez (Chevrolet), a 1h41m55s. El agotador esfuerzo había desgranado la caravana inicial de 68 protagonistas y quedaban pocos autos en carrera. Como para agregar otra alternativa dramática a la competencia, la última etapa se desarrolló bajo una fuerte lluvia que se inició en la madruga y dejó los caminos en malas condiciones.
Por otra parte, Yarza, que encabezaba la clasificación general, había volcado en la etapa anterior y su auto había quedado bastante deteriorado. “Tomé muy fuerte un tramo muerto de vía de ferrocarril y volqué fuerte. Di dos vueltas. Por eso el techo del Chevrolet está como está. Creo que no afectó el motor. Mi acompañante (Arturo) Arcadini tuvo una herida chica en la cabeza. Se le dieron tres puntadas pero está bien. Tengo 37 minutos de ventaja y pienso que me puedo mantener. ¿Cuánto perdí en el vuelco? Alrededor de diez minutos. Una lástima”, resumió el corredor mendocino. “En los primeros 200 kilómetros, Heredia -que estaba segundo- quedó virtualmente fuera de carrera al empantanarse mientras Yarza sufría frecuentes detenciones que le hicieron perder la ventaja de tiempo que mantenía en la clasificación general (…)”. Por su parte, Arturo Kruuse (Plymouth) y Julio Pérez luchaban por la etapa y Lo Valvo -ahora- se afianzaba en la punta de la carrera, manteniendo el tercer puesto en el parcial. Así, resumido, todo parece de una sencillez notable. Pero, fundamentalmente, resulta interesante enumerar caminos, distancias, peripecias, enfrentadas a lo largo del Gran Premio por todos sus protagonistas. Por lo tanto, recordemos a través de las palabras del propio Lo Valvo -una vez finalizado el Gran Premio- de qué manera se había preparado para intervenir en esta competencia:
“Tuve el coche 20 días antes de la carrera. Un Ford nuevo que puse a punto con mi primer acompañante, Antonio Spampinato, mi cuñado, dueño de una estación de servicio”. Durante la tercera etapa: Mendoza-Santiago de Chile (568 km) los competidores cruzaron la cordillera y volvemos a las palabras de Ángel Lo Valvo:
“Para cruzar la cordillera cargamos 300 litros de agua; así enfriábamos el motor. Hasa Temuco había calentado mucho pero desde Parral un caballero chileno, el señor Retamal, me facilitó una tapa de cilindros y eliminé todos los problemas”. El piloto arrecifeño se adjudicó la 9ª etapa, entre Comodoro Rivadavia y Viedma (966 km), a 108.175 km/h, tras haber superado los 133 km/h de media en el tramo comprendido entre Puerto Lobos y San Antonio Oeste.
En definitiva, Ángel Lo Valvo, acompañado por Antonio Spampinato (Ford) ganaron el Gran Premio Internacional del Sur luego de 89h11m36s a 80,857 km/h. Segundos arribaron sus coterráneos Julio y Bernardo Pérez (Chevrolet), a 13m05s, y Tercero finalizaron Pedro Yarza, acompañado por Arturo Arcadini (Chevrolet), a 57m52s.
“Estaba a dos horas de Yarza, pero cuando vi que empezaba a llover tanto la última noche tuve esperanzas. El pobre corría sin parabrisas; con tanta lluvia y barro iba a tener que levantar. Después, corriendo, iba pensando que si yo sufría estando en una carrocería intacta, bien cerrada, cómo padecería Yarza. Sería terrible. Me dio más seguridad saber que también se atrasaba Heredia. Con Pérez -amigo de la infancia en mi pueblo- no había problemas. Yo tenía más auto. En Mar del Plata aproveché para cambiar el radiador que estaba reventado”. Historia deportiva del automovilismo argentino.

Lo Valvo, etapa por etapa

1ª: Buenos Aires-Santa Rosa (655 km) finalizó 11º
2ª: Santa Rosa-Mendoza (771 km) finalizó 8º
3ª: Mendoza-Sgo. de Chile (568 km) finalizó 12º
4ª: Sgo. de Chile-Temuco (766 km) finalizó 25º
5ª: Temuco-Neuquén (532 km) finalizó 8º
6ª: Neuquén-Bariloche (577 km) finalizó 3º
7ª: Bariloche-Esquel (352 km) finalizó 2º
8ª: Esquel-C. Rivadavia (626 km) finalizó 2º
9ª: C. Rivadavia-Viedma (966 km) ganó a 108,175 km/h.
10ª: Patagones-Tandil (754 km) finalizó 4º
11ª: Tandil-La Plata (642 km) finalizó 3º
Los Dos Tigres de Arrecifes
LOS DOS "tigres" del Gran Premio Internacional han resultado paisanos del pueblo de Arrecifes, donde parece que los muchachos no solamente saben montarse un redomón hasta dejarlo mansito, sino que también habían sido baquianazos para el volante. En efecto: tanto Ángel Lo Valvo como Julio Pérez, primero y segundo en el gran certamen automovilista que acaba de finalizar, son oriundos del pueblo sureño, donde gozan de cálidas simpatías y de un amplio círculo de amistades.Con motivo de esta feliz coincidencia, un payador de los que nunca faltan, ha compuesto estas dos cuartetas de homenaje a los campeones:
Para Lo Valvo
Hurrah por Ángel Lo Valvo
El autor de este prodigio
Con el cual ha puesto a salvo
De Arrecifes el prestigio.
También le cantan a Pérez
También Pérez, el segundo,
Pareciera que expresase
"No hay mejor rincón del mundo Que el pueblo donde se nace".
Del Diario Crítica
Lo Valvo y sus actuaciones en 1939
en el GP Internacional del Sur, 7º en el GP Argentino (1379,4 km en dos etapas), 25º en el GP Extraordinario (4429,8 km en 7 etapas), 5º en las Mil Millas.
A los 31 años, Ángel Lo Valvo se consagraba Campeón de Carretera (actual TC).

