jueves, 30 de abril de 2015

San Marino ’94, una herida que sigue abierta


Viernes 29 de abril de 1994, el Jordan de Rubens Barrichello vuela en la Variante Bassa e impacta contras las defensas del circuito. Milagrosamente el piloto brasileño sobrevivía a un espectacular accidente. Así, había comenzado la tercera fecha de la Fórmula 1: el  Gran Premio de San Marino, en Imola. 


Sábado 30, durante la sesión clasificatoria, el Simtek Ford de Roland Ratzemberger rompe el alerón delantero y sigue derecho en la curva Villeneuve, para chocar de frente contra el muro de cemento. Esta vez no hubo milagro. A los 31 años, el piloto austríaco se inmolaba en San Marino y la Fórmula 1 entraba en un cono de sombras luego de 12 años sin accidentes fatales. El último había sido el infortunado Riccardo Paletti, en el Gran Premio de Canadá 1982.

Un ambiente sombrío presagiaba un fin de semana nefasto para el automovilismo. El domingo, en el inicio de la carrera, chocaban Pedro Lamy (Lotus) y Jirky J. Letto (Benetton). Accidente que provocó el ingreso del auto de seguridad. En la reanudación de la competencia la veloz caravana –encabezada- por Ayrton Senna ingresó en Tamburello. Todo sucedió vertiginosamente, el Williams de Senna se descontroló, golpeó contra el muro, giró sobre sí mismo, para detenerse con su piloto inerte. Ayrton Senna se transformaba en leyenda… El automovilismo entero lloraba su pérdida. Lamentablemente, se confirmaba el presagio de tragedia que rodeó al autódromo “Enzo y Dino Ferrari”, desde el mismo viernes 29.

 Corsa publicó “Palabras que pesan”
Alain Prost: “Mas allá de la rivalidad que tuvimos, me duele mucho su muerte: hacía el mismo trabajo que yo. Hace tiempo que el negocio tomó ventaja sobre el deporte, y ésta es una consecuencia.”
Niki Lauda: “Senna era el mejor. Lo sabía todo. Cuando un piloto así, termina de esta manera, hay que interrogarse acerca de si esta categoría tiene sentido.”
Nelson Piquet: “Sin duda, algo se rompió en el auto. Esta es una tragedia para Brasil, que nunca sintió el dolor por la muerte de uno de sus grandes pilotos.”
Giancarlo Minardi: “Tuvimos suerte durante muchos años y ahora la pagamos toda de un solo golpe.”
Jackie Stewart: “Si los pilotos hubieran estado unidos y con fuerza, no deberían haber corrido en Imola.”
Clay Regazzoni: “Es inútil culpar a Imola, el problema está en los autos, que cada vez se parecen más a los aviones.”
Andrea De Césaris: “Hay dos curvas mortales en caso de accidente en Imola. Los organismos ya habían sido advertidos por los accidentes de Berger, Patrese y Alboreto.”
Romario de Souza (goleador brasileño del Barcelona): “No sólo Brasil, sino el mundo entero perdió a un gran deportista.”


Por su parte, Luis Di Palma, que ese fin de semana corría en La Pampa, cuando recibió la noticia sobre la muerte Ayrton Senna comentó: “Estoy enojado con el automovilismo”. Unos días más tarde, en una entrevista para el canal de Arrecifes, reflexionó: “Mucha gente me pide que lleve a sus hijos de acompañante, diciéndome ‘con vos no les puede pasar nada’. Si se mató Senna, se puede matar cualquiera de nosotros.”

Fotos: autolimite.com; todof1.com y corsa.com.

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