Campeonato del 39
1. Ángel Lo Valvo (Ford)
2. Oscar Gálvez (Ford)
3. Julio Pérez (Chevrolet)

martes, 5 de mayo de 2009

Marincovich, el primero en SP

Marincovich, el Chevytrés y la magnificencia de El Zonda (CORSA 1969)

“Marincovich ‘vio’ la carrera (y por eso ganó)”
. “Marincovich: saber ganar”, reproducimos los títulos con los que las revistas El Gráfico y Corsa encabezan sus notas con el triunfo de Carlos Marincovich, el 20 de abril de 1969 en el autódromo El Zonda, de San Juan. Tercera fecha de la flamante categoría Sport-Prototipo. Con 25 años de edad, el arrecifeño iniciaba su quinta temporada en el automovilismo argentino y en su currículum contaba con tres triunfos: Buenos Aires, ’66 y 68 y Rafaela, 68. Todos en Turismo Carretera. Sabido es que los pilotos corren para ganar en cualquier circuito, pero conseguir un triunfo en el de San Juan, un escenario tan pintoresco como exigente, genera una doble satisfacción.
Sport-Prototipos en San Juan
La carrera se desarrolló en dos series de 25 vueltas cada una, con clasificación final por suma de tiempos. El sábado, Marincovich, con el Martos-Chevrolet, había marcado el tercer tiempo, a 4/10 del primero: Eduardo Copello (Numa II B Tornado) y a 3/10 de Héctor Luis Gradassi (Formisano-Chrysler). El domingo, en la primera serie, el arrecifeño se retrasó en la largada y desde atrás comenzó su arremetida. Cumplida la mitad del parcial el orden en pista era el siguiente: Pairetti, Gradassi, Marincovich, “Cacho” Fangio, Ruesch. Después, Gradassi superaba a Il Matto y a tres vueltas del final: “Marincovich, que se había acercado increíblemente desde el anteúltimo puesto en la largada hasta llegar a la cola de Gradassi, buscó la delantera, la encontró y se llevó la serie. Pero fue evidentemente un triunfo digitado con la cabeza y desde atrás a medida que los rivales exigían a sus autos en luchas internas y se desbandaban con prolijidad absoluta”, reflejó Corsa. En la segunda serie, Marincovich repetía su trabajo, con la “ventaja” de que sólo nueve autos se presentaron en la largada. Había menos autos para pasar, así que no le costó mucho escalar desde el sexto puesto al de escolta de Copello. “Como es costumbre en los autos de ‘Pepe’ González, la primera es larguísima, y no sirve para pelear posiciones en el pique”, analizaba Roberto Carozzo, desde las páginas de El Gráfico. Del mismo Carozzo, rescatamos otro párrafo alusivo al trabajo del piloto del Chevitrés: “(…) se vio a Marincovich en tres facetas distintas. Pensando, en las primeras vueltas de la primera serie; arrollador, explosivo, en las 10 últimas; maduro, en todas las 25 vueltas de la segunda serie”. También el mismo periodista rescató el trabajo de otro arrecifeño y así lo reflejó en su crónica: “En el momento del triunfo tampoco hay que olvidarse de Bernardo Pérez. Lo encontramos en los boxes, cuando ya los autos estaban enfriando sus fierros en el parque cerrado. Cada felicitación que recibía le hacia brillar los ojos con amagos de lágrimas… Es que el preparador del Chevytrés merece estos homenajes, porque sigue siendo el ‘ultimo lírico de vanguardia’, como lo bautizara una nota de El Gráfico Especial Nº 18. En una época en que los jóvenes ingenieros comienzan a poblar el mundo de las carreras, un preparador con 40 años de experiencia los jaquea domingo a domingo. Es que Bernardo Pérez aprendió la filosofía de los fierros haciendo escalón por escalón. Atrás quedó aquel pibe de 17 años que limpiaba cárteres en lo de Hortal. Hoy tenemos un hombre que supo conjugar la grasa con los libros y que se da el lujo de crear autos ganadores”.
El comienzo…
El triunfo de Carlos Marincovich, con el auto de José Froilán González, iniciaba el camino exitoso de los pilotos arrecifeños en Sport-Prototipo, donde lograrían mantenerse en las posiciones de privilegio durante la existencia de una de las categorías de mayor avanzada técnica del automovilismo argentino de los finales de los ’60 y comienzos de los ’70. El Ruso alcanzaría dos triunfos más antes de concluir la temporada y finalizaría segundo en el torneo, detrás de Eduardo Copello, el primer campeón de la categoría.
Clasificación General, 50 vueltas (161,5 km)
1. Carlos Marincovich (Martos-Chevrolet 250) 1h07m41s1/10 a 143,163 km/h.
2. Carlos Ruesch (Numa II B-Tornado) 1h09m33s9/10.
3. Federico Urruti (Torino Liebre III) a 1 vta.
4. Carlos Balbé (Torino Liebre III), a 4 vtas.
5. Carlos Pairetti (Trueno-Chevrolet 250) a 5 vtas.
Récord de vuelta: Marincovich, 1m18s9/10, a 147,378 km/h.
Los números de Marincovich en SP 1969
Carreras: 14
Podios: 4
Triunfos: 3 (San Juan, 1, y Córdoba, 2)
Posición en el campeonato: 2º